Cap (5/5)
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Cuando leía el libro que su hermana le prestó, una frase llamó su atención: "Quiero sentirlo por días". Lo cual era dicho por uno de los protagonistas cuando de sexo se trataba. Y aquel día, mientras se sentaba en una de las muchas bancas regadas por todo el campus, Remington Reiner por fin pudo darle sentido a dicha frase. Porque, joder. Habían pasado casi dos días desde que Vic había trabajado a fondo su virginal trasero y luego de la práctica matutina, Remi estaba seguro de que seguiría teniendo problemas para sentarse y caminar derecho por un par de días más.
Claro que esa pequeña molestía no era suficiente para arrepentirse de lo que sucedió con su amigo. Es más, había tenido lesiones físicas mucho más dolorosas gracias a juego. Así que podía soportarlo. Y para que negarlo. Si la oportunidad se le presentaba de nuevo, iba a tomarla con las dos manos. Literalmente, iba a tomar a Vic con sus dos manos porque lo que tenía entre las piernas no era pequeño.
Se rió de si mismo por estar teniendo esos pensamientos tan temprano. Además no sería bonito añadirle una erección al hecho de que que debía caminar lento.
Estaba preparándose para ir a su siguiente clase cuando Darren se acercó corriendo hacia él. Llevaba una enorme sonrisa en el rostro.
—Hey, Reiner.
—Hola— últimamente no había tenido tiempo de hablar con el chico ya que todo su tiempo libre se lo dedicaba a Vic. Bueno, no es como que se sintiera culpable por eso. —¿No vas a clase?
—Si, solo quise aprovechar que te vi para decirte que mamá quieres que vayas a cenar a casa el viernes.
—¿Y eso?— lo preguntaba por curiosidad, porque obvio que iría. La mamá de Darren cocinaba exquisito. Era de ascendecia italiana por lo que era todo un deleite probar su comida. —¿Por fin se dio cuenta de que está enamorada de mi? ¿Debería empezar a llamarte hijo? Aunque eso va a ser tan jodidamente raro...bueno, no importa. Me aseguraré de que nos llevemos bien, campeón.
—Oh Dios, acabas de provocarme un trauma severo— el rubio se estremeció — Y para que lo sepas, mi papá te asesinaría si dices algo así frente a él.
—Creo que amablemente rechazaré la oferta— dijo fingiéndose asustado. El papá de Darren era un tipo genial que disfrutaba bromeando con Remi, por lo que no le preocupaba hacer enojar al hombre con alguna de sus bromas.
—Mamá hará salsa pesto y ambos sabemos que amas la salsa pesto— ugh, su amigo sabía que la mejor forma de llegar a él era por medio de la comida. Quizá en su vida pasada fue un gordito feliz y comelón. —Y la invitación es porque le dije que salvaste mi trasero de vivir bajo un puente. Así que esa es su forma de agradecerte.
—Okey, será un gusto cenar en tu casa ¿A qué hora debo llegar?
—Bueno, igual puedo esperar a que termines tu práctica del viernes y vamos juntos.
—Eso suena bien para mi— pasó uno de su fuertes brazos sobre los hombros de Darren. En parte porque era una costumbre, pero también porque ese soporte le ayudaba con ese pequeño dolor en las caderas. Aunque era un poquito complicado dado a los centímetros que el chico le sacaba en altura.
—Oye, Reiner ¿Por qué caminas raro?
—Tuve una práctica dura. Ya sabes, me taclearon un par de veces — sonrio recordando la manera en que Vic lo había tacleado contra la cama el sábado. Un cosquilleo agradable viajó por su espalda. —Me lastime un poco la cadera y pues ya ves.
—Ahora caminas como pingüino.
—Eso no es...— hundió la mano en la cabeza del rubio y revolvió con ímpetu.
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Besos Robados (Suerte #7.6)
RomanceHistoria que forma parte de la saga suerte y está deriva especificamente de "Más que amor (Suerte #7.5). Porque lo improbable puede llegar a ser maravilloso. NO Copias NO adaptaciones Todos los derechos reservados