Cap (1/4)
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Aquel día no estaba siendo demasisdo bueno para Vic. Joder empezó de la peor manera posible cuando la alarma de su teléfono no sonó y se levantó terriblemente tarde porque ni siquiera su reloj interno le fue de ayuda, lo que lo llevó a perderse la práctica matutina. Luego se fue sin desayunar porque de lo contrario tampoco iba a llegar a su primera clase del día, en donde debía entregar varios trabajos importantes. Para la tercera hora de clase ya se las había arreglado para casi caer por unas escaleras y también había conseguido que la tinta de uno de sus bolígrafos se regara por su mochila y terminara por impregnar varios de sus cuadernos y había dejado una enorme mancha en su sudadera favorita.
Para cuando estaba tomando un pequeño receso antes de su última clase, osea el almuerzo, Vic estaba convencido de que algún estúpido espíritu maligno se había apoderado de él y por eso su día estaba tan jodido. Era tanta su frustración que a la siguiente persona que se acercata a él, iba a mandarla a la mierda. Y para rematar las cosas, probablemente perdería más de la mitad de su almuerzo porque había olvidado su portátil en el auto y la necesitaría para la próxima clase. Lo que era una auntentica putada si se tomaba en cuenta que debía ir hasta el estacionamiento trasero que fue el único donde encontró lugar para estacionarse aquella mañana. De solo pensar que debía recorrer a pie todo el camino, unos quince minutos en total, le daba dolor de cabeza. Pero al mal paso darle prisa ¿no?
Correcto.
Iba a medio camino cuando su teléfono empezó a timbrar. Lo extrajo de su bolsillo sin siquiera averiguar de quien se trataba.
—Diga— respondió en tono plano porque no tenía ganas de ser amable con nadie.
—Hola para ti también, ricitos.
El efecto fue inmediato. Una lenta sonrisa empezó a extenderse por el rostro del receptor. Durante todo el fin de semana, Remi Reiner había estado enviándole una infinidad de mensajes, algunos ni siquiera tenían sentido. Pero aun con todo, Vic había respondido cada uno de ellos, la mayoría con un emoji rodándo los ojos. Luego estaba ese estúpido mote que le había puesto "ricitos", eso lo hacía rodar los ojos en la vida real.
—Wow, creí que hoy no tendría que soportarte. Por eso me salté la práctica de la mañana— dijo en tono burlón, pero se arrepintió cuando la línea se quedó en silencio —Oye...
—¿Es eso cierto? ¿Soy demasiado molesto y por eso faltaste?
Maldijo mentalmente al escuchar el tono herido y dudoso de Remi. Se detuvo olvidando por un momento su portátil y lo urgente que era ir por ella. Eso sino es que había olvidado la maldita cosa en su casa, lo que no era imposible teniendo en cuenta como había estado trascurriendo el día.
—No, tonto — ni siquiera fue consciente de la manera en que su voz se suavizó— falté porque mi maldito teléfono decidió no activar la alarma. Así que no me dio tiempo a llegar para la práctica.
—Ah, yo creí que...— el chico carrapeó y su tono usualmente animado volvió. —¿Entonces almuerzas conmigo?
—No puedo— su estómago protestó por eso. Se estaba muriendo de hambre— estoy yendo al estacionamiento trasero para buscar mi portátil. Creo que no me dará tiempo a almorzar.
—Suena como que has estado teniendo un mal día.
—No tienes la menor idea. Todo me ha salido relativamente mal desde que me levanté— empezó a caminar de nuevo.
—Umm, no te preocupes. Conseguiré algo de comer para ti y nos encontramos a medio camino ¿te parece?
—No tienes que hacer eso, ojos de muñeca.
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Besos Robados (Suerte #7.6)
RomanceHistoria que forma parte de la saga suerte y está deriva especificamente de "Más que amor (Suerte #7.5). Porque lo improbable puede llegar a ser maravilloso. NO Copias NO adaptaciones Todos los derechos reservados