IT'S A MATCH [BRIGHTWIN]

11: Enfermo.

Capitulo 11

[ La mayor declaración de amor es la que no se hace

El hombre que siente mucho, habla poco.

-Platon.]

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Creo estar viviendo un dejavu.

Cuando desperté y mi cama estaba vacía lo primero que me pregunte fue si realmente había vivido todo eso en la fiesta. El dolor en mi cabeza y el gusto amargo de mi boca me dicen que es muy probable que sea así, pero en cuanto a Bright, de nuevo siento como si todo hubiera sido un sueño. Su ropa ya no estaba, ni las tabletas de medicina, él se había encargado de llevarse todo y si hubiera sido posible, estoy seguro de que habría arrebatado las sabanas con su perfume para poder eliminarlas de mi vista también.

Nuevamente me digo que no esperaba menos, pero esta vez tengo un as bajo la manga, ya que mientras Bright dormía plácidamente y yo me perdí varios minutos en mis pasamientos, se me ocurrió en uno de ellos la idea de tomar prestado su celular. Tuve el presentimiento que esto iba a pasar, así que antes de que escapara o se descuidara en su recuperación, me llame y guarde su número para que al despertar de esta manera, al menos, pudiera localizarlo.

Puede que no lo tome tan bien, pero realmente no me importa, pienso que la salud como el cuidado debe ser el punto principal de todo esto, y con lo que lo conozco, dudo que tome en cuenta ello a menos que lo persiga. Normalmente no soy tan molesto, pero el pensamiento de ser molido a golpes por los de arte al ser la causa de que su capitán se pierda otro año es, como decirlo, aterrador y preocupante. Hasta puedo apostar que usaran mi cabeza como su balón de futbol durante todo el año, y entre eso o que Bright me insulte hasta morir, prefiero mil veces que ocurra lo último.

Para mi mala suerte, como la noche anterior me había dormido con los auriculares puestos, mi batería estaba muerta y tuve que conectarla para que cargara lo suficiente para llamar. Tenía al menos unos minutos hasta que se llenara al menos un 10%, así que opte por despojarme de mis ropas y caminar hacia mi baño para darme una ducha. Tenía el cuerpo aun pesado, pero luego de cepillar mis dientes y meterme debajo de regadera sentí como si el agua tibia se llevara poco a poco mis malestares, entrando en un perfecto estado de relajación.

Ya no había dolor de cabeza, ya no me sentía cansado y por sobre todo, lo más importante, ya no estaba Bright en mis pensamientos.

Todo parece estar bien hasta que unas manos toman mi cintura y me hacen saltar en mi lugar dando un grito de miedo. Mi cuerpo por reacción tira un codazo hacia atrás para ser liberado y estoy a punto de golpear a alguien cuando me detengo al voltear, encontrando con la imagen de un adolorido Bright agarrándose su costilla; la cual seguro fue la zona que golpee.

-¿¡ACASO ESTAS LOCO!? –Regaño, sin pararme a pensar en el detalle de que esta aquí y que no solo está en mi ducha ¡También está desnudo como yo!

-Mierda ¿No te han dicho que debes tratar bien a los heridos?- Es su primera queja mientras que se incorpora frotándose.

-¿¡Y no te han dicho que no debes asustar así a la gente!? ¿¡Qué se supone que haces aquí!? Pensé...- Mis palabras se atoran en mi garganta cuando sus labios van a los míos y los sellan.

Soy empujado por su cuerpo, dando un paso hacia la regadera a mis espaldas y debajo de esta, mientras que las gotas de agua caen sobre nosotros, son sus manos las que vuelven a mi cintura para atraerme a su cuerpo. Muchas veces he pensado que se sentiría un beso bajo la lluvia y aunque esto no se acerca en nada a mi ideal, no puedo negar que mi corazón esta latiendo como si mil caballos de carrera estuvieran trotan en él. Aun no puedo identificar si se trata del susto o de la adrenalina que me provoca que estemos los dos en esta situación, lo que sí sé es que su boca es tan atrayente, sus labios tan suaves y saben tan bien cuando se mezclan con el agua, que no puedo no sentir como caigo en su juego; en ese que solo busca callarme y dejarme hipnotizar por él.