Estaba haciendo deberes en la habitación solo, porque Holly había ido a hacer algunas compras. Vivimos en un pueblo que tiene de todo pero es seguro, o por lo menos no roban ni agreden por lo que sé. Pero es lo bastante grande como para que no nos conozcamos todos. Estaba tan metido en mi trabajo de biología, tanto me sorprendí que me caí de la silla en la que estaba. Alguien había tirado a mí ventana una piedra grande, pero no lo suficiente como para romperla. Solo provocó un pequeño rasguño que no destacaba entre los otros. Abrí la ventana y vi a mis amigos, Drew y Angie.
- ¿Qué hacéis aquí chicos?
- ¿Se te olvidó? Hoy es la salida semanal - gritó en respuesta Angie.
Nuestra conversación tuvo que ser gritando, sino no me escucharían. Os explico. Un día a la semana cuando anochece, vamos a la playa. Para pasear y refrescar nuestros pensamientos. En realidad, vamos una semana a la playa y la siguiente a la montaña, así nos alternamos. Y justo hoy sí me había olvidado.
- Sí, lo siento pero tengo trabajo que hacer todavía.
- ¿No recuerdas tampoco la única regla de las salidas? - preguntó ahora Drew - Además, ¿es el trabajo de biología? ¡Es para la semana que viene!
Oh, claro que me acordaba. Solo había una regla. Esta consistía en que tenías que dejar lo que sea que estuvieses haciendo e ir. Lo pensé un poco, pero terminé cogiendo mis cosas y saltando por la ventana de mi cuarto.
No está muy alto, pero hay que tener cuidado en donde aterrizas. No vaya a ser que tropiece y caiga en los cactus de la vecina. Sería una tragedia más grande que la que interpretan mis amigos.- Y bien, ¿qué toca hoy? - dije rindiéndome. Sinceramente sí me había olvidado de eso.
- Hoy amigo mio, toca la playa, ¿dónde está Holly? - respondió Drew.
- Está haciendo unas compras, pero debería regresar en - empecé a decir pero un timbre en la puerta me interrumpió.
Mi hermana volvió justo en el momento exacto y Angie fue a por ella corriendo. La seguimos y ya estaban hablando de no se qué cosas. Alcanzamos a escuchar algo de Tyler Johnson, un chico bastante guapo de un curso superior.
- Ejem, ¿chicas cuánto os falta? - carraspeó Drew sabiendo que interrumpía y con algo de celos que casi no se notaban.
- Nada, ya dejé las bolsas dentro, podemos irnos - dijo mi hermanita.
Íbamos andando hacia la playa, e incluso Angie decía que llevaba bañador debajo para bañarse. Era principios de septiembre, pero le daba igual el fío que hiciese, es muy cabezota y si quiere algo lo consigue. Llegamos a la playa en unos 10 minutos, y cuando puse mis pies en la arena, me quité los zapatos y calcetines para sentir los granos de arena entre mis dedos. Angie ya se iba a quitar la ropa y al tocar el agua exclamó.
- ¡Está helada!
Nos reímos.
- ¡Te dijimos! - respondieron Drew y Holly.
- Seguro que no te atreves ahora - siguió diciendo Drew.
Nos lanzó una mirada desafiante y burlona, y cuando menos lo esperábamos se sumergió de un tirón en el agua. Reímos más fuerte, si le retas algo no se negará.
- Toma, pillarás un resfriado - dije tendiéndole una toalla cuando salía.
Asintió en agradecimiento pero, ¿a quién se le ocurre bañarse en el mar a estas horas, y con este tiempo? Definitivamente a alguno de nosotros. Hicimos un castillo de arena entre todos, aunque salió muy deformado. Le hicimos una muralla e incluso lo adornamos con conchas que encontrábamos, pero al final la marea se lo llevó.
Por último, yo me senté en la orilla del mar, pero sin que llegarán sus olas a mojarme, y tan cerca que llegaba a percibir la brisa que creaban las olas al romper. Las veía ir y venir. Como el destino de las personas en tu vida. Vienen y van, aunque muy pocas se quedan a tu lado eternamente. Miré por encima de mi hombro y vi a mis amigos. Ellos estaban bailando sin música, pero como si hubiese un ritmo invisible a la vista y el oído, que tienes que escuchar con el corazón. Estaba pensando en Kaila, como si fuese algo normal que pensara en ella todo el tiempo se acercó Holly diciendo.
- ¿Kaila verdad? Es mala influencia hermano, además creo que deberías olvidarte de ella ya que solo te usaría.
Quizás debería olvidarla, quizás como dicen hay más peces en el mar y quizás y solo quizás, tenga razón mi hermanita. Aunque siempre la tiene así que no me sorprendería que con esto también. Sólo había un inconveniente, yo no quería jugar a este juego de no recordar, porque quería hacerlo aunque me doliera más que nada.
- ¿Por qué tienes siempre la razón hermanita?
- ¿Por qué siempre eres tan preguntón? - dijo a modo de broma.
En ese momento, me cogió de las manos para que fuese a bailar con ellos, Holly me cae genial pero en ese momento no quería bailar, aunque me obligó así que no valía un no por respuesta. Cada uno decía algo cotidiano cantándolo y bailándolo. Drew hizo como si se duchara, Angie estaba haciendo sacando a su perro Tie, Holly hizo de comer y yo, yo cantaba lo pesados que son los deberes. Por algo me gusta estas salidas, desconectas de todo lo que te rodea y me lo paso muy bien con las únicas personas que sé que no son como las olas. Nunca se esfumarse de mi lado. Después sobre las 12 am, nos quedamos contemplando la luna y nos hicimos muchas fotos con distintas caras. Angie y Drew cuando era hora de irse nos acompañaron a Holly y a mí a casa. Ellos se fueron hablando por la carretera juntos, porque vivían muy cerca el uno del otro y noté que Holly miraba a Drew de reojo, mientras entrábamos en casa. Nuestro padre, estaba en la cocina, la cual está cerca de la entrada, haciendo una ensalada ligera para la cena.
- ¿Qué tal os ha ido? - preguntó sin quitar los ojos de la ensalada mientras la aliñaba.
- Genial - respondimos los dos a la par. Tan al unísono sonamos algunas veces que parece ensayado.
Nuestro padre sabía de nuestras salidas con Angélica y Drew nocturnas. Sabía que llegábamos muchas veces tarde y por eso no se preocupaba. Fuimos a la mesa que estaba algo alta, nos subimos en los taburetes y empezamos a cenar. Papá trabaja en una fábrica de calderas por eso algunas veces viene a casa lleno de hollín. A nuestra madre, le parecía gracioso el aspecto de papá cuando entraba por la puerta de casa, así que le puso a mi hermana Holly por esa misma razón. Aún recuerdo cómo eran esos días de felicidad extrema, o por lo menos así lo percibía yo.
_Flashback_
Estaba en el salón, enseñándole jugar al uno a Holly cuando se escuchó de fondo un timbre. Miramos para atrás y vimos a mi madre caminando hacia la puerta. Nos miramos, y sabíamos qué significaba eso, nuestro padre había llegado de trabajar. Saltamos del sofá, tan rápido que tiramos algunos cojines al suelo y las cartas se esparcieron por toda la sala, pero ese momento valía la pena. Una sonrisa, casi tan ancha que no podía ser más grande, se creó en mi cara y en la de mi hermana. Corrimos hacia él, estaba medio agachado con los brazos abiertos decidido a darnos la bienvenida. Saltamos encima de él y nos fundimos en un cálido abrazo toda la familia. Después nos separábamos del abrazo, y nuestra madre nos mandaba a bañarnos pues estábamos sucios del hollín que tenía el traje de papá. Ellos se quedaban hablando en la cocina, mientras que mamá le preparaba un sándwich a papá para que descansase.
_Fin flashback_
_________
Nick Pers-Holiwi, ¿qué tal?
Espero que genial yo bien.
Quiero saber si os va gustando.Vota y comenta.
Hasta la próxima fénix oscuros.
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Un esclavo más (Editando)
Novela JuvenilLo que más hace falta a veces, es una escapada semanal con tus amigos para desconectar. Alejandro eso lo sabe bien, y tendrá que despejarse de sus sentimientos amorosos hacia Kaila. Entra para conocer la vida de este chico y sus aventuras, si se les...