Promesa a muerte

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Los ojos de Yoko se abrieron con pesadez, acomodándose en la cama y levantando su torso, su cabello estaba suelto y caía por sus hombros hasta tocar la cama ¿Que había pasado? ¿Ya estaba en la finca de Koucho? Pues si.

Luego de llegar ahí fue curada de las heridas y sometida a un par de transfusiones ya que había perdido mucha sangre, en ese tiempo ella padeció un desmayo que la dejó dos días en cama. Miro alrededor y Kamado seguía dormido así que decidió salir, al contrario de la última vez su andar fue normal, no tenía dolencias.

-Yoko-Chan ¿Qué haces fuera de la cama?- Preguntó Aoi con impresion de ver a la chica bebiendo agua en la cocina, tomando suavemente la mano de ella -Ven, deja que te lleve a la habitación, podrías caer y...-

-Tranquila, Aoi-San, me siento bien, no te debes preocupar- Le mostró una sonrisa cálida a la chica quien le soltó de inmediato.

-Te acompañaré de todos modos- dijo y camino junto a Yoko.

-¿Donde se encuentran Zenitsu e Inosuke? ¿Nezuko está bien?- Preguntaba ella mientras la chica solo miraba al frente.

-Inosuke regresó hace poco de una misión, tu amiga estaba afuera con las niñas... el chico Shigasugawa no ha querido comer los últimos días, no tiene confianza en nosotros- decía Aoi, mirando el débil sonrojo en el rostro de Yoko, viéndose algo sorprendida -¿Te gusta Shigasugawa Genya? Porque ese rojo no es normal-

-¡¿Eh?! ¡No! Es solo que pasó algo con el y... s-solo quiero saber en qué habitación se queda- dijo, tenía que darle un par de zopetones a ese idiota por todo lo que hizo.

-En la de la izquierda por este mismo pasillo, recuerda que deberías recostarte, apenas termines de hablar con él vete a dormir- dijo Aoi, retirándose tranquilamente de ese lugar hacia el patio con las demás niñas... Yoko fue hasta la habitación de Genya, dudando un segundo.

¿Y si no quiere hablar? Se preguntó a si misma la joven, mirando fijamente la puerta corrediza, decidió abrir lento y asomar su cabeza por la apertura, observando a Genya sentado mirando por la ventana, terminó de abrir, recibiendo una mirada del joven con algo de impresion, observandola con detenimiento.

-Yoko... ¿Qué haces aquí?- preguntó con asombro, siendo recibido por una bofetada de parte de la peliblanca que dejó enrojecida su mejilla -¿Eso a que vino?-

-Eso fue por besarme sin permiso ¿Como se te ocurre? Si Tanjiro lo cuenta y mi tío se entera me sacará de los cazadores de demonios- le regañó con molestia, cruzando sus brazos e inflando su mejilla izquierda mientras veía a Genya -Pero de todos modos te tengo que agradecer... salvaste mi vida y... te esforzaste para ayudar a Tanjiro y Nezuko-

Genya guardo silencio, viendo a la albina acomodar su cabello tras su oreja con un ligero rojo coronando las mejillas de la jovencita.

-Gracias, Genya-Kun- se mostró con una amable sonrisa al chico, quien le devolvió el gesto -Aoi dijo que no habías estado comiendo ¿Te sientes mal?-

-No es eso, solo no me llevo de lo mejor con las niñas y pues... me pongo algo nervioso- rascó su nuca, se le notaba que era tímido con las mujeres, siendo Yoko la excepción ya que paso tres días enteros con ella a un lado, ofreciéndole comida que no sabia de donde sacaba y una botella de agua que no parecía acabarse.

-Ya veo- se sentó al borde de la cama de Genya, jugando con sus dedos.

-Me entere de lo que paso con tu abuelo... lo lamento-

-Era inevitable... pude haberlo salvado pero... lo olvidé... ahora solo tengo esa caja que me dio... no se como abrirla- suspiró, la cerradura era extraña, una línea, y un Kanji que decía "asesino" debajo, quizá alguna llave con aquel signo era la que abriría la caja. Tenshi fue encontrado por Yoko mientras agonizaba, le dio a ella la caja minutos antes de morir... fue muy triste para ella... acababa de encontrarlo y ya lo había perdido.

𖣔❫ཱི𝐘𝐨𝐤𝐨  ──[Kιmᥱtsᥙ ᥒo Yᥲιbᥲ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora