Juntos por primera vez (final)

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-Genya, déjame abrir los ojos, me voy a caer- decía la albina entre risas, mientras era arrastrada por el emocionado muchacho, que firmemente sujetaba su mano para guiarle hasta lo que vendría siendo su nuevo hogar.

El pelinegro quitó la venda de los ojos de la albina que casi había caído al menos tres veces por todo el camino desde la entrada del bosque hasta aquella hermosa casa, de tatami impecable y acabado bellísimo, esa que Sanemi les había conseguido cerca de su finca.

-¿Qué te parece?- pregunto, viendo la cara de Yoko iluminarse con emoción.

-Es bellísima- murmuró -Me encanta, Genya-

Ingresaron en aquella casa los dos juntos, Genya trataba de frenar la emoción de Yoko quien ahora le arrastraba a él, la casa era muy acogedora, tenía al menos cuatro habitaciones sin contar la sala, a la albina realmente le encantaba, le recordaba a la casa de sus padres. Apenas haber explorado todo Yoko comenzo a hablar sobre el futuro, sobre tener un sembradío y un jardín de vegetales, Genya escuchaba atentamente con una sonrisa mientras ambos se encontraban tirados en el suelo, mirando al techo, con Yoko recostada agradablemente sobre su pecho.

-¿Como llamaremos a nuestros hijos?- preguntó el pelinegro.

-Si tenemos una niña quiero que se llame Emma- Yoko se volteó sobre el pecho del pelinegro para verlo a los ojos -Lo leí en un periódico sobre una artista extranjera, me gusta ese nombre... Emma-

-¿Y si es niño?- pregunto Genya, Yoko solo le miro esperando a que el decidiera alguno, pero el le dio la misma mirada insistente, haciendo que esta riera bajo y se acomodara sobre el pecho de su marido.

-Makoto, Makoto es un buen nombre- Genya sonrió leve al imaginar a aquellos dos niños corriendo de aquí para allá en esa casa, se preguntó como serían, como se portarían, si quizá se parecerían a él o a ella, si tal vez, solo tal vez, tendrían algún parecido a su madre... le gustaría verlos, conocerlos... por primera vez estar juntos.

-Emma y Makoto- murmuró.

-Quisiera saber como serán... espero que tengan tu sonrisa- le dijo Yoko a él, haciendo al muchacho sonrojarse levemente y reír, poniéndose sobre la chica mientras sostenía sus manos con suavidad, besando su mejilla con delicadeza.

-Yo solo quiero que alguno de los dos tenga tus ojos... tus hermosos ojos- las palabras del Moreno hicieron a la chica tornarse roja al escucharlo, él soltó una risa de ver a su hermosa pareja con el rostro Colorado, siguiendo sus carcajadas ella con ese risueño tono.

-¡Makoto, no lances así a tu hermana!- los gritos de Yoko iban dirigidos hacia el joven niño que arrojaba por los aires a su pequeña hermanita de apenas un año, Emma, cabello negro y ojos mezclados entre el rojo y el azul, fusionados, sin teñirse ...

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-¡Makoto, no lances así a tu hermana!- los gritos de Yoko iban dirigidos hacia el joven niño que arrojaba por los aires a su pequeña hermanita de apenas un año, Emma, cabello negro y ojos mezclados entre el rojo y el azul, fusionados, sin teñirse de otros tonos, era la nena de papá, la más protegida entre los dos hermanos ya que era la chica, y además de ello la menor.

-¡Pero má'! Mirala, le gusta que la lance- Decía él mientras atrapaba una vez más a la risueña Emma, Makoto, el niño de cabello blanco y ojos oscuros se acercó a su madre quien lavaba la ropa a la orilla del río, mirando los peces en el agua -Mamá, nunca me dijiste como te hiciste esa herida en el cuerpo... y Tío Nemi nunca me quiso decir, papá tampoco-

Ciertamente, Yoko, la hermosa madre de Makoto y Emma había obtenido una gran cicatriz que viajaba desde su frente hasta su rodilla izquierda, una línea prácticamente recta que se deslizaba por su piel, dejando una marca oscura, que viajaba por su anatomía. La joven madre solo sonrió y tomó el rostro de Mako entre sus manos, aquellas manos que se habían vuelto suaves con el tiempo, siendo que antes eran esposas y cubiertas de heridas, acunando sus mejillas entre sus dedos, dio un suave beso sobre la frente de su hijo con una sonrisa.

-Esto... me lo hizo un demonio- Makoto ladeó la cabeza y comenzó a reírse -Su nombre era Kokushibou-

-Mamá, no tengo tres años, se que los demonios no existen- dijo mientras movía a su hermana como si fuera una muñeca, haciendo los bracitos de la menor tambalear -Son leyendas-

-Pero, mi querido Makoto... en todas las leyendas...- susurró, peinando con sus dedos el cabello blanco de su hijo -Siempre hay algo de realidad-

Yoko solo se dedicó a escuchar a su hijo, quien no dejaba de negarse a creer su historia, ella solo rió y negó con la mirada en sus ropas, esa insistencia la había heredado de su tío Kasuki, el "abuelo" o como le decía Makoto "Kasu" ya que no le gustaba llamar a un hombre tan joven de esa manera, varias veces le había preguntado que era Rengoku de él y varias veces Yoko había dicho "nada importante, solo un amigo" con toda la vergüenza, Makoto era un niño muy curioso y enérgico, verlo jugar y reír, correr de lado a lado, divertirse con sus amigos era una sensación placentera para Yoko.

Ahora podían estar en paz, ya no había demonios, no había peligros, no habían muertes. Todo había acabado. Ya todo era felicidad palpable en dos pequeños rostros, ella solo sonrió tenuemente al sentir el abrazo de Genya en su espalda, mientras veía como Makoto tomaba la mano de su hermanita, quien tambaleaba en sus intentos de caminar.

-Hoy está hiperactivo- rió Genya, besando la mejilla de la muchacha que tan solo dejó salir una risa.

-Me recuerda a cuando te conocí- Y lo besó, un sentimiento gentil y dulce se adueñó del momento, todo fue tan perfecto por un segundo, por un minutos, todo fue perfecto por el resto de sus vidas.

-Me recuerda a cuando te conocí- Y lo besó, un sentimiento gentil y dulce se adueñó del momento, todo fue tan perfecto por un segundo, por un minutos, todo fue perfecto por el resto de sus vidas

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𖣔❫ཱི𝐘𝐨𝐤𝐨 ──
[Kιmᥱtsᥙ ᥒo Yᥲιbᥲ]

FIN

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Ahora hay que ver que hará Aki con su vida, llegamos hasta aquí en esta hermosa odisea. Espero que hayan disfrutado de su lectura... agradezco mucho todo lo que han hecho y dicho, me han dado aliento para seguir escribiendo, gracias mis queridos lectores nwn

¿Y saben qué...?





















NOS VEREMOS NUEVAMENTE, EN OTRA HISTORIA, EN OTRA LIRICA, EN OTRA VIDA.

¿O EN OTRO MUNDO?


























- Aki 🥀

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