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Al acercarnos mas al auto empece a removerme sobre el hombro de este tipo...

-Sueltenme!! Bajenme ahora mismo!!! Quiero irme!! No voy a entrar a ese auto!! -

-Emily!! Callate! - Una voz algo ronca de un chico de piel palida, y cabello oscuro, que hasta ahora no habia dirijido la palabra a nadie, habló...-Ya basta!! Si no te callas juro que yo mismo te cosere la boca!! -

Cuando termino de decir esto, todo el mundo quedo callado, nadei se movia hasta que este chico se subio a la camione maldiciendo en voz baja...

-Vale, acabamos de comprobar la poca paciencia que tiene Yoongi -

Aclaro aquel chico que se veia de menor estatura de pie junto a los demas...

Todos soltaron una pequeña risa, incluso quien me llevaba en su hombro... y asi, decidi quedarme callada, hasta que entramos en el auto y al parecer no habian mas espacios por lo que me quede sentada sobre las piernas de un chicos con el cabello rojizo, este tenia una gran sonrisa y parecía ser el mas amable hasta ahora, pues cuando entramos al auto me dejo delicadamente sobre su regazo, mientras acomodo mis piernas a un lado de las suyas y me recostó sobre su pecho...

Al subirse el ultimo de los chicos, cerraron la puerta de la camioneta algo fuerte, lo que me asuto y pegue un pequeño salto de la impresion... Cuando el otro chico notó esto, no pudo evitar reirse y al fijar su vista en mi mirada aterrada, pareció compadecerse por lo que, me atrajo mejor hacia su pecho y empezó a repartir caricias sobre mis brazos y mi cabello...

Me fue imposible el no comenzar a recordar mi vida, tenia miedo y sobre todo  frío. El abrazo de este chico era algo reconfortante, sentía su calidez y comprensión, a pesar de todo me hacia sentir segura...

Cuando el auto arrancó, los chicos empezaron a hablar, los de adelante compartían una conversación moderada y en un volumen bajo, el chico que me había gritado y al cual los rotros hacían referencia como Yoongi, estaba sentado junto a la ventana del auto, con los ojos cerrados y sus audífonos puestos, mientras otros tres chicos parecian ser los mas jóvenes, hablaban en un tono amistoso y eufórico.

Mientras el chico que me tenia entre sus brazos, no hablaba con nadie y solo se preocupaba por mantenerme tranquila.

Yo no queria sentirme aun mas insignificante, por lo que evite a toda costa llorar nuevamente... estaba completamente claro que esto era imposible y mas sintiéndome en un espacio tranquilo y seguro...

Unas pequeñas lagrimas bajaban sobre mis mejillas; inconscientemente el llanto fue aumentando su volumen hasta que me encontré intentando ahogar mis sollozos sobre la camisa blanca del pelirojo.

En un instante todos callaron sus conversaciones y voltearon a verme, quise detenerme y gritarles que me dejaran en paz... pero no tenia ni la fuerza para dejar de llorar, me dio asco de mi misma, no me reconocía allí acurrucada en el pecho de alguien que no conocía, que no sabia que quería hacer conmigo, buscando consuelo... Soy una idiota.

Pero en vez de levantarme bruscamente e intentar hacerle daño, no me moví, así como tampoco deje de llorar en ningún momento...

Mis oídos hacían caso omiso a lo que escuchaban, hasta que este mismo chico, con una voz dulce y calmada susurro en mi oído...

-Nena, voy a soltarte... por favor tranquilizate, si sigues así, estarás a punto de colapsar en un ataque de pánico...-

Entendí lo que dijo, quise hacerle caso, debia calmarme pero, esto era mas de lo que podía manejar...

-Jungkook, ayúdame a liberarla...-

-¿Q-que? -

-Jungkook!! Rapido!! -

Mientras este chico torpemente intentaba soltar la cuerda que ataba mis pies, el pelirojo me soltó de su abrazo intentando desatar mis manos... Pude respirar un poco mas, en cuanto separe mis piernas sin ataduras. Y me sentí aun mas tranquila en cuanto mis manos también pudieron moverse libremente.

Este chico, igual de dulce como había sido hasta ahora, me acurruco aun mas entre sus brazos cuando me sentó sobre su regazo con mis piernas a cada lado y mis brazos detrás de su cuello....

Mis hipidos eran mas suaves, poco a poco me fui calmando hasta que pequeños escalofríos terminaron recorriendo mi cuerpo.

-Hoseok! ¿¡Como se te ocurre que...-

-Callate maldita sea... -

Esto me desconcertó aún mas... Quise omitirlo y efectivamente pude sacarlo de mi cabeza en cuanto este comenzó a cantarme conforme el auto se movía... Su voz era armoniosa y delicada, los pequeños murmullos me calmaban.... en eso recorde como lo habian llamado.

-Hoseok... -

Inconsientemente el murmullo salio de mis labios, ya me sentia mucho mejor, tanto así... que me quede dormida.

ɴᴜᴇꜱᴛʀᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora