Hades

3.5K 374 60
                                    

Caronte los dejó en la entrada, donde tres largas filas de almas esperaban. Dos esqueletos los guiaron entre las almas, pasando junto a Cerbero, hacia el palacio que se alzaba en la distancia.

Nico no soltó la mano de Percy en ningún momento, pero observaba todo con interés, probablemente sintiendo la conexión con el lugar.

Ahora que se encontraban más cerca del palacio, Percy empezó a sentir la presencia de Hades. Era un aire frío, pero no provocaba nada más que serenidad. Supuso que tenía que ver con ser el Rey del Inframundo. En cierto modo, no era muy distinto a cómo se sentía la presencia de Poseidón, en el sentido en que era definitivamente más poderoso que Ares (todavía no había conocido suficientes dioses como para tener una opinión firme...).

Una vez en el palacio, les llevaron al salón del trono. El sitio era lúgubre, pero no especialmente aterrador. Respecto al dios...

Bianca no se le parecía mucho, pero Nico si. Hades tenía el cabello negro y lacio, piel pálida y ojos oscuros, vestido en túnicas negras. Persephone estaba a su lado.

-Semidioses-murmuró cuando se detuvieron frente al trono.

-Tío Hades-saludó Percy, inclinándose en respeto.

-Tu debes ser el chiquillo de Poseidón... debes tener agallas para venir aquí.

Percy evaluó que decir después por unos segundos.

-En un inicio pensamos que quizá podría ayudarnos a descubrir dónde está el rayo de Zeus-antes de que Hades pudiera enojarse realmente se apresuró a seguir hablando- pero en realidad terminamos viniendo por otra razón.

Annabeth se hizo a un lado, y Nico alzó la cabeza con inseguridad. A pesar de que no era muy obvio, había reconocimiento y sorpresa en los ojos del dios. Persephone miró al niño, y de regreso a Hades, repitiendo el proceso un par de veces más antes de decidirse por su esposo, considerablemente molesta.

-¡Nunca dijiste nada sobre tener un hijo! ¡Mucho menos tan joven!- enojo era una manera muy suave de describir su tono- ¡pensé que habrías aprendido la lección después de esas dos... niñas!

A los jóvenes semidioses no se les pasó que iba a decir algo peor que 'niñas'. Percy no podía culparla mucho, su esposo le había sido infiel... Nico habló antes de que Hades siquiera tuviera tiempo de hacerlo.

-¡Yo nunca he sido una niña!- exclamó, apretando la mano de Percy -¡sería bonito que la gente se molestara en recordarlo! Soy Nico. Nico Di Angelo.

El nombre hizo clic en ambos y Persephone retrocedió. Hades le dio una mirada de enfado a su mujer, pero luego volteó hacia los chicos otra vez. Parecía inseguro acerca de que decir.

-Nico...

-¿Por qué nos dejaste en el hotel Lotus?

Hades asintió, esta vez con tristeza en sus ojos.

-Cuando mis hermanos y yo hicimos el juramento de no tener más hijos mortales, no pensé... Zeus trató de matarte a ti y a tu hermana. Yo quería traerlos aquí con tu madre, pero ella se rehusó. Ella no creía que Zeus sería capaz... apenas pude salvarlos a ustedes dos. El hotel sería el único lugar seguro hasta que todo hubiese pasado. Pero, ¿dónde está Bianca?

Nico se aferró al brazo de Percy, molesto otra vez al pensar en ella.

-Me abandonó para ir con las cazadoras de Artemisa.

Hades se levantó de su trono y por un momento pareció disolverse en las sombras. Cuando reapareció, ya no era del tamaño de un gigante, pero de un hombre normal. Percy empujó a Nico suavemente hacia adelante.

Percy Jackson y el regalo de PoseidónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora