Capítulo 39||

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Leah Jhonson


Me mantengo bajo el caño de la ducha caliente, dejando que cada mínima parte de mi cuerpo se moje mientras que mis pensamientos van y vienen. Por más que le doy vueltas a todo este asunto, no me lo creo, a pesar de que ambos lo confesaron, aún no lo creo, nada de ello concuerda en mi cabeza. Sus palabras, sus caricias, ¿Sus celos también eran falsos? ¿Todo era realmente falso? ¿Su relación con Ava? pero... Su relación con esa chica no.

El sonido del timbre me quita la intención de permanecer bajo la ducha por unas horas más, no he ido a trabajar hoy, mis ojos se mantiene levemente hinchados por haber estado llorando el resto de la noche y el resto de la mañana y tarde hoy, suspiro con pesadez y salgo tomando el albornoz junto al lavamanos, me envuelvo en el y voy directo a la puerta esparciendo el agua de mi cuerpo y cabello por todo el suelo sin importarme.

El que tenga que encontrarme con los rostros de Hunter y Logan, no ayuda en lo absoluto tampoco. Solo espero que toda está locura realmente no involucre a mi familia. Abro la puerta y agradezco ver el rostro sonriente de Max.

—Imaginé que se te olvidaría, por lo que decidí pasar unos minutos antes. —Me dice, abriéndose paso para entrar en el apartamento como si fuésemos viejos amigos. —¿Qué esperas? —Inquiere ante mi actitud atontada. — Ve y vístete, hermosa.

Y sin ganas de discutir o reprochar lo hago, voy hasta mi habitación y me visto con lo primero que toco, en estos momentos no tengo ánimos para nada. Dejo mi cabello tal como esta en moño desabarrotado y vuelvo a salir con tan solo mi celular y llaves en mano. Max me da una mirada de pies a cabeza y me dedica una sonrisa amable ante mi estado deplorable.

—¿Lista? —Pregunta y asiento, como si estuviera programada para hacerlo.

Cierro las puertas y me adentro mi celular y llaves en los bolsillos de mis jeans, ya que decidí no traer bolso. Nos encaminamos al ascensor y pronto llegamos abajo, donde un auto deportivo ferrari nos espera. Max me abre la puerta de copiloto sin quitar la sonrisa amable de su rostro, resaltando la bonita personalidad que tiene.

Entro y mi falta de animo no me da para darle las gracias, a lo cual por suerte él no le toma importancia. Apoyo mi cabeza contra el cristal dejando que la melodía suave de la radio se mezcle con mi tristeza.

—¿Por qué me ilusionó? —Murmuro sin poder evitarlo.  —¿Por qué lo hizo si todo esto era una falsa?

Max se remueve incomodo en el asiento, sin saber que responder.

—Espero que puedas entender que todo esto es parte de nuestro trabajo, Leah. —Responde al cabo de segundos. —Si hemos llegado hasta aquí, es por que somos buenos en lo que hacemos y nuestra principal regla es obedecer órdenes al pie de la letra. Hunter y Logan solo han estado siguiendo órdenes, a pesar de que todo esto solo conlleve a una investigación, ellos realmente los consideran sus amigos, por lo menos Logan, él más que nadie quiere que todo esto termine y que todo realmente sea un malentendido de la Dea. 

Todos los momentos que hemos pasado juntos llegan a mi mente como un relámpago, y aún me sigo resignando a creer que todo no ha sido más que una falsa, más que una investigación por parte de ambos. Sus peleas, las discusiones, los malos entendidos, los buenos momentos, todo tan solo fueron órdenes y trabajos que debían cumplir ellos. 

—¿La familia de Hunter y Logan lo saben? —Inquiero cerrando mis ojos ante la opresión que me abarca en el pecho.

—El padre de Logan anteriormente también trabajaba para la Dea, gracias a eso su hijo también es parte de todo esto. —Dice sin despegar su vista de la carretera. —En cuanto a la familia de Hunter, para ellos, todo esto es totalmente desconocido, el simplemente se quiso unir por el mismo, a penas cuando tenía 16 años, ninguno conocemos la razón aún, Logan, él y yo, los tres nos conocimos durante las prácticas de entrenamiento.

Obsesión Irresistible || Terminada©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora