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Celos

Narrador

Desde su regreso del viaje de Cozumel las cosas entre Emilio y Joaquín habían cambiado. Estaban en esa etapa donde lo único que querían eran verse, tocarse, besarse y decirse lo mucho que se amaban. Todo el tiempo. Cada minuto.

Emilio siempre ha amado hacerle mimos a las personas que ama y con Joaquín no era la excepción, todo se intensifica cuando estaba con él. A veces se sorprendía del autocontrol que tenía para no llenarlo de besos cuando hacia un puchero con personas alrededor.

Llevar una relación en secreto, secreto a voces, pero secreto al final, no era sencillo, pero lo estaban manejando bien. No habían tenido problemas y eso era lo importante.

Emilio camina por los pasillos del foro 15. Era temprano y ese día tanto él como Joaco iban a salir en el programa "Hoy" para anunciar que al día siguiente viajarían a Nueva York por los GLAAD. Estaba emocionado por todo lo que venía para ambos. También estaba un poco ansioso porque sería la primera vez que saldrían en un programa después de volverse novios. Se conocía, no controlaba el exhibirse y podría perjudicarlos, pero se iba a controlar. Tenía que.

Espera que Joaco esté solo en el camerino. Abre la puerta y la suerte está de su lado. Su pequeño novio está frente al espejo arreglándose el cabello. Está vistiendo un suéter gris un poco grande, las mangas cubren un poco sus manos y piensa que es lo más adorable. Al parecer no se da cuenta de la presencia de Emilio porque este se acerca y lo abraza estando de espaldas, éste suelta un grito. Emilio ríe y lo aprieta contra sí.

Joaquín no dice nada y sigue peinando su cabello frente al espejo. Emilio besa el punto descubierto entre su hombro y cuello.

–Te extrañe, ¿tú me extrañaste, chiquito? –pregunta. Joaquín hace un pequeño sonido, pero no despega los ojos del espejo. El mayor frunce el ceño– Joaco, en serio.

–Nos vimos hace 10 horas.

Emilio lo aprieta y Joaco se queja.

–Joaco –dice alargando la última "O" con una voz de niño chiquito.

Joaquín rueda los ojos y se gira aun estando entre los brazos de Emilio. Su novio lo ve y sonríe. El pequeño toma el rostro de su novio y empieza apretar sus mejillas.

–¿En serio me extrañaste? –pregunta Joaco. Ríe cuando Emilio se queja.

Por el contrario, el mayor tiene rodeada la cintura de su novio y lo acerca lo más posible a él. Sí, que lo extrañó, piensa. Está tan acostumbrado a estar 24/7 con Joaquín que a veces se siente como si vivieran juntos.

–Un montón. Así que hay que recuperar el tiempo perdido –intenta besarlo, pero Joaquín aprieta más su rostro y lo detiene. Emilio frunce el ceño– ¿Y ahora qué? –pregunta.

Joaco lo ve fijamente y sonríe mientras muerde su labio inferior.

Ay, Joaquín, piensa Emilio mientras lo ve. Entiende lo que está haciendo. Lo está tentando.

–Nada. ¿Estás nervioso por hoy? –Emilio se tensa mientras se acerca a él y empieza a mover de un lado a otro su nariz contra la suya.

Suspira por la sensación. Joaco altera todo en él cuando lo tiene tan cerca. Abre los ojos porque no se había dado cuenta que los tenia cerrados y la vista que los ojos de Joaquín le da es todo.

–¿Por los GLAAD? –susurra. Joaco asiente– No, digo, sólo anunciaremos que iremos.

–Mmm es cierto. Estoy más preocupado porque haremos un pastel –ambos sueltan una pequeña risa.