𖣔❫ཱི𝐘𝐨𝐤𝐨 ──[Kιmᥱtsᥙ ᥒo Yᥲιbᥲ]

Ｍａ́ｓｃａｒａ ｂｉｃｏｌｏｒ

-¡Iguro-San, le vas a hacer daño!- decía Shinobu al ver al Pilar sujetando el cuello de Yoko con un brazo y manteniendo al Kamado en el suelo con el otro, Yoko se quedaba sin aire por aquella llave que no había podido detener ni con la fuerza de sus brazos.

-Ven demonio... aquí tienes sangre, de la que más te gusta- decía el Pilar mientras mostraba su brazo sangrante a la pequeña demonio que le veía con un apetito voraz, Yoko solo miraba en pánico, si le atacaba iban a matar a ambos, a los tres mejor dicho.

-¡N-Nezuko!- dijo roncamente, si moría por falta de aire al menos los hermanos iban a sobrevivir -¡No lo hagas Ne...zuko! ¡Resiste! ¡Por favor!-

Iguro apretó fuerte el agarre en su cuello, ella se removió dolorosamente debajo él quien solo vio como la máscara de Yoko rodo por el suelo revelando las pequeñas lagrimas de sus ojos y aquella mueca ida de Yoko, Iguro la soltó sintiendo su cuerpo rodar por el costado de el y la respiración pesada y dolorosa que ella sacaba, ella se movió un poco para tomar su máscara y se arrodilló en el suelo tratando de no llorar.

-Nezuko... si puedes oírme... si prometes que no comerás a nadie y puedes contener tu instinto te regalaré mi máscara... la que tu querías que te diera... ¿Si?- susurro a un tono audible para todos, los pilares se vieron conmovidos, esa máscara era lo último que ella tenía de Kasuki, pensaron, no quisieron detenerla, no quisieron frenarla por lástima -Toma, Nezuko, Toma-

La colocó en el borde de aquel balcón, viendo como la demonio hizo un gesto de negación mientras veía hambrienta el brazo del muchacho, volteando la mirada a ella, acercándose tambaleante a donde estaba Yoko, sujetando la máscara en manos mientras la veía con ojos brillantes.

-La demonio ha apartado la mirada y ha aceptado la promesa de Yoko- dijeron las niñas, haciendo que el patrón se sonriera suavemente, enternecido con lo que pasó.

-Nezuko- sonrió bajo ella y se acercó a ella, besando su frente, recibiendo las manos de la demonio sobre sus mejillas, viendo que ya se había puesto la máscara -Jeje, te ves muy linda, Nezuko-

Luego de una pequeña charla unos Kakushi se llevaron a Nezuko y Tanjiro para ser curados, Yoko se tuvo que quedar por órdenes del patrón, solo esperaba que no fuera para prohibirle convertirse en Tsuguko.

-Como ya sabrán Kasuki lleva... bastante tiempo... perdido, es por ello que, Yoko, te quería preguntar ¿En serio deseas convertirte en Pilar?- preguntó Kagaya mientras se alzaba de su sitio, siendo llevado junto a Yoko por sus hijas -No importan promesas, no importa nada que hayas hecho... ¿Quieres serlo?-

Yoko miro bajo, tomando aliento, su tío puede que no estuviera muerto y ellos aparentemente no conocían el hecho de que fuera convertido en demonio, quizá porque su cuervo no lo notificó, o porque el cuervo de Kanae se vio perdido... quizá por ello, debía seguir con la farsa de hacer creer que estaba muerto.

-Es el legado que ha dejado mi tío para mi, y más que una promesa fue un regalo el haber entrenado con el... lo quería y lo quiero... y si, yo, Yoko Sato Sunazuka me convertiré en el Pilar Zorro- dijo decidida.

-Cuanto fuego- dijo Rengoku.

-¡Que amor más puro!- pronuncio Mitsuri emocionada.

-¡Que jovencita tan extravagante!- exclamó Usui.

-No se si ese sea un pájaro o una mosca, pero es bonita- todos se quedaron helados al oír a Tokitou, el patrón soltó una pequeña risa, quizá divertida o incomoda, pero a Yoko le encantó, era como ser abrazada por la mismísima tranquilidad.

-Vayan a descansar, Yoko, acompáñame por favor-

Y ella fue detrás del patrón mientras los pilares se retiraban, ella fue guiada por entre la inmensa mansión de la cede, llegando a lo que parecía ser la habitación de Kagaya, sentándose junto a él en un balcón en aquel lugar donde esperaba una mesa con té y Onigiri, Yoko tomo asiento frente al patrón quien fue a tomar la tetera caliente.