ɴᴜᴇꜱᴛʀᴀ

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Los caninos se acercaron a mi rápidamente,  parecían molestos, pero en cuanto se percataron de la presencia de uno de ellos detrás mío, comenzaron a batir sus colas y uno de ellos se acercó a mi rozando con su nariz húmeda mi mejilla...

Me dio risa este tierno acto y le devolví la caricia enredando mis dedos por detrás de sus orejas.... Eran animales hermosos con cabellos largos y suaves, siempre he sido una amante de los animales por lo que no pude evitar admirar la raza tan grande y fuerte que eran estos caninos.

Solo puedo asegurar que por un momento olvide todo, me sentí mejor, sonreí e ignore mi al rededor intentando olvidar el hecho del secuestro, el miedo, la impotencia, la frustración... quise  dejar todo atrás al menos por unos segundos...

Pero todo estos pensamientos se fueron al caño en cuanto encontré una oportunidad...

Al quitar mi vista de los perros por un segundo, encontré que detrás de mí algo alejados estaban todos los chicos hablando, parecía una conversación amena y entretenida, algunos reían y otros simplemente observaban evidentemente entretenidos, parecían apartados de todo lo que sucedía a su al rededor, calcule unos segundos que podía hacer y lo cierto es que si corría de la nada, seria demasiado repentino y probablemente esto los alertará... Quizás si fuera más discreta y me alejara despacio, agachada, tendría más oportunidades de correr después y les llevaría ventaja.

Era obvio que esta mansión estaba rodeada de miles de hectáreas de bosques espesos y frondosos, la oscuridad de la noche podría ayudarme a ser menos visible, no lo se, el único problema era el frío y que estaba descalza, claro, ese era un punto importante.

Pero estaba segura que estas oportunidades no se darán muy a menudo y debía quizás este fuera mi voleto de salida.

¿Que malo podría suceder?

Me plantee la situación de todas las maneras posibles en las cuales podría fallar. Y decidí que debía actuar ahora...

Aun con la inseguridad y la adrenalina recorriendo mi cuerpo, comencé a alejarme de los perros, ellos estaban acostados en el suelo y yo estaba arrastrando me sobre mis rodillas mientras avanzaba cautelosamente alejándome de alli.

Cuando sentí que estaba lo suficientemente lejos de la puerta de entrada, me puse de pie y corrí...

Como nunca lo había hecho antes, sentía mi cuerpo ligero y mis piernas más fuertes, mi respiración acelerada y mi cabello largo deslizándose por mis hombros mientras me adentraba en la oscuridad del bosque...

Pero mi pulso se detuvo en cuanto escuche un grito detrás mío.

-EMILY! VUELVE A QUI!! -

Me reí internamente para luego acelerar mis pasos...

Ahora si es una carrera...

ATRAPAME SI PUEDES HIJO DE PUTA!! -

Mientras mas me alejaba más viva me sentía, era claro que esto no sería sencillo y aunque corriera toda la noche sin descansar, estaba segura que aún me quedarían al menos unos días para llegar hasta la entrada...

Seguía corriendo arduamente, sin detenerme, mis pies cansados comenzaban a hacerme la vida difícil, pero todo empeoró en cuanto escuche a lo lejos, los ladridos de los perros y acompañado de ello los pasos rápidos y fuertes de los caballos...

Mierda...

Comencé a buscar una solución, era obvio que si seguía corriendo me alcanzarían y seria mas fácil atraparme, llevando a la basura mi plan de escapar.

Me detuve abruptamente en cuanto vi un árbol perfecto en el cual subirme, sin pensármelo dos veces comencé a trepar el árbol e intente llegar lo más arriba posible, serciorandome de quedar oculta por las espesas hojas del roble...

Poco a poco escuchaba como los pasos de los caballos se hacían más sonoros y se sentían más cerca, podía sentir las vibraciones del suelo y resonando en el tronco del fuerte  árbol.

Mis nervios se pusieron de punta en cuanto al menos tres de los perros se acercaban corriendo, todos ellos siguieron de largo ignorando mi presencia en el árbol, por lo cual otros tres de los chicos que andaban sobre sus caballos pasaron de largo ignorando mi estadía en este árbol...

Respiré aliviada y pensaba esperar a que fuera al menos de día para volver a correr...

Pero en cuanto baje la mirada, me encontré con aquel canino alegre, batía su cola de lado a lado mientras apoyaba dos de sus patas delanteras sobre el tronco y me miraba...

Ese perro hermoso y cariñoso, al que tenia aprecio por ser mi oportunidad de escapar...

Ese mismo maldito perro...

Me había condenado...