Fuimos a nuestro banco de siempre -somos de costumbres- a hablar, contar chistes, qué habíamos hecho en la noche anterior, pues éramos algo enérgicos cuando el sol cae y así. De verdad que me tentaba, como si no fuese algo nuevo, mirar hacia donde estaba Kaila, algún día la conquistaría, lo sabía. Por ahora me tendría que aguantar con verla desde la distancia, aunque esta vez fue diferente. Cuando miré hacia allá Mar chocó su mirada con la mía y me saludó. Eso era nuevo, a mí nadie me saludaba porque no me conocían la mayoría creo. Tardé en reaccionar pero la saludé lentamente con la mano. Al hacer esto mi amigos me miraron.
- Estamos haciendo un teatro maravilloso y tú ni miras - dijo Drew aparentando estar enojado.
- ¿A quién saludas Alejandro? - preguntó Angélica con una expresión que insinuaba algo, como si pasara algo entre nosotros.
- Eh a Mar, me saludó por muy extraño que sea, y le devolví el saludo - expliqué.
Ellos pusieron cara extraña y Holly incluso ladeó la cabeza pensando.
- Lo sé, es raro - seguí diciendo.
- No es eso, bueno en parte si pero, ¿no te diste cuenta de que también sonrió en esta dirección? - dijo lentamente Holly.
Creo que esperaba que reaccionáramos ante lo que dijo pero ninguno lo pilló, ni siquiera Angie. Después la antes nombrada soltó un "ah" en modo de entendimiento alargando la "a".
- Es muy obvio ahora - dijo Angie.
Miré a Drew, parece que pensó lo mismo porque me miró también, no comprendiamos ninguno de los 2. Hice una seña con la mano para que explicara porque seguía sin entender.
- Venga ya, ¿de verdad? Parece que le atraes - explicó Holly algo cansada.
- Eso no puede ser, soy un don nadie - dije.
- Ahora que lo pienso, sí que podría ser amigo mío - sugirió Drew.
- Oh vamos, esto es traición, ¿estás con ellas? - me hice el ofendido.
- Lo siento hermano, las señoritas siempre tienen razón - dijo fingiendo lástima.
- Y yo que creía que seríamos hermanos hasta la muerte - dije muy dramático.
- Al final, hemos roto un bromance Holly - nos siguió el teatro Angie.
- No puede ser Angie, ¿cómo lograremos arreglarlo? - Holly también se unió.
- Pues lo haremos así - empezó a decir Angie con mucha determinación, y se quedó callada.
- ¿Qué pasa amiga? - preguntó Drew.
- Que, que... Que tendréis que esperar a mañana para saber la continuación - dijo como si estuviese anunciando algo en la televisión.
Hubo un silencio muy corto porque después nos reímos a carcajadas. Sonó otra vez el timbre. Ya era hora de volver a clases. Recogimos nuestras pertenencias y subimos hasta el aula. Esta vez alguien gritó mi nombre mientras se escuchaban pasos acelerados cada vez más cerca. Era una voz femenina que estaba medio entrecortada. Me giré y allí vi a Mar apoyada con sus manos en las rodillas para recuperar el aire que le faltaba por venir corriendo.
- ¿Qué pasa? - pregunté.
- Es que, te dejaste la chaqueta en el banco - dijo ella como pudo.
Miré su mano, que ahora estaba extendida hacia mí con mi chaqueta en ella, volví a mirar a Mar y dije.
- Gracias pero, ¿has venido corriendo solo para traerme mi, chaqueta?
- Ehm, no - reconoció - también quería decirte que me caíste genial, y si podía estar en vuestro grupo.
- Vaya ¿por qué quieres estar con nosotros? Eres popular no tienes necesidad de estar con nosotros.
- Es que, si te digo la verdad me estoy hartando un pelín de Kaila, siempre igual, además no me gusta nada que use a los demás para sus cosas personales.
Sí que se había desahogado. Por una parte la entendía pero por otra de verdad que me importaba que hablase así de Kaila, aunque fuese cierto. Al parecer lo notó por mi expresión facial y dijo.
- Sé que te gusta, se nota a kilómetros además soy observadora - su voz tenía un deje de tristeza.
Mis cejas dejaron de fruncirse y la miré compasivo. No sabía qué le sucedía, las chicas son un misterio sin resolver. Y ella no era la excepción. No sabía cómo hacerla sonreír pues me afectaba de alguna manera desconocida su tristeza. Cogí mi chaqueta y le dije sonriendo.
- Claro, puedes venirte con nosotros, cuando termine el instituto vas a la puerta del lado derecho.
- ¿La que está medio escondida? - preguntó algo confundida.
- Si esa, allí te estaremos esperando.
Y después de decir eso fui yo el que esta vez se fue hacia la clase medio corriendo pues ya llegaba tarde. La miré de reojo por última vez y estaba sonriendo, lo que provocó en mi otra sonrisa. Entré sin llamar a la puerta, y cuando iba a caminar hacia mi asiento la profesora Matche me detuvo.
- Alejandro, ha llegado tarde y no ha pegado a la puerta, salga y entre como es debido.
- Si señora - contesté fastidiado, odiaba que me hiciese eso.
Salí arrastrando los pies, me volví otra vez hacia la puerta y esta vez pegué 3 veces, como a ella le gustaba. Asomé la cabeza por esta y pregunté.
- ¿Se puede?
Ella con la cabeza alta y orgullosa, como si disfrutase cada vez que hace esto dijo.
- Ahora si alumno, - se dirige a la clase - así se entra por una puerta educadamente.
Desde la puerta, vi a Angie imitando la mientras que la profesora hablaba, sonreí maliciosamente. Cuando me senté la profesora empezó a hablar.
- Otra vez pasaré lista gracias a Alejandro, bueno:
Lisa Melch - se escuchó un aquí - muy bien.Bajó su cabeza hacia la hoja mientras con un boli ponía una raya para saber que vino, por segunda vez. Así pasó con la clase, Cristal Loan, Alberto Lich, Cristian González, etc. Algunos decían "aquí", otros "presente presidente en cuerpo y mente" y los graciosos "no está" o "no vino". Lo bueno es que la profesora les ponía negativos, pero en silencio para que no se diesen cuenta.
Cristian y Alberto, eran unos de los chicos que siempre estaba con Kaila siguiéndola. Eran altos y corpulentos, tanto que no parecían del curso, y se dice que son tan tontos que suspendieron principios de primaria por no hacer nada. Lisa es algo esquelética, y lleva gafas pero de color diferente cada día, es una chica que tiene mucho dinero. Cristal no es gorda pero es ancha de barriga, vamos ha decirlo así, lleva brackets pero no le hace falta. Sólo los lleva para alardear que ella puede pagarselos. Muy mimada la niña.
De vez en cuando, Lisa se me acerca a la mesa y presume de sus gafas de Ray-Ban que su te fijas en realidad pone Gay-Ball y ni cuena se daba. Otro día viene Cristal a clase, caminando mientras sacaba pecho para que se viese su camiseta Gucci, cuando ponía Gocce. Yo creo que no saben leer porque eso no se pasa de largo. Lo más gracioso fue cuando fuimos el año pasado a la playa, y Kaila llevó unas sandalias Supreme que le habían regalado. ¿Saben qué ponía? Super en la izquierda y Reme en la derecha, ¿adivinan quién se las dió? Si, Lisa. También iba con una sudadera a juego de Calvin Klein donde ponía Calvo Kalin que le dio Cristal. Aquí mucho decir que son adineradas pero marcas inventadas, mira, hasta me salió una rima.
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Nick Pers-Holiwi, ¿qué tal?
Espero que genial, lo de las marcas las puse porque yo las he visto, de hecho a mí me regalaron un paraguas Gocce jajajaja.
1244 palabras.
Hasta la próxima fénix oscuros.
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Un esclavo más (Editando)
Teen FictionLo que más hace falta a veces, es una escapada semanal con tus amigos para desconectar. Alejandro eso lo sabe bien, y tendrá que despejarse de sus sentimientos amorosos hacia Kaila. Entra para conocer la vida de este chico y sus aventuras, si se les...