Besos Robados (Suerte #7.6)

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Cap (4/5)

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La semana siguiente, fue el turno de Remi para conocer a su suegros. Así que mientras terminaba de vestirse no podía dejar de sonreir entre emocionado y nervioso. No sabía si Vic lo presentaría como su novio o como su amigo, en realidad cualquiera de las dos estaba bien para él, porque estaba dispuesto a darle a su chico todo el tiempo que fuera necesario para sincerarse con su familia. Pero por sobre todo entendía que quizá aquel día no era el propicio, después de todo era el cumpleaños de la madre del rizado. Tal vez ella no apreciaría que le soltaran semejante bomba  precisamente ese día.

Se aplicó un poco de cera en el cabello para moldearlo un poco, luego se dispuso a marrarse las zapatillas deportivas cuando su teléfono vibró anunciándole la entrada de un texto.

Ricitos😍: Estaré ahí en diez.

Remi: Okey, ya estoy listo.

Terminó lo que hacía, alcanzó su mochila, las llavea y la billetera para poder ir al primer piso. A la cocina específicamente en donde había dejado algo que llevaría aquel día. Vic le había dicho que no era necesario, pero no puedes asistir a un cumpleaños sin llevar nada.

Mina estaba ahí enfundada en su unifirme de enfermera, aquel día era de un color lavanda suave. Su cabello rubio estaba arreglado en un trenza. En cuanto lo vio, la chica le sonrio ampliamente. Normalmente Mina era la única a la que no veía a menudo, pero eso era entendible dado que sus horarios en el hospital eran maratónicos y a veces llegaba tan exhausta que solo tenía fuerzas para buscarse algo de comer y luego ir a su habitación para dormir por las horas que tenía disponibles hasta que tuviera que ir de nuevo a ejercer su trabajo.

—Buenos días — saludó dándole un beso en la mejilla— ¿Preparándote para ir a trabajar?

—Si, hoy empiezo turno de 48 horas— respondió ella con una sonrisa tranquila.

—De verdad te admiro. No creo que que pudiera soportar tantas horas al pie del cañon.

—Créeme, tampoco creí que podría soportar algo así, pero que puedo decir. Me gusta lo que hago. Supongo que eso ayudaba mucho.

—Puede ser— abrió el refri y sacó el pastel que había guardado ahí la tarde antetior. —Oye—  dijo dejando el pastel a un lado sobre la isla, para luego ir a la alacena en donde tenía otro cuenco de acero inoxidable que su abuela le había dado la tarde anterior. — Nana me dio esto para que los compartiera con ustedes. Hay algunas con arándanos, sé que te gustan mucho.

—Aww, agradécele a Nana de mi parte— como no podía ser de otra manera, sus compañeros de casa conocían a toda su familia. Especialmente a Nana que se encargaba de enviarles postres cada poco como agradecimiento por ser buenos con Remi.

—Lo haré. Y si aun estás aquí cuando los demás se levanten, entregales el resto de galletas.

—Por supuesto.

De pronto el sonido del un claxón llego desde fuera. Sonrio inevitablemente sabiendo de quien se trataba.

—Me voy— besó de nuevo la mejilla de su compañera— Vic me espera.

—Ugh, quien fuera tú...o quien fuera él— ella se banicó el rostro— ahora entiendo eso que dicen que los más guapos estan tomados o son gais.

—Pero tu eres asexual, Mina— soltó una risita. La chica le había confesado eso hacía un tiempo.

—Ya sé, pero sigo teniendo ojos ¿sabes?

Eso lo hizo reir más fuerte mientras se alejaba. Sus compañeros de casa se habían tomado muy bien el hecho de que ahora estuviera saliendo con un chico. Es más, ni siquiera se sorprendieron por tal cosa, se limitaron de felicitarlo y acoger a Vic cada vez que se quedaba a dormir con él o pasaba de visita, lo que era bastante a menudo. No es como que Remi esperara a ser rechazado por amar a un chico, pero si le sorprendía un poco la fácil aceptación que había obtenido y no solo de ellos, de su familia, de Darren y Chiara quienes no dejaban de molestarlos cada vez que los veía juntos.