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Aprovecho para contarles que la próxima semana no actualizaré. Se lo hago saber para que no se queden esperando. Así que probablemente nos leemos hasta dentro de quince días en ambas historias.

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"Hablaré contigo el lunes". Ese fue el último mensaje que Remi le había enviado el viernes y de eso hacía casi una semana. Y en todos esos días, Vic no había vuelto a hablar con él. ¿Lo había visto? por supuesto que si, pero cada vez que intentaba acercarse y hablar con él, Remi encontraba la manera de evadirlo. Se volteaba para hablar con alguien más, se excusaba diciendo que tenía algo que hacer o simplemente se iba corriendo.

¿Qué carajo se supone que Vic debía hacer?

Estaba siendo paciente, estaba dándole espacio para que el chico solucionara lo que tuviera que solucionar y volviera a acercarse por su cuenta. Pero Vic estaba hartándose de eso. Extrañaba a su amigo. Echaba de menos lo bien que lo pasaban juntos, las charlas sin sentido. Las tardes tendidos en el sofá simplemente pasando el rato. Extrañaba profundamente sus besos, sus ocurrencias, su sola presencia. Y eso lo llevaba a estar irritado, abatido...completamente distraido. Tanto que los profesores le habían llamado la atención un par de veces debido a lo poco que prestaba atención a sus clases.

La peor parte de todo es que ahora veía a Remi pasar mucho tiempo con Darren y eso lo carcomía por dentro. ¿Acaso Remi lo había cambiado? Y si era así, al menos pudo habérselo dicho en lugar de dejarlo con la intriga. Completamente confundido preguntándose si es que acaso había hecho algo malo y por eso el castaño había impuesto esa distancia entre ellos.

Por eso aquel día, un desabrido jueves mientras se cambiaba para su práctica de la manañana, observó como más allá Remi hablababa animadamente con algunos de sus compañeros, especialmente con Keidan Evans, el que hacía un par de meses se había convertido en uno de los nuevos integrantes del equipo, como receptor. No es que Evans le desagradara, de hecho no había hablado con él lo suficiente como para saber si le agradaba o no, sin embargo en aquel momento estaba teniendo algunos pensamientos poco amables hacía él, además de sentir un poco de envidia porque el chico estaba consiguiendo la atención de Remi.

Se colocó las hombreras ajustándolas bien y luego se colocó la camisa del uniforme. Su ceño estaba fruncido y su mandíbula apretada. Y eso solo fue a peor cuando Danields se sentó a su lado en la banca. El tipo había estado comportándose bastante molesto los últimos días. Era como si estuviera siguiénsolo y ahora que Remi no le hablaba, Vic no tenía ninguna excusa para rechazar todas las invitaciones que Danields le hacía para irse de fiesta. Al menos ninguna excusa que fuera amable, porque mandarlo a la mierda era bastante tentador.

—Voy a invitar a Sadie a salir esta noche — dijo Danields y eso atrajo la atención del rizado.

Sadie Goldstein era una hermosa chica de cabello castaño e inteligentes ojos azules. Chica que era ex de Sebastian Clearwater. Chica que al parecer odiaba con todo su ser a Raúl Danields y lo había bateado en varias ocasiones. Vic de verdad no entendía como es que al tacleador no le entraba en su dura cabeza que Sadie no quería nada con él y que nunca lo querría. Era de cierto modo deprimente y patético que aun pretendiera tener algo con ella.

—Creí que te habías rendido por fin— comentó en tono bajo.

—Ella caera, Liberman. Solo es cuestión de tiempo.

—Realmente no creo que vaya a cambiar de opinión y de cualquier manera ¿por qué sigues tras ella? — Observó detenidamente a su pseudoamigo. Esos ojos oscuros que parecían irritados todo el tiempo le devolvieron la mirada. Vic siempre había creído que si Danields utilizara la mitad de esa determinación que tenía de joder y juzgar a todo el mundo, en ser una mejor persona, sería un poco más agradable. E incluso tendría amigos reales, no solo seguidores que le temían y por eso se mantenían cerca. Claro que tampoco lo imaginaba siendo bueno, era como algo poco probable, sino es que imposible. —Creí que odiabas andar detrás de las chicas y rogarles.

Besos Robados (Suerte #7.6)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora