Nos permitieron las chicas quitarnos los vestidos, después de mucho rogar he de admitir, porque eran muy incómodos aunque ahora llevábamos otros más sueltos. Drew casi rompe las medias por no ser cuidadoso así que se las quitó. Por fin era la hora de jugar, tenía nervios, conociendo a los amigos sabía qué tipo de preguntas harían.
- Primero chicos - dijo Mar sacando unas patatas fritas - el "yo nunca nunca" pero sin emborracharnos, se juega fácil, dices la frase "yo nunca, nunca..." con algo que en tu vida hayas hecho y quien sí, come patatas.
Todos asentimos pero Angélica se veía pensativa.
- Tengo una idea mejor, quién lo haya hecho, en vez de comer patatas tiene que bailar algo, - ahí empezamos a decir cosas como "qué fácil" "eso no es nada" - con una condición, con tacones.
Tenía una expresión de mucha maldad acumulada en el cuerpo Angie, ¿con tacones? ¡No sé usarlos! Pero no será para tanto. Holly y Mar se estaban quejando, tenían cara de horror, no entendía el porqué, sólo son unos zapatos altos. Ya está, pero bueno, quejicas. Al final accedimos todos, a regañadientes menos yo, quería probar lo que era sentirse usar eso, aquello que hacía tanto daño a las mujeres.
- Yo nunca nunca... He hecho el ridículo delante de mis padres - empezó Mar.
Nosotros cuatro nos miramos, habíamos hecho el ridículo delante de todos, sin exagerar, una vez en fin de curso, nos aprendimos un baile y la cagamos bailándolo frente a todos. Refunfuñando cogimos los tacones y al ponérmelos me sentí considerablemente más alto, eran unos 7 cm de tacón, al hacer un intento de ponerme de pie, como no tenía equilibrio caí. Holly se había puesto a bailar ballet lo que podía, practicaba desde muy pequeña.
Drew... ¿Cómo decirlo? Drew era Drew siendo Drew, él parecía que bailaba flamenco por los aspavientos que hacía para no caerse. Me daba risa, pero no quería reírme porque haría que me cayese otra vez. Cuando pudimos quitarnoslos lo hice con mucho gusto, sólo los tuve puestos los 3 min más largos de mi corta vida, y me dolían los pies como nunca.- Esto, - dijo Drew con el zapato en la mano agitándolo - es algo del demonio, por poco no me tuerzo un pie...
El tacón lo tiró con estrés, y salió volando hacia un cojín pensando que amortiguaría la caída, pero se clavó en él.
- ¡Se podría usar incluso de arma! - dije yo estupefacto por el agujero en el cojín provocado por el zapato - No sé si existe pero ya tengo miedo a los tacones.
- Exagerado, no que "¿No era nada?" - río Holly de nosotros dos - Mira como bailo y deléitate - e hizo una medio pirueta que solo nos dejó alucinando.
Mar le dió media vuelta al cojín con el agujero soltando un "Así no se notará, pero después lo coses tú Drew". Este solo respondió "Sí, señora" saludó de forma militar, algo que era gracioso porque en un lado era 7 cm más alto que en el otro, sólo se había quitado un zapato.
- Ahora voy yo, yo nunca nunca... - Holly parecía estar pensando para que los demás bailasen - yo nunca nunca he visto al que me gusta besarse con otra persona.
Le tiré una mirada de enfado a Holly y me tuve que poner los zapatos aquellos del demonio. Así pasaron muchos turnos y eran malvados, buscaban algo que los demás hubiesen hecho para que sufrieran con los tacones. Después de varios intentos ya no me caía, pero solo lograba dar uno o dos pasos como máximo. Y pensar que hay gente que se pone eso para ir a fiestas.
- No me volveréis a convencer de que acepte jugar cualquier cosa vuestra - dije mirando a las chicas.
- No prometemos nada. - se atrevió a decir Mar mientras las demás reían - Antes de jugar a verdad o reto vamos a añadir otro juego, tenemos que ponerlos los cascos con una canción a todo volumen e intentar cantarla a la vez.
- ¿Otro juego? Bueno, vais a ver mi hermosa voz - contestó Drew como diva.
- Más bien, vamos a tener que ponernos orejeras para no escucharte - río Angie, Drew le tiró una mirada desafiante.
- Siempre igual Angie - le reprochó Holly - ¿quién empieza?
- Ahora por hablar tú - intentó decir Mar, pero le costaba por la risa.
- Mejor me hubiese callado, ¿no Mar? Bueno, denme esos cascos - extendió la mano hacia nosotros y se los dimos.
Angie exclamó un "¿lista?" Y mi hermana su típico "nací preparada y siendo lista". Se puso los cascos, y al hacer esto su cara tuvo una expresión que duró muy poco, parecía decir "r.i.p mis oídos". Empezó a intentar seguir la canción, se sabía la letra pero la estaba gritando en vez de cantarla, así desafinó. El siguiente fue la diva de Drew.
- Vais a flipar conmigo, lo sé.
Hizo lo mismo que Holly, incluso la misma expresión de dolor de oídos, comenzó a cantar y el gato de Mar, de la impresión se despertó dando un bote. Drew se bajó los cascos y movió su cabello hacia atrás, pero como no le llegaba movió el aire. Me tocaba a mí, inspiré profundamente y me prepare para hacer el ridículo, cuando cantábamos lo grababan para que nos escucháramos.
Cuando los cascos rozaron mi orejas, se inundaron mis oídos de una música tan alta que al hablar, no lograba escuchar mi propia voz, ni siquiera una huella de ella. Estaba seguro que estaba gritando, ellos se taparon los oídos de tantos gritos míos y me puse a cantar, al terminar y ver el vídeo que me hicieron... No había sentido más vergüenza en mi vida. Cuando Mar tuvo que cantar parecía calmada, seguro que estaba nerviosa pero no lo aparentaba, ella fue la única que no gritaba al hacerlo.
Ahora pasamos al juego de verdad o reto, ese juego tan típico en las fiestas de pijamas, ese juego que revelaba tantas cosas de ti mismo, un juego que podía hacer que pensaras en que te tragara la tierra. Mar trajo una ruleta que tenía, esta se dividía perfectamente en "verdad", "reto", "beso" y "pozo".
El "beso" quería convencerlos de que fuera solo "abrazo", pero no pude hacer que cambiaran de opinión. Sólo esperaré que no tenga que besar a nadie, y menos a Mar. No quería dar mi primer beso por un juego, pero al parecer así quería el destino, ¿o no?_______
Nick Pers-
Holiwi, ¿qué tal? Espero que genial, yo bien.Pobre gato, no tenía culpa de escuchar a Drew cantar jajaja.
1095 palabras
Hasta la próxima fénix oscuros.
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Un esclavo más (Editando)
Novela JuvenilLo que más hace falta a veces, es una escapada semanal con tus amigos para desconectar. Alejandro eso lo sabe bien, y tendrá que despejarse de sus sentimientos amorosos hacia Kaila. Entra para conocer la vida de este chico y sus aventuras, si se les...