Capítulo 14||

2.2K 161 42
                                    


Leah Johnson


El agua fría azulada casi congelada no tarda en adentrarse en mi nariz y boca, provocando al instante, inevitablemente que beba gran parte de ella, empiezo a moverme casi semejante a una lombriz hasta lograr colocarme de píe, la estruendosa risa de Mia es lo primero que escucho cuando logro equilibrar mi respiración y abrir mis ojos.

—Maldita zorra, ¿¡Por qué demonios hiciste eso!? —Cuestiono gritándole. Su risa se hace mucho más ruidosa.

—No lo se, supongo que fue impulso. —Responde sin dejar de reír cruzando ambos brazos. —Verte tan concentrada es algo muy difícil de ver, fue inevitable.

—¡Eres una perra! Ya verás. —Digo para luego salir de la piscina con rapidez, Mia alza vuelo justo antes de que lo haga, por lo cual también empiezo a correr detrás de ella hasta llegar a la sala, donde todos incluyendo a Hunter están concentrados viendo la tele, los ojos de cada uno de ellos caen sobre mí al escuchar el estruendo de mis pisadas obligándome a detenerme de golpe para observarlos también, en especial a Hunter quien esta descaradamente sentado en uno de los sofás más grandes con la cabeza de Ava sobre sus piernas, me río sin siquiera molestarme en disimularlo, me río tan fuerte como puedo sin dejar de verlos. Los ojos color pasto de Logan me observan con confusión desde el sofá pequeño, los de Maya igual, mientras que los de Nial, están tan achinados como sus cejas.

—¿Por qué demonios estas mojada, Leah? —Inquiere alzando de manera exagerada su voz, en serio me empezaba a irritar. —¿Te has dado cuenta sí quiera de que se te notan los jodidos pezones? —Vuelve a indagar sin darme oportunidad de responder, sus ultimas palabras logran tomarme por sorpresa por lo cual llevo mis ojos de inmediato hacia mis pechos, comprobando que lo que acababa de decir Nial era completamente verdad.

Coloco mis manos sobre mis pechos tan pronto como lo veo, joder justo hoy que me puse una camisa blanca, justo hoy que no traía sostén, definitivamente voy a matar a la zorra de Mia. Carraspeo un poco antes de empezar a hablar.

—¿A dónde putas se fue Mia? —Me dedico a preguntar ignorando todo lo demás, un ligero sabor a cloro se acentúa en mi garganta ahora lastimada y media rasposa.

—Estas temblando, por que no mejor subes a tu habitación y te cambias de ropa. —Me dice Hunter, mi ceja derecha se inclina hacía arriba. ¿Estoy temblando? Mierda, hasta ahora me doy cuenta, pero ¿Quién coños se cree para mandarme?

—Tú a mi no me das órdenes ¿Ok? —Le respondo de manera cortante, provocando la mirada sorprendida de todos excepto de Logan quien se ríe.

—¿Qué te pasa, Leah? Por que le hablas así a mi amorsito? —Interviene Ava, con un tono de voz suave, sumamente hipócrita.

—¡No estoy... —Mis palabras se ven interrumpidas por la voz del imbécil de Logan.

—Bien, te enseñaré a donde se fue Mia ¿Es eso lo qué quieres, no? —Pregunta colocándose de píe. Yo ruedo mis ojos automáticamente.

—Olvídalo, iré a buscarla yo misma. —Respondo para luego desaparecer de su vista, me adentro en el pasillo que da a la habitación de Nial y Maya, y obviamente la de Mia.

Al llegar intento abrir la puerta pero esta tiene colocado el seguro. No me molesto en llamarla y mucho menos en pedirle que abra por que obviamente es algo que no hará, subo las escaleras y voy hasta mi habitación me desasgo de toda la ropa mojada y me coloco otra, esta vez con un sostén de por medio.

El día pasa volando y no me molesto ni siquiera en salir de la habitación, no hasta que escucho la música retumbar en la casa, ¿Qué diablos? Me hago una cola en la cima de mi cabeza, me coloco unas pantuflas y bajo, la música se escucha cada vez más fuerte a medida que bajo, una vez que llego a la cena me encuentro con unas 50 personas alrededor de la casa, casi la mayoría bailando como si de un centro de prostitución se tratará. No veo a ninguno de los chicos, tampoco me interesa verlos, así que en medio de empujones llego hasta la cocina, hay unas cuantas personas dentro de esta, las cuales me miran extraño en cuanto entro, las ignoro y abro la nevera me preparo un sándwich bajo la atenta mirada de algunos, me sirvo un vaso de jugo de naranja el cual ligo con un poco de whisky y subo hasta mi habitación donde justo veo a Hunter entrando a su habitación a tropezones mientras se besa con Ava, ruedo mis ojos y entro a mi habitación, me coloco sobre la cama y me dedico a comer.

Mi puerta es abierta de golpe por un chico extraño él cual hace poco recuerdo a ver visto en la cocina.

—¿Qué demonios haces? ¡Sal de aquí! esto no es un hotel, no puedes ir por la vida entrando en las habitaciones ajenas sin tocar. —Le digo pero este solo se ríe. Ajunta la puerta de la habitación y empieza a acercarse a mi con una sonrisa de maniático pintada aún en su rostro. —¡No te atrevas a dar un paso más maldito idiota! —Le grito. Dios, estoy en serios problemas, los chicos no me escucharan hay demasiado ruido, por más que grite no me escucharan y eso es algo que este pervertido tiene muy claro.

—Eres muy guapa, estoy seguro de que también piensas lo mismo de mí, así que ¿Por qué no nos divertimos? —Pregunta con su voz poco masculina, haciendo que mi estómago se revolotee por completo. El cabello es nulo en su cabeza, sus ojos son de un marón oscuro, su nariz en algo grande y su cuerpo no es muy delgado que digamos, no, no desprecio a las personas por su apariencia pero, es obvio que este tipo es un total maniático.

—Eres repulsivo como te atrevas a tocarme voy a...—Se acerca en un movimiento rápido y toma mi cabello con fuerza entre sus manos.

—¿Vas a hacer qué, muñequita? —Pregunta pegando sus labios en mi cuello.

Mis ojos empiezan a llenarse de lágrimas, intento defenderme, intento pegarle pero el tipo mantiene su agarre más fuerte en mi cabello, mientras que con su otra mano, empieza a toquetear mi cuerpo.

—Déjame, maldito infeliz enfermo, ¡no me toques! —Grito histérica. Él tan solo se ríe, adentra su mano por mi pequeño short y sin hacer contacto directo toca mi parte íntima, sus dedos remueven mi ropa interior a pesar de que lo golpeo y me resisto, cuando este esta apunto de tocarme de manera directa, la puerta se abre una vez más de golpe, dejándome ver el rostro de Logan, quien abre sus ojos con sorpresa al instante, él tipo asqueroso se aleja de mi de inmediato.

—Yo, yo solo estaba... —El puño de Logan aterriza contra su mandíbula una y otra vez hasta llegar a ensangrentar su rostro, él tipo intenta defenderse pero ni siquiera lograr encestar un golpe en el cuerpo de Logan.

Cuando el tipo esta sumamente golpeado casi inconsciente Logan deja de golpearlo y lo empuja hacía afuera de la habitación.

—Será mejor que te desaparezcas de mi vista ahora, si no quieres morir. —Bramea Logan con seriedad, es la primera vez que lo veo tan serio. Él asqueroso pervertido se pone de pie como puede y empieza a caminar lo más rápido que sus pies le permiten, mientras tanto yo continúo sobre la cama, con mi cabeza entre mis piernas llorando, joder, ¿Desde cuándo soy tan débil? ¿Cuándo me volví tan sensible?

—¿Estas bien? —Escucho a Logan preguntar luego de hundirse un lado de la cama junto a mí. Sin embargo no le respondo, continúo con mi cabeza dentro de mis piernas, no quiero que vea que estoy llorando, no quiero que piense que soy débil. Sus manos sujetan mi rostro y me obligan a levantarlo. —Esta bien, ya todo paso, sólo fue un mal rato. —Me dice tratando de tranquilizarme lo cual no es para nada característico de él, las lágrimas van cesando en mi rostro, Logan las remueve con suavidad, provocando una ligera cosquilla en mi estómago.

—Logan, yo... —Observo como sus ojos me ven con preocupación, y impacto mis labios contra los de él interrumpiendo mis propias palabras, sin siquiera tomarme un minuto para pensarlo.

Obsesión Irresistible || Terminada©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora