ɴᴜᴇꜱᴛʀᴀ

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Iba camino a casa, escuchaba atenta la música en mis audífonos y veía a mi al rededor, como todo seguía sin detenerse, el mundo continúa incluso si yo llegase a desaparecer pronto.

En verdad pensaba escapar.

- Ocuh - Sali de mis pensamientos las sentir las palmas de mis manos en el suelo - ¡Mierda! ¡Soy muy torpe! - No me fije ni cuando tropecé, pero mis rodillas habían quedado muy rojas y de una de ellas brotaba un poco de sangre.

Me apresuré a limpiar el rastro de sangre para no manchar mis medias de color blanco. En lo que me sentaba sobre una banca cercana y buscaba con que limpiarla, me encontré con una figura lejana, en la acera contraria un hombre alto con las manos entre los bolsillos parecía mirar en mi dirección. Me extrañé un poco pero no pensaba alarmarme, la luz del día aun no se iba por completo y tardaría menos de 10 minutos en llegar a casa.

En todo el camino, me fue imposible no pensar en algún lugar al que ir. No tenía ningún amigo, ni otro familiar lejano, no encontraba una forma factible de escapar sin morir de hambre o frío a los 3 días de estar fuera.

 Al llegar, decidí que dejando esto un poco de lado, me prepararía el almuerzo. No me tomó mucho tiempo, para aquella hora el sol casi no se notaba, tuve incluso que prender la luz, con el almuerzo servido mientras comía, mi teléfono recibió una llamada de mi madre.

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-Hola?

- Hola

- ¿Mamá? ¿Qué pasa?

-Tenía que contarte que hoy no podré llegar a casa, seguiré de largo para ganar unas horas extra y llegaré mañana temprano-

-Hmmm... vale no hay problema mañana te espero...

-Te amo hija...

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 Aquí va, otro maldito día sola. Llevada por la ira, materialicé mis pensamiento de escape. Me cambié un mi habitación me puse una ropa cómoda, apta para correr, que pudiera guardar con rapidez y no limitara mis movimientos. Lo siguiente era el dinero, con el mismo cuidado de siempre busqué algo de dinero que mi madre ahorraba entre una pequeña caja color rosada. Mas sin embargo, no logré encontrar ni un centavo.

Mi maleta tenía mucho espacio de sobra, yo sabía que necesitaba empacar, ropa, comida y el dinero que pudiera encontrar en esta maldita casa, no habían para mi muchas cosas importantes, pero el dinero era muy difícil de conseguir. Antes de ir a por el dinero escondido, corrí a la cocina en busca de comida para empacar, algo que no pesará demasiado y durará lo suficiente.

Cuando fui a por el dinero, lo encontré junto a una lista de deseos que yo había escrito. Había un poco más de lo que recordaba y el titulo del papel decía "Pendientes por cumplir para Emm"

Sentí, en ese momento mucha culpa, abandonar a mi madre la devastaría, pero no quería seguir allí, no deseaba pagar por sus errores de un embarazo temprano. Las ganas de llorar me invadieron y me quede unos minutos sentada en el piso y mientras trataba de despejar la mente.

Me levante y sali de mi cuarto, estaba bajando las escaleras hasta que me di cuenta que la ventana del patio estaba rota 

¿Qué mierda?

Me paralice, justo cuando sentí que alguien detrás mio, tapó mis ojos de una manera juguetona. Entonces ese mismo sujeto susurro en mi oido.

-Adivina quien soy...-

No podía hablar, ni siquiera me podía mover.

Estaba aterrada