Llevaba ya dos días en esa casa, y todavía no había noticias de mi inscripción en el instituto. Me parecía extraño, pero no me iba a quejar, no ir al instituto cuando debería de ir... ¡Era fantástico! Pero tampoco me quedaba de brazos cruzados, los Burke eran muy buena gente pero muy fanáticos del orden.
Me sentía bastante solo, aunque la verdad es que me daban mucho cariño. Sólo había un perro blanco con manchas negras bautizado como Príncipe Terrien, pero en la casa le llamaban P.T. para abreviar su interminable nombre. Me pareció muy curioso como le habían llamado, no tenía ni idea de a quien se le habría podido ocurrir semejante nombre para un perro, pero con la imaginación que tenía la familia Burke, no le di muchas vueltas. Se podría decir que aquello era algo rutinario para ellos.
Una vez a la semana, me percaté, de que la señora Burke hacía limpieza general. Cada uno tenía una tarea: el señor Burke fregaba y barría el suelo; segundo, la señora Burke se encargaba de limpiar el polvo y fregar los platos y cubiertos que mancillábamos de restos de comida; y tercero, yo sacaba de paseo a P.T. y tiraba la basura todos los días. P.T. ... Bueno, P.T. únicamente tenía que quedarse dormido. Una misión realmente complicada para un perro.
No todo era limpieza, Bill y Judy no eran para nada aburridos. Eran extremadamente eruditos, y sus conocimientos rebosaban en la casa. Algunas palabras ni las lograba entender. Tampoco salían mucho de casa, porque trabajan en ella, se dedicaban a escribir, eran escritores. Según me habían informado, escribían sobre ciencia ficción, unos de mis géneros favoritos después del de terror.
Esa tarde, estaba aburrido. Probé con tumbarme en la cama y echarme la siesta, pero al señor Burke, no le agradó la idea. Siempre estaba repitiéndome la misma frase: "Hay que aprovechar cada minuto de nuestra corta vida, nunca sabremos cuál puede ser el último". Más de una vez me preguntaba si intentaba inculcarme sus valores, o si me quería enviar algún que otro mensaje subliminal con esa frase. Entonces, le pregunté a la señora Burke si podía coger un libro, ella aceptó sonriente. Me dirigí despacio hacia una estantería y empecé a leer títulos para ver si alguno me agradaba. "Narnia", "Narnia", "Narnia"... Solo avistaba libros de "Narnia". Quedé perplejo un momento.
*¿Y si ellos son los que han escrito esta famosa saga?*. Pero miré el autor y suspiré aliviado. Me había sentido un tanto estúpido por unos segundos.
De repente, me topé con un libro bastante grueso que me llamó bastante la atención, pero no era un libro, era un álbum. "Álbum familiar", traduje. Con un brillo de curiosidad en mis oscuros ojos, me dejé caer en una cómoda mecedora. Por lo que les había oído hablar a Judy y a Bill, esa vieja, pero cómoda mecedora, había pasado de generación en generación entre la familia Burke, así que arrastraba ya varios siglos, y sorprendentemente no mostraba ningún signo que indicara que fuera a romperse temprano. Cuando mis posaderas acariciaron las suaves costuras de la mecedora, me dispuse a abrir el polvoriento álbum con cuidado.
*Solo le echaré un vistazo y después lo dejaré en su sitio*. Me prometí.
En la primera hoja, aparecía un bebé, un bebé rechoncho y con unos mofletes del tamaño de un globo aerostático. Seguí pasando hojas y observé que en el álbum, el bebé iba creciendo poco a poco, (lógicamente). Por lo visto, el álbum estaba bien ordenado por fechas. Pegué una rápida ojeada, hasta que finalmente me detuve en una foto. Aparecía la chica de las fotos que vi al entrar en la casa por primera vez. Era rubia y con el pelo corto, tenía unos grandes ojos verdes y sujetaba a P.T. en los brazos junto a otro chico de pelo tirando a negro y con un flequillo largo.
*Será la hija de los Burke, pero... ¿Por qué no está aquí? Puede ser que esté en algún internado. Sí, seguro que es eso, aunque es extraño que no me hayan hablado de ella*.
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Un puente hacia Terabithia 2: "No digas adiós si no es para siempre".
Ficção AdolescenteSeguro que si habéis visto "Un puente hacia Terabithia" os quedasteis con un mal sabor de boca, pero la historia no acabó donde May Belle y Jess se pusieron la corona en el puente. La historia continuó. Debéis tener paciencia con esta historia en la...