14: Mis padres.

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-¡José Javier Blanco! -La Srta. Myers me nombró repentinamente.

Me levanté algo pausado de mi asiento, rígido y excitado a la vez. Esta vez sí, esta vez era la definitiva, iba a aprobar todas las asignaturas. Recogí temblorosamente mi boletín de notas y me senté en mi pupitre junto a Jess.

-¿Qué tal?-Me preguntó curioseando.

-No lo sé, voy a mirar ahora a ver que tal. -Le respondí acercando mi mano lentamente hacia el boletín.

Entonces revisé: Había un siete, un cinco, un nueve, un seis, un cinco, un cinco, otro cinco, un ocho, un seis y... ¡Un cuatro!

-¡No! ¡Mates otra vez no! -Exclamé furiosamente golpeando el suelo con la zapatilla.

La clase entera comenzó a reír inexplicablemente. ¿De qué se reían? A mí no me hacía ninguna gracia haber suspendido...

-José Javier Blanco. ¿Quiere usted irse de clase? -Pregunto histérica la señora Myers cruzada de brazos.

-No... -Le dije en alto- Srta. Boca de Monstruo. -Continué dirigiéndome hacia Jess.

Éste apunto se echa a reír.

-¡Leslie Burke! -Era el turno de Leslie.

Leslie se levantó fugazmente como si llevara toda la vida esperando que dijeran su nombre para recoger las notas. Se acercó modestamente a la mesa de la profesora y las recogió sin echarle un ojo antes.

Era un verdadero ángel en clase, pero fuera del colegio era otra persona radicalmente diferente a la de aquí. Más de una vez le comenté a Agus que sería una extraordinaria actriz. En cambio, Jess y yo, cuando nos aburríamos en clase, es decir a todas horas, levantábamos la cabeza del libro y observábamos durante toda la hora los movimientos y gestos de Leslie. Alguna que otra vez se daba cuenta y nos sonreía eufórica. Cuando no era consciente de que la observábamos, estaba correctamente sentada, tiesa como un palo y atendiendo las explicaciones del profesor. Pero Jess y yo teníamos otra teoría; hacía como que atendía y mientras tanto estaba en su mundo imaginando vete tu a saber qué. ¿Qué sería eso de vivir en la cabeza de Leslie Burke? Una locura pienso yo, era tan ingeniosa e imaginativa que tarde o temprano perderías el juicio.

-¡Eh! ¡Leslie Burke tiene todo sobresalientes! - Gritó Linda Carrey observando fijamente el boletín de Leslie.

La clase se llenó de murmullos y gritos de sorpresa. Wanda Kay Moore, la chica más lista de la clase, tenía los ojos desorbitados. Estaba claro que no se creía que por primera vez en su vida alguien hubiese sacado mejores notas que ella. Tenía todo sobresalientes exceptuando un notable. En realidad me alegré, ¡Que se fastidiera esa Wanda! Era una muchacha arrogante, metomentodo y descarada, por el amor de Dios.

Leslie se ruborizó por un instante y tapó el boletín con los brazos ante la mirada de todos.

-¡Silencio por favor! -Ordenó Boca de Monstruo golpeando fuertemente la mano contra la mesa.

Con lo polifacética que era Leslie no mostró ni el más significativo gesto de alegría. Si yo fuese ella estaría dando saltos en mi sitio, es como si fuera normal para ella sacar esas notas, y además en un tiempo récord. Tuvo que hacer todos los exámenes del semestre habiéndose perdido cuatro meses de curso. En resumen, se le amontonó la teoría, deberes y muchas otras cosas de diferentes asignaturas. Algo que me llamaba la atención, era que jamás le vi estudiar en casa. ¿Cómo sacaba esas notas entonces? Me comenzó a recordar a un antiguo compañero de clase llamado David Sarnago, que con tan solo prestar atención en clase aprobaba con sobresalientes. Lo de Leslie, aún así, me pareció terriblemente fuera de lo normal. ¿Cómo demonios era capaz de sacar todo sobresalientes, habiéndose perdido cuatro meses?

Un puente hacia Terabithia 2: "No digas adiós si no es para siempre".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora