12|La calma antes de la tormenta

1.5K 143 109
                                    




En el gran comedor habían muy pocos alumnos desayunando. Dos de ellas eran Katherine Wood y Talia Edevane quienes habían decidido quedarse en Hogwarts durante la vacaciones de invierno. Ambas con razones totalmente diferentes.

—¿No es raro estar sin Annie?—le preguntaba Talia a Katherine durante su partida de ajedrez mágico.

—Estoy acostumbrada. Siendo de Gryffindor y pasando de castigo en castigo nunca tenemos tiempo para parlotear, no como Adhara y tú—se encogió de hombros e hizo su siguiente jugada—¡Bam! Jaque Mate.

—Eres muy buena jugando a esto. Yo apesto—se quejó.

—Annie me enseñó muy bien...—sonrió—Hablando de Annie...

—No quiero hablar del tema Katherine.

—¡Pero algún día tendrás que hacerlo!—sin querer le dio un golpe a la mesa—Perdona, no me gustan los secretos.

Talia suspiró y se acomodó su cabello detrás de su oreja, estaba nerviosa—No quiero destrozarlo Katherine.

—Al menos deberías dejarle claro que no van a durar mucho—la reprendió la castaña.

—Y tú deberías tratar de entenderme...

—No. Nunca lo haré Talia. Tienes la oportunidad de tu vida, ser lo que quieras ser, estar con quien quieras estar, hacer lo que quieras hacer...y lo vas a desperdiciar.

—No encajo en este mundo Kath—se lamentó la rubia—Quizá mi destino sea seguir los pasos de mis asquerosos padres.

La joven Wood terminó su desayuno y se levantó de su asiento. No podría nunca convencer a su amiga cabezota de quedarse.

—Haz lo que quieras Talia, pero si no le dices a Aaron que te vas a marchar, lo haré yo.

(...)

Dos jóvenes rubios caminaban a paso lento por el jardín de su casa, con la mirada perdida y los corazones heridos.

—Ella no se va a recuperar—fue lo primero que dijo Scorpius.

Adhara asintió y sin decir ni una palabra entró a la casa.

Oscura, solitaria y melancólica. Adhara caía por un abismo de emociones al recorrer la casa en donde creció y se formó como una mujer hecha y derecha.

Le preguntó a la elfina de la casa por el paradero de su padre. Luego de que los fuera a recoger a la estación no lo habían visto por más de dos horas. Ditzy, la elfina, le comentó que había hecho una visita rápida a San Mungo y que no tardaría en volver.

—Excelente—murmuró.

Volvió a salir de su casa, pero esta vez se sentó en las escaleras de la entrada, mirando hacia el ante jardín por donde su padre aparecería en cualquier momento. Ya fuera con buenas o malas noticias.

—¡Fantástico!—escuchó como Scorpius se acercaba.

Sin que Adhara lo notara, había comenzado a llover y Scorpius casi corría directo al interior, todo empapado—Pensé que estarías adentro—le dijo a su hermana.

—Estoy esperando que papá vuelva.

El rubio se sentó a su lado y agradeció que estuvieran bajo techo—¿Crees que vuelva con buenas noticias?—le preguntó.

Adhara Malfoy GreengrassDonde viven las historias. Descúbrelo ahora