𖣔❫ཱི𝐘𝐨𝐤𝐨 ──[Kιmᥱtsᥙ ᥒo Yᥲιbᥲ]

Ｅｌ ｐｉｌａｒ ｄｅ ｒｏｃａ

—Tienes que aprender a controlar tu ira, Yoko... con esa mentalidad yo fui convertido en demonio, se que tú no quieres eso— le dijo Kasuki a la jovencita, quien caminaba a su costado con la mirada baja, el Pilar llevaba en su mano una sombrilla, para evitar los pequeños rayos de sol que traspasaban entre las hojas del bosque, a lo lejos se escuchaba una cascada, el lugar del entrenamiento.

—Si, Tío, no volverá a repetirse— dijo apenada, caminando hacia aquel sitio, el muchacho demonio prefirió quedarse en la sombra de aquellos enormes árboles antes que ir a saludar a Himejima, tenían buena relación, no eran muy cercanos pero el gigantón era agradable de tratar, al menos devolvía los buenos días, no como Sanemi o Tokitou.

Yoko quedó atónita, los muchachos debajo de la cascada manteniendo una posición de espalda erguida, Himejima cargando troncos sobre brazas ardientes, era increíble, y ella claro que quería tener esa fuerza, Himejima hizo una breve explicación sobre lo que iban a hacer.

—Lo más importante es el centro del cuerpo, o sea, las extremidades... estabilizarse con extremidades fuertes se convierte en ataques más letales y precisos, además de una defensa menos fatigosa— Dijo el gran hombre mientras mostraba a Yoko, la recién llegada las tres estaciones —Primero deberán ir bajo el agua de la cascada, luego deberán apatener tres troncos sobre sus hombros, y por último van a empujar esta Roca a través del pueblo... te deseo suerte, Yoko—

—¡Gracias Gyomei-San, me voy a esforzar mucho!— esa energía de cachorro emocionado enterneció al hombre, que por un segundo solto las bolas de su sacro Rosario y acarició la cabeza de Yoko, ella tenía la habilidad de llevarse bien con todos si quería, era divertido para ella tener un gran círculo de amistades, tantas que no podía ni contarlas.

Ella inició su entrenamiento, creyó que como Inosuke lo estaba haciendo podría soportarlo tan bien como él, pero apenas se metió ahí debajo sus pies se resbalaron por la fuerza de la cascada y le hicieron caer de espalda en las heladas aguas del río... pero no fue problema alguno, se colocó firme y se acercó al agua, entrando de golpe en la misma postura que los demás, sintiendo como el agua ejercía un peso descomunal sobre la espalda, tanto que el impacto sobre los hombros desnudos de Yoko enrojecían su piel, gruñó con dolor, sería difícil pasar esas pruebas.

Le tomó horas de cántico y esfuerzo para adaptar su cuerpo a la fuerza de la cascada, tuvo que ayudar a un par de chicos junto con Kamado para que no murieran ahogados por las aguas del río, su cuerpo dolía como el infierno, sin embargo se rehusó a sentarse o abrazar las rocas para pasar el frío, solo se sentó junto al agua mientras temblaba, inhalando y exhalando suavemente, todos la miraban, se volvió el tema de conversación de los cazadores rápidamente.

—¿Crees que vaya a morir? Es bastante débil, mírala... es solo una chica—

—Es una chica muy linda, no entiendo que hace aquí, fácilmente podría hacer mucho dinero si se casa con algún hombre mayor... no debería estar aquí con nosotros—

—Pobre de ella, se ve tan pequeña... me da lástima verla con frío... seguro se congelará—

—Va a morir—

—Morirá—

—Seguro la matara un demonio—

—Pobre—

—Su rango seguro es bajo—

—Está aquí solo por ser un Tsuguko—

—Solo entrena aquí por ser sobrina de un pilar—

Escuchó todos los murmullos, criticas y lamentos a pesar de haber caído en inconsciencia, aún con su espalda recta y ojos cerrados, su cuerpo dejó de temblar y con las palabras "niña linda", "debilucha" y "preferida" se levantó, observando los troncos.