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Salí del lugar saludando a unos amigos, viendo que; enfrente mío, estaba el auto de Eduardo.
Me acerqué a él sonriendo y él bajó del auto, también sonriente.
Nos abrazamos y fijé que dentro del auto había dos hombres más.

--Ellos son Nacho y Zaina --. Me los presentó.

--Un gusto, soy...

--Candela -- hablo Nacho --. Cacha nos habló mucho de vos --. Dijo y miré de reojo a él.

Noté como miraba con un poco de enojo a Nacho, pero avergonzado a la vez.
Me sonrojé y me senté copiloto, ya que atrás estaba Nacho y Zaina juntos.

--Pensamos en ir todos a la casa de Cacha a ver películas -- habló Zaina --, pero antes ibamos a comprar algunas cosas, tipo pochoclos y todas esas cosas, ah.

--¿Qué te gusta? -- Preguntó Edu.

--¿De dulces? Pues... cualquiera, soy muy fan de los dulces --. Balbuceé mirando el techo del carro, pensando en dulces aleatorios, y sus sabores riquísimos.

--Cuanta información --. Comentó Nacho --. Así no podremos comprar toda la tienda.

--Igual solo bromea, Zaina es igual de infantil --. Acotó Eduardo, y me reí.

Zaina dejó escapar un "eu" como respuesta, haciéndonos nos reímos.

--¿Y películas veremos? -- Pregunté un tanto soñadora.

--No sé... las que quieras --. Dijo mirándome de reojo, Eduardo.

Sonreí un poco tímida. No sabía si decirle gracias o ser más amable para poder elegir una película los cuatro. Nunca fuí una persona muy modesta, siempre me gustó compartir y ayudar.

--¡Eh! ¡¿Y nosotros qué?! -- Hablaron Nacho y Zaina a la vez.

--No quiero formar conflicto, Edu, elijamos entre todos --. Contesté.

--Ves, ella nos entiende. Cacha te vas, cancelando, ahre --. Dijo Zaina y nos reímos.

--Callate boludo --. Le respondió él, y todos menos, Zaina, nos reímos. Él le sacó la lengua como un niño chiquito, y reí.

Volví a mirar por lo ventanilla, y noté como el auto se iba detentiendo de apoco, y; que por la ventana, podía ver claramente el reflejo de Cacha mirándome por ella.
Me sonrojé y me encogí sobre mi asiento, tratando de ocultar mi sonrojo en mi cara.

Cacha y Zaina bajaron del auto y entraron a la tienda.
Me quedé charlando con Nacho.

--¿Y te caigo piola?

--Si... no sé, no te conozco mucho todavía --. Admití --. Pero eres divertido.

--Vos también me caes piola, ahre que no dijiste eso pero sí, ndeah --. Dijo Nacho y reí.

--¿Como se conocieron? -- Pregunté.

--Por batallas. Una vieja de plaza conocí a Cacha.

--¿Y como era? Quiero decir, ¿se veía mucho más chico verdad?

--Parecía un chino loco --. Dijo y me reí.

Me imaginé a Cacha con los ojos más achinados y sonreí. En mi imaginación se veía muy tierno, más de lo de costumbre, mordí mi labio inferior, sintiendo mis mejillas arder al volver a la tierra y ver que Nacho me miraba con las cejas alazadas.

--Mirá. Yo conozco muy bien al pelotudo ese, ahre, y sé que siente algo por vos... -- habló acercándose a mi oído --. Yo que vos le digo la verdad.

--¿Qué cosa? ¿Qué verdad? -- Pregunté fingiendo que sabía.

--Bah. No te hagas la que no sabes...

--¿De qué hablaban? -- Preguntó Edu volviéndose a sentar en el auto.

--De nada --. Contesté.

--¿Encontraron algo de qué hablar? -- Cuestionó.

--Te lo aseguro... te aseguro que sí --. Dije y apoyé mi cabeza en el vidrio sin poder despegarme de la idea que me había hecho sobre Cacha.

Al llegar a la casa, acomodamos un poco el living para hacer la tarde de películas.
Mientras yo ponía una manta y algunas almohadas en el suelo, Zaina acomodaba el sofá, Nacho fue a comprar algunas gaseosas y Edu preparó palomitas [no sé como se le digan en Perú a los pochoclos, pero creo que una vez escuché a Lidia decir "palomitas" así que queda así ahre].

Luego de unas tres horas y media cada uno se volvió a su casa, y yo me quedé acostada en el sofá junto a Cacha terminando de ver Harry Potter y el prisionero de Azkaban, ya que me gustaban mucho las películas y de niña me leí los libros.
Estaba tapada con una manta, con las piernas un poco flexiondas, mirando atenta el televisor, mientras sentía el brazo de Eduardo posarse en mi cintura, y como su cabeza se apoyaba en la mía, lentamente.
Sonreí agusto.

ℋℯ𝓇𝓂𝒶𝓃𝒶 𝒹ℯ 𝒥𝒶𝓏ℯ » ᴄᴀᴄʜᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora