Ay, se vienen las cosas buenas, muy buenas.
No se dejen engañar por el título del capítulo, en realidad estará dividido en dos partes y en la segunda es donde, de nuevo, todo el sexo sensual y romántico que no les he dado aún (no, aún no les he dado escenas de amor bien hecho) será visto por fin.
Sin más, les agradezco sus reviews. Sé que ansiaban que actualizara y aquí está.
¡Ya muero porque lean!
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"... Creating chaos just to prove we're alive
Demolition of a delicate kind
Midnight confessions keep on blurring the line
Say you're here on my side
Want you here on my side
You keep my heart under the cover of night
Could be the devil in a clever disguise
Temptation leads us, it's too late for goodbye
Say you're here on my side
Want you here on my side
Come undone with me
Diving into destruction
Come undone with me
In the state of seduction
Come undone with me ..."State of Seduction fragment by Digital Daggers
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Pasé la noche encerrada en la habitación donde Kylo Ren me había poseído. No se había presentado de nuevo y únicamente había hecho que uno de los guardias dejase en el suelo un cambio de ropa. El mismo atuendo sencillo de color negro, variante en algo interesante. Estaba completamente cubierto. A diferencia de los atuendos anteriores que me había dado, en general descubiertos, este atuendo cubría completamente el pecho y los brazos y contenía un pantaloncillo no corto como antes, sino largo hasta los tobillos y no ceñido.
Sabía que él no deseaba que nadie me viera entrenar como él lo hacía.
Aparentemente estaba recluida, secuestrada de nuevo como un rehén. Me senté, fastidiada, en el sofá y miré a la puerta atentamente, concentrada en un pensamiento.
"Sácame de aquí. Tengo hambre y tenemos que hablar".
Pero no hubo respuesta.
Comencé a meditar, cosa que acostumbraba a hacer cada mañana desde antes de llegar a la fortaleza de Meliard y justo a la mitad de mi sesión de meditación, Kylo Ren se presentó, pero no estaba solo. Le acompañaba esa soldado, Phasma, que tenía total control de las tropas de la Primera Orden. Militarmente, la Capitán era su mano derecha. Lo que sea que estuviese tramando, me incluía, o de otro modo no la habría llevado a donde me había encarcelado.
- Rey, tenemos que irnos – Y me lanzó una túnica idéntica a la suya, obscura y larga. Al caer junto a mí hizo un ruido metálico contra el suelo que me hizo darme cuenta que, envuelta en ella, se encontraba una simple máscara, también metálica, con ligeras líneas en cromo, similar a la suya pero de un diseño mucho más fino y que únicamente cubriría mi rostro y no toda mi cabeza – Ponte eso. Esta es tu primera misión contra la Resistencia.
- No estoy lista todavía – dije, mirando desconfiada a la Capitán – Además, tengo que hablarte.
- ¿Cómo es que te diriges a nuestro líder de esa manera irrespetuosa? – La capitán se acercó a mí. Su voz denotaba rigidez y firmeza, pero de inmediato detecté un dejo de enojo muy peculiar. Su estatura era imponente. Yo apenas medía un metro y sesenta centímetros y calculaba que ella medía casi dos metros de altura. Pero no me dejé amedrentar y la miré fijamente como si pudiera ver detrás del visor de su casco. Sondeando sus pensamientos, pude darme cuenta que tenía un enorme respeto por Kylo Ren y admiración, mucha admiración para ser sólo su segundo al mando. Sin embargo, él no hizo nada por intervenir.