Besos Robados (Suerte #7.6)

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Cap (2/2)

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Haberse ido de copas la noche anterior definitivamente fue una muy mala idea. De hecho fue la peor idea que se le pudo haber ocurrido jamás. En la mañana no se lo pareció tanto, quizá porque pudo escaparse de la práctica matutina. Lo que no fue así por la tarde. En donde el entrenador fue totalmente brutal.

El dolor de cabeza volvió junto a los mareos y peor aun, las ganas de vomitar. Así que se había sentado en una banca rogando al cielo y todos los santos no terminar derramando sus tripas en el suelo de los vestidores. Sabía que sus compañeros jamás olvidarían eso. Incluso logró que Randy y Sebastian se acercaran preocupados y le preguntaran si estaba bien.

Pero lo que lo ayudó del todo fue la aparición de Vic Liberman que en menos de veinticuatro horas volvía a salvarlo de hacer el ridículo. El chico se ganó su total gratitud cuando le entregó aquella botella de agua y la barrita de cereal. Le tomó un rato calmarse y lograr estabilizarse, así que para cuando fue capaz de ponerse de pie e ir a las duchas. La mayoría de sus compañeros se habían marchado.

Cuando salió de los vestidores listo para ir a casa, se topó con la sorpresa de que Vic Liberman lo esperaba afuera, en la banca junto a la entrada y en cuanto lo vio, se pusó de pie.

—¿Cómo te sientes?— preguntó el rizado con seriedad y eso hizo sonreir a Reiner de manera brillante.

No la cabía la menor duda de que Vic no era el idiota que siempre había creído. Era amble, nada que ver con el tipo ceñudo que era cuando estaba en compañía de Raúl Danields y eso solo le causaba mucha curiosdad.

—Mucho mejor — respondió alegremente. —Ahora que mi mejor amigo está aquí.

Vic rodó los ojos y empezó a caminar buscando la salida del lugar. Reiner lo siguió felizmente. No mentía, se sentía mejor ahora y sabía que eso se debía en gran parte a la barrita de cereal que el rizado le dio. Haberse saltado el almuerzo era una cosa que no debió haber echo, pero no se había sentido demasiado bien.

Caminaron en silencio unos cuantos metros hasta que vieron aquella bizarra escena desarrollandose un poco más allá. Se trataba de Keidan Evans siedo lanzado al suelo por el otro novio de Randy. Si se lo preguntaban, Reiner aun estaba un poco alucinado al saber que su quarterback era gay y no porque tuviera algo en contra, sino porque simplemente fue tan sorpresivo y más aun cuando resultó que no solo era novio de Anderson Cormack, sino que también salía con el hermano mayor de Sebastian Clearwater.

Por otro lado, Reiner admiraba la manera en la que Randy había alzado la cabeza negándose a aceptar que alguien tirara mierda sobre él. Eso era como la cosa más genial que Reiner había visto en su vida. Se alegraba por el rubio, ya que ahora se le notaba más feliz y relajado que antes.

La escena se desarrolló rápidamente y al final Evans se marchó con el rabo entre las patas. Lo siguiente fue que Randy estaba siendo besado apasionadamente por el Clearwater mayor.

—Sabía que eso sucedería en cualquier momento — dijo Vic con tono divertido.

—¿A qué te refieres?

—A Evans siendo puesto en su lugar. Aunque si me lo preguntas, creí que sería Cormack quien lo mandara a la mierda— asintió estando de acuerdo. Evans había estado detrás de Randy desde que lo conoció, en algún momento alguien debía marcarle los límites.

—Siempre creí que eras un idiota prejuicioso como Danields — susurró decidido a sacarse esa duda de encima. Después de todo recordaba la manera en que tanto Vic  como Danields habían sido bastante idiotas con Sebastian.