OLIVER
Reviso las investigaciones que llevo hasta ahora del nuevo caso que se me ha asignado, pero no consigo concentrarme en nada de esto porque hay otro tema más importante rondando en mi cabeza: las pruebas que Trenton le robó a Ronnie Clarkson.
Necesito entrar a su casa y coger esas pruebas para entregáraelas si quiero que Thais esté a salvo por que, sí, aunque haya pasado una semana desde que se fue, todavía me preocupo por ella.
En la comisaria no me han facilitado nada para poder entrar a casa de Trenton. No me han concedido una orden de registro y no sé cómo coño voy a entrar y coger esas pruebas. La cabeza me va a estallar de tanto pensar.
Ruth llama a la puerta abierta de mi despacho y entra contoneando sus caderas de manera descarada sujetando una carpeta bajo su brazo. Esa sonrisa sujerente que siempre lleva cuando me ve no se hace de esperar y cuando deja la carpeta sobre mi mesa, posa sus manos en la madera dejando a la vista su escote.
–Aquí tiene los informes que pidió –dice de manera coqueta, relamiéndose los labios después.
El macho alfa que llevo dentro se remueve inquieto ante la manera sensual que Ruth tiene de actuar cuando está a mi alrededor, pero mi parte sensata, esa que hasta hace poco no opinaba nada, detesta que se comporte tan seductoramente cuando está frente a mí. Nunca antes mi parte sensata se había hecho tanto de notar, nunca había salido a la luz cuando una mujer hermosa se me insinuaba y eso me molesta. ¿Qué está pasando conmigo?
–Puedes retirarte –contesto con frialdad, abriendo la carpeta para echar un vistazo al contenido.
Ruth parece quedarse congelada ante mi rechazo y, aunque esté moviéndome, yo también estoy petrificado ante la manera borde y fría con la que le acabo de echar de mi despacho. Se queda en esa misma posición unos segundos y, finalmente, sale de la estancia dando un fuerte portazo.
Mujeres...
Los informes me viene genial para tener más detalles sobre el caso y los clasifico en una carpeta más grande en el orden de relevancia, lo que me distrae una media hora, pero cuando acabo vuelvo a la misma mierda de siempre: Thais no está y no tengo ni puta idea de cómo voy a entrar a la vivienda de Trenton.
Estoy jodido...
Lloyd entra a mi despacho poco antes de tener que marcharme y le invito a sentarse mientras me froto las sienes por el cansancio acumulado, hace noches que no duermo bien y pensar tanto me pasa factura.
–Tómate un descanso, Keen –me dice cuando se sienta frente a mí–, trabajar tanto va a estresarte.
–Ya estoy estresado –respondo con cansancio.
–Al menos ahora disfrutas de esa ansiada soledad que tanto esperabas volver a tener –sus palabras se me antojan sarcásticas, pero no puedo asegurarlo.
Si tú supieras..., pienso, dejando caer mi espalda contra el respaldo de mi silla.
–Sí, bueno, la soledad ahora me queda grande –no sé por qué he dicho eso...
El silencio se vuelve incómodo tras mis palabras y lo único que puedo hacer es mirar hacia el techo a la espera de que hable o que se marche de una puta vez.
–Se le coge cariño, ¿eh?
Sé perfectamente a qué se refiere, pero no voy a darle esa satisfacción.
–¿Qué? –pregunto como si no le entendiera.
–Vamos, Keen, después de más de dos meses de convivencia no me digas que ni siquiera te cae bien.
![](https://img.wattpad.com/cover/217674999-288-k245385.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Caricias Salvajes © (Trilogía Salvajes #1) A La Venta En Librerías
Novela JuvenilLa suerte nunca ha estado conmigo, el asesinato que presencié es la prueba de ello. Me encontré en el momento equivocado a la hora equivocada y ¿qué iba a hacer? Exacto, acudir a la policía. El caso es que soy un testigo primordial para encontrar al...