"Vuestro hijo tiene un gran futuro por delante. Su inglés es excelente para un chico de su edad. Es obvio que necesita algo de rodaje con el idioma, pero por eso mismo pienso que le vendrá bien estudiar unos meses fuera, más otro año opcional si lo ven necesario. Según las pruebas que le hemos realizado a él y un par de alumnos más, hemos decidido que la Beca de este año sea para él. Eso sí, va a tener que desplazarse a Pensilvania, una buena ciudad de Estados Unidos. Una familia... Bueno, un matrimonio ha insistido en acoger a su hijo para cuidarle hasta que ustedes estén preparados para partir a EEUU, si es que lo ven necesario, claro. Ya saben que sólo estará un año fuera, pero tener un hijo fuera del hogar tanto tiempo puede ser duro a veces."
Eso fue lo que Rodrigo Jiménez, mi director, les comunicó a mis padres.
Por cierto, yo soy José Javier Blanco y tengo 14 años. Estoy a mitades de curso aquí, en España. Soy un simple estudiante de tercero de la ESO. Vivo en un pequeño pueblo de la provincia de Navarra. Si, Navarra, lugar donde se celebran las mejores fiestas de toda España. Sin duda, echaría en falta eso.
Y a mis amigos por supuesto, que me llenaron la agenda con firmas y textos.Me podría describir como un chico humilde, amistoso y muy gracioso. Soy bastante deportista, odio perder y si pierdo y se me ríen en la cara, más les valdría correr para no quedar humillados después. En los deportes, siempre suelo partir con ventaja por la estructura atlética, delgada y alta de mi cuerpo. No es por ser prepotente, pero siempre he sido uno de los más rápidos de mi clase.
Tengo los ojos marrones y el pelo negro, siempre con el pelo corto a los lados con el flequillo hacia un lado u ondulado/rizado o incluso se me podía llegar a ver a veces con un peinado parecido al de Cristiano Ronaldo, mi ídolo futbolístico. Mi peinado realmente varía bastante dependiendo de cómo se me antoje cortármelo.Al día siguiente de conocer la noticia, me dispuse a hacer las maletas como un loco. Si digo la verdad, deseaba irme de ese lugar, también llamado como mi casa. Estaba muy entusiasmado, era un gran reto en mi vida, una nueva etapa, pero dentro de mí, en lo más profundo, sentía un poco de miedo y de tristeza. Era una pena que no pudiese meter a mis amigos en la maleta, pero tenía la oportunidad de volver a comenzar de cero. Una nueva vida.
—Javi aún quedan 5 días para que te vayas, estate tranquilo —me calmaba mi madre.
—Así no lo dejo para el último día —le contesté moviéndome de un lado a otro metiendo cosas y cosas en la maleta.
—¿Quién me iba a decir que servías para algo? —comenzó a reír mi madre contemplándome.
Tras unos segundos mirándome anonadada, como asimilando que su mochuelo iba a abandonar el nido, se inclinó hacia mí y me abrazó profundamente. Con uno de esos abrazos de madre, que única y exclusivamente una madre puede dar.
Le miré con ternura y continué con mi equipaje.Esos 5 días se me pasaron mas lentos que cinco horas seguidas de matemáticas, y ya era decir.
Mis padres me dieron el billete del avión el último día. Ya que temían que con lo despistado que soy, lo llegara a perder.
Mi padre me llevó hacia Madrid porque en Pamplona no había vuelos directos hacia Pensilvania. Bueno, ni en Pamplona, ni en cualquier otra ciudad de España. Tendría que hacer escala en Ámsterdam, yo sólo. En esos momentos ya estaba pensando que acabaría por montarme en un avión destino Islandia, o algo así.
Madrugamos bastante, el vuelo no era muy tarde y por suerte, salimos por primera vez en la vida, bien de tiempo.Yo iba sentado de copiloto e iba contemplando el paisaje desde la ventanilla derecha del coche. El sol estaba saliendo y había dejado el cielo de un color rojizo anaranjado, no podía dejar de mirarlo.
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Un puente hacia Terabithia 2: "No digas adiós si no es para siempre".
Novela JuvenilSeguro que si habéis visto "Un puente hacia Terabithia" os quedasteis con un mal sabor de boca, pero la historia no acabó donde May Belle y Jess se pusieron la corona en el puente. La historia continuó. Debéis tener paciencia con esta historia en la...