AMG | 𝙇𝙤𝙨 𝙨𝙚𝙘𝙧𝙚𝙩𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙩𝙪 𝙛𝙖𝙢𝙞𝙡𝙞𝙖 𝙙𝙚𝙨𝙩𝙧𝙪𝙞𝙧á𝙣 𝙩𝙪 𝙫𝙞𝙙𝙖
Cuando la hija mayor de Draco y Astoria Malfoy comienza su quinto curso en el colegio Hogwarts de magia y hechicería las verdades de la familia de los Malfoy le...
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El tan indeseado día había llegado. Annie preparaba su bolso con todo lo que iba a necesitar para realizar los exámenes por los que había estado estudiando. Katherine no recordaba donde había dejado su uniforme y ya iba llegando tarde. Aaron esperaba a Adhara fuera de la sala común, porque de los nervios no podía ni caminar, y la rubia no se había levantado de la cama aún.
Aquel libro que Annie había robado de la biblioteca le robaba el sueño. No respondía ninguna de las dudas que la mayor de los Malfoy tenía. Solo la confundía más, y la dejaba deambulando en su propia mente.
Un libro lleno de hechizos oscuros y magia negra con la que seguramente podría acabar con aquel monstruo que perseguía a su familia. Pero, ¿valdría la pena correr el riesgo? Morir no estaba en sus opciones, pero si no había otra manera, era justamente lo que tendría que hacer.
Una chica de primero tocó su puerta, anunciando que su primo estaba esperándola afuera.
Con un gran suspiro puso ambos pies fuera de la cama, buscando su uniforme y peinándose el cabello con las manos temblorosas. Cuando se hincó en el suelo para buscar sus zapatos, la capa que le había "pedido prestada" a James apareció en su campo de visión. Aquel instrumento mágico nunca pudo ser utilizado por la joven...excepto esa vez...
—¡Ah!—se quejó la rubia.
Ahí estaba de nuevo. Ese sentimiento en su pecho que cada vez dejaba una marca más grande.
Se cubrió con sus brazos, intentando calmar su nerviosismo y temor y al cabo de uno segundos estuvo lista para enfrentar el día a día. Lamentablemente seguía siendo una adolescente y tenía que presentarse a dar los exámenes.
—¿Te quedaste dormida?—preguntó Aaron luego de que Adhara cruzara delante suyo.
—No. No tenía ganas de venir.
El gran comedor estaba más bullicioso de lo que esperaba y si quería repasar su libro de encantamientos por última vez tendría que buscar un lugar más tranquilo y pacífico.
Saludó a su suertudo hermano al cual aún le faltaban dos años para estar en su lugar, le robó una tostada y se dispuso a largarse de ahí.
—Adhara, ¿por qué tienes la capa de mi hermano?— le preguntó Albus antes de que la muchacha llegara muy lejos.
—Se la robé—respondió la rubia, mintiendo lo mejor que podía.
Albus sabía que su hermano nunca dejaría que Adhara se saliera con la suya, mucho menos robandole aquella capa que el tanto apreciaba. ¡Ni si quiera Lily tenía permiso de usarla sin autorización!
Sin decir otra palabra, la rubia salió del gran comedor. Se dirigió a la biblioteca donde sabía muy bien que nadie estaría haciendo un alboroto.