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-¿De que mierda hablas..? ¿Castigo? -

Una voz dulce y melodiosa, con intenciones evidentemente contrarias me contesto a mi duda con una respuesta escalofriante

- Claro! ¿Acaso esperas que tus acciones no tengan repercusiones? -

- Te agradezco la caza de verdad fue divertido corretearte como a una presa asustada, pero a la próxima sería más divertido si nos adviertes primero... - Comentó divertido el chico de porcelana, le decía así puesto que su piel era tan blanca como la porcelana, se veía igual de delicada y suave...

- ¿Cacería? ¿Acaso eres idiota? -

- Mira niña linda, hablo por todos al decir que es nuestro deporte favorito y en realidad no me molestaría hacerlo más seguido - Contra atacó

- Apuesto a que a la próxima si puedo escapar imbéciles,  entonces me reiré en tu cara de lo importante que te sientes ahora -

- Inténtalo gatita, solo harás que nos emocionemos más con tu castigo -

- Cállate! No entiendo que quieren decir, suenan como amenazas absurdas por que no les veo sentido. ¡Me hablan como a una cría! Que no ven que sería mas sencillo si supiera a que mierda se refieren con un "castigo" -

- Ven conmigo... Yo puedo enseñarte y de paso conoces a Pandora... - Intervino el jinete del caballo blanco

- ¡JiMin cállate! - Intervino HoSeok

-Hey!! Puedo decirle lo que me venga en gana, no te metas si no te incumbe, la conversación es con ella -

Mientras comenzaban a gritarse entre ellos, parecía ninguno prestarme atención, por lo que aproveché para escabullirme...

Mis pasos silenciosos se deslizaban por entre los caballos

Me creí victoriosa en cuanto salí de su rango de visión, unos pasos más y podría correr... Otra vez

Pero mi corazón se detuvo en cuanto sentí una cuerda apretarse al rededor de mi muñeca...

- ¿Cuantas veces te lo hemos dicho? MALDITA SEA EMILY! -

Sentí un tirón que me hizo caer al suelo, quede literalmente frente a los pies de aquel caballo oscuro.

El grito del líder me hizo estremecerme... tenia una profunda y gruesa voz. Ademas la adrenalina del momento no me ayudaba a tranquilizarme

- Jodete! Tú y tu maldita precisión del carajo! -

Tenía atada mi muñeca a una cuerda, al parecer la había lanzado en cuanto me vio salir intentar de allí. Pero era impresionante, tenia una puntería asombrosa, lo suficiente como para atinarle a atar mi muñeca.

Entonces sin premeditarlo volvió a tirar de la cuerda, arrastrando me así aún más junto a su caballo.

-No juegues conmigo y vamonos ya... -

- ¡No quiero ir contigo! -

- Bien, entonces ve con él - Vi claramente cuando lazo el otro extremo de la soga a aquel chico rubio "Jimin" había escuchado que le llamaban.

En cuanto la cuerda tocó sus dedos, la atrajo hacia sí con fuerza, de nuevo un tirón de mi muñeca que me atrajo y me dejo caer de rodillas a un costado de su yegua. Y sonrió satisfecho.

- Extiende tu otra muñeca - Ordenó

- Ni de chiste imbécil -

Entonces nuevamente tiró con fuerza de la cuerda, era tan fuerte la presión en mi muñeca que tuve que levantarme del suelo y aún intentando con mi otra mano aliviar el dolor, estas quedaron junto al su regazo, a una disposición a la que nunca me permitiría llegar voluntariamente.

Así mismo, sin cuidado amarró mi otra muñeca y quedaron las dos juntas, unidas al otro extremo que traía este entre sus manos.

- Si me hubieras hecho caso, estarías conmigo sobre Pandora, ahora conformate con caminar a mis pies -

Le mire mal aunque no pareció importarle en demasia y comenzó a dirigir los pasos de su yegua camino de vuelta.

[...]

Creí por un segundo que el camino sería tranquilo, nadie me pondría mayor atención exceptuando al tal JiMin quien sostenía la cuerda de mis muñecas y de vez en cuando le gustaba halarla para apresurar mi paso.

Pero este pensamiento fue desechado en cuanto sentía a los demás detrás mío mirarme burlescos, les complacía mi sumisión y a la par les agradaba.

Pero esto solo lo vi demostrado en los actos de los menos maduros, quienes se encontraban caminando detrás mío.

El primero que parecía tener el control de todos se encontraba adelante, junto a otro a otro chico que le había escuchado llamar "Jin". Por otro lado a este le seguía el chico porcelana y HoSeok quienes caminaban a la par conversando amenamente.

Y los únicos tres idiotas que no hacían sino molestarme, el chico rubio casi no se involucraba, solo soltaba pequeñas risas en cuanto a mis quejas.

Por otro lado el maldito de "TaeHyung" quien traía una fusta en su mano, imaginaba yo para controlar a su caballo no paraba de adelantarse un poco para quedar junto a mi, primero comenzó siendo un pequeño y molesto toque, pero en cuanto le gruñi que dejará de molestar, se le unió el otro chico de dientes de conejo.

TaeHyung había aumentado la fuerza de sus "Toques" ahora eran fuertes azotes que por mas de no ser tan violentos igual dolían y el otro chico de cabellos oscuros que me lanzaba la soga intentando atraparme, cada vez en cuando debía esquivarla para que no logrará atarme, estaba segura que si esto ocurría estaría en peores problemas.

Así seguían estos chicos estúpidos acabando con mi paciencia.

Hasta que en un momento de descuido sucedió...

Una fuerte soga había logrado atarse al rededor de mi cuello...

ɴᴜᴇꜱᴛʀᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora