Help ♧Jennie y Lisa (Jenlisa)♧♡

Cap-8

Sus ojos felinos de color chocolate se cerraron lentamente.

Su mano en la mejilla de la joven de rasgos tailandeses se deslizaba de a poco hasta llegar al suelo.

Jennie se había quedado inconciente.

Lalisa la envolvió entre sus brazos, abrazándola fuertemente. Aún con sus manos entrelazadas sentía la respiración de la castaña en su nuca, sintiendo como su piel se erizaba.

La cargó estilo pricesa con todas las fuerzas que poseía. Con sus mejillas húmedas y ojos rojos hinchados y rojos se dirigió corriendo a la enfermería del instituto, por suerte la enfermera se quedaba hasta tarde.

🍃🐇

Pasadas las horas Jennie seguía desmayada.

Ella estaba acostada en la camilla de la enfermería, con sus brazos, muñecas y piernas cubiertos de blanco bendaje.

Lisa se la había pasado llorando todas estas 2 horas desde que encontró a la castaña en ese estado. Se hallaba mirando cada parte de su rostro y cuerpo sin disimulo, sin dejar ningún rincón por recorrer con su cálida y nostálgica mirada.

No entendía como alguien tan hermoso podía hacerse daño.

Porque si...

Para la tailandesa de flequillo Jennie Kim era lo más hermoso que había visto, su delicada piel, la manera de reírse a carcajadas o cuando dejaba sus labios embarrados con restos de comida, todo de ella para Lisa era hermoso.

Sin duda había dibujado en su cabeza a Kim como la mujer perfecta.

No le importaba si la coreana la odiaba o no, lo único que le importaba era su bienestar, y si eso era rendirse ante ella y le hiciera cosas desagradables, lo haría, porque con solo ver una sonrisa de su parte ella ya era feliz.

....

Manoban le sostenía la mano fuertemente, sus lágrimas estaban secas, su cabello desarreglado, parecía una muerto viviente. Ahora mismo la chica era un desastre.

Su cabeza estaba arecostada en la camilla, se encontraba descansando.

Aún tenía trabajo que hacer. Tenía media escuela por limpiar.

Pero que más da.

Eso se decía para si misma.

Sus ojos se cerraban lentamente, el sueño la estaba inundando por dentro, estaba cansada. De pronto sintió una mano acariciandole el cabello. Aquella mano era suave y la reconocía muy bien.

Jennie había despertado.