Cap-23

341 29 0
                                    

Era de noche y la luna las regocijaba con su luz, acompañada de las tintiniantes estrellas, que las regodeaba con sus brillos.

La noche era un océano de destellos, que por ende era una atmósfera apacible.

Ahí estaban ellas dos, juntas. Jennie estaba entre las piernas de la mozo, durante Manoban la encerraba entre sus brazos. La cabeza de Kim descanzaba sobre el pecho de su Lis, en un estilo innato.

Los ojos de la castaña estaban cerrados, sentiendo cada profundo tacto de la tailadesa sobre su cabello, era relajante. Le encantaba estar con ella.

Ambas se encontraban a las afueras de Dongdaemun Design Plaza, un centro cultural de Dongdaemun y un distrito histórico de Seúl, que era famoso por sus tiendas y cafés de 24 horas.

Reposaban sobre el margen de cemento, difrutando la compañía y del fulgurar de las radiantes rosas blancas.

(Aquí es donde estaban Jennie y Lisa).


- Lisa (llamó la chica de ojos chocolates).

- Mmm (balbuceó en forma de aprobación para que continuara).

- ¿Me perdonas? (se safó de su agarré y próximamente volterse hacia ella, quedando sentadas frente a frente y mirándose fijamente).

- Jen que quie...(fue interrumpida por su contraria).

- ¿Me perdonas? ¿Me perdonas por ser una éstupida y una arrogante.....por humillarte y lastimarte todo este tiempo...por tratarte como una basura, cuando la única verdad es que te amo con toda mi alma y solo soy una porquería tóxica que cree que te merece? Dime....¿me perdonas?.

Su mirada felina era suplicante, envuelta en soledad y miedo a lo que diría Lisa como respuesta. La chica de flequillo no estaba muy segura de decir las siguientes palabras, pero era eso o vivir en constante engaño, a tal punto de que pudiera perderla algún día.

- No...dime tú si me perdonas primero.

- Perdonarte..¿por qué tendría que perdonarte Lis? (la coreana la miró con un mohín).

- Jennie yo....yo jugué contigo todo este tiempo (aquel gesto dibujado en el rostro de la menor se fue transformando en uno serio) te utilicé, quería hacerte sufrir y humillarte tal y como me lo hiciste a mi en aquella cafetería....cuando te conocí en la calle y verte de nuevo en la universidad que asistiría pensé...pensé que podría ser tu amiga..pero tú solo me trataste como un trapo sucio.

La corena se alejó de ella, provocando que Lalisa se acercara más.

- Yo...creía que era heterosexual, nunca pensé que me volviera lesbiana, una cosa que me daba repulción, odiaba a esa clase de personas (una lágrima se resbaló por el cachete de Jennie) pero....al acercarme a ti todo se me vino abajo, todos esos pensamientos homófobos se esfumaron sabes ¿por qué? (aún tenía su vista en Kim, quien tenía su mirada fija en el rosal sin girarse a verla) porque me enamoré de ti princesa. Te amo Jennie Kim y siempre lo he hecho.

No hubo respuesta alguna.

Manoban solo se levantó del suelo y comenzó a caminar hacía la salida, hasta perderse del atisbo de la mancebo de pupilas chocolates.

.....

Ya había pasado más de seis cuadras. Las calles estaban mayoritariamente vacías, solo pocos individuos transitaban por la vereda y los faroles a punto de saciar su luz.

Marchaba sin rumbo, ya no tenía noción del tiempo o de las cosas que podían sucerderle.

No le importaba nada.

Había perdido algo preciado, algo que amaba y todo por un tonto juego.

Sus pies tomaron otra dirección, otra que no estaba conjunta a su casa. Paso a paso hasta llegar al borde de la calle. El sonido de un claxón hizo retumbo en sus oído y un destello de luz en sus ojos.

Un carro se aproximaba, esperaba con sus ojos cerrados fuertemente el impacto, tal y como la primera vez que la vió, pero esta vez sin miedo a la muerte.

El conductor del automóvil puso presión sobre los frenos, pero eso no bastaría, solo un milagro la salvaría.

Y por supuesto que los milagros existían y siempre estaban presente cuando más los necesitadas, al igual que los ángeles.

Esta vez fue un ángel y no un milagro quien la salvó.

Un fuerte agarre hizo presencia en su antebrazo, llevándola consigo a una superficie de curvas femeninas. Sus ojos se abrieron de par en par, hallándo a su ángel.

- Deberías tener más cuidado linda (nuevamente esa sonrisa aterradora, al contrario de sus ojos que ya no estaban opacos, expresaban sensibilidad y viveza) Deberías prestar más atención (puso una mano sobre la cadera de Manoban y llevó hacía su boca un cigarrillo, expulsando todo el humo sobre el rostro de la tailadesa) No quisiera perderte Lis (habló mientras la envolvía entre sus brazos, apoyando su cabeza de nuevo sobre el pecho de Lisa).

Y ahí esta el mismo suceso pero con diferentes sentimientos.

Unos sentimentos que no se corrompen ni con la más vil mentira.


Help ♧Jennie y Lisa (Jenlisa)♧♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora