Capítulo 44||

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Leah Jhonson



Me remuevo sobre la camilla incómoda, sudorosa y adolorida, a pesar de que es amplia y cómoda, el dolor en mi cuerpo y alma, no me permiten sentirme a gusta ni cerrar mis ojos. Hunter y Logan se marcharon hace ya unas horas, mis padres vinieron, pero tan solo para reprocharme lo de vivir sola y lo descuidada que soy, y Nial por sorprendente que parezca ha sido el único que no me ha reprochado, al contrario no he visto más que preocupación y estrés en su rostro, justo ahora permanece dormido en el sofá frente a mí, mis padres se marcharon pocos minutos después.

En mi cabeza no deja de dar vueltas aquella maldita voz femenina y por más que le doy mente, no logro captar, ni reconocer aquella voz, de hecho creo que jamás la había escuchado antes. La pérdida del bebé es lo más doloroso de todo, ningún golpe en mi cuerpo se compara con ello, no lo sabía, no es que me gusten mucho los bebés, pero ya estaba allí, tenía mi sangre, la de él... Mis ojos vuelven a llenarse de lágrimas, el odio que me siento ha aumentado tremendamente, ¿Cómo rayos no me di cuenta antes?, era obvio que podía pasar, me descuide por momentos y las pastillas anticonceptivas nunca han sido 100% eficientes.

«Te juro que quien hizo esto va a pagar. Va a pagar y lo hará con sangre».

Sus palabras vuelven a mi cabeza una vez más y aunque suene cruel de mi parte, quiero que así sea. Cierro mis ojos e intento dormir una vez más, fracasando por completo. Las horas avanzan y soy yo la que le da la bienvenida a la luz del sol está vez. Nial abre sus ojos y bosteza mientras hace movimientos atléticos con sus piernas y manos.

—Buenas días. —Murmura viéndome aún soñoliento. —¿Cómo dormiste? —Pregunta y temo por su salud mental. Últimamente está actuando muy extraño.

—No pude hacerlo. —Respondo sentándome contra el espaldar de la camilla. —¿Dormiste bien, tú?

—Eso creo. —Dice pasando su mano por su rostro aún con ese gesto de estrés y preocupación mezclado. —Estoy muy preocupado por...

—¡Buenos días! —La voz de la enfermera lo interrumpe, viene con galletas, queso y jugo en una bandeja. —¿Cómo amaneció la señorita? —Inquiere con una sonrisa amable mientras acomoda el desayuno sobre mis piernas, el cual no se me antoja en lo más mínimo. —Me imagino que debe estar hambrienta. —Y lo estoy solo que aquello no se me apetece. —Debe comerse todo, necesita tener algo en el estómago para poder suministrarle los medicamentos.

—¿Cuándo podré irme? —Pregunto ignorando lo que dice.

—Está mejorando rápido y su sistema esta tomando las medicinas con bien, así que lo más probable es que con dos días pueda volver a su vida con normalidad. —Responde sacando una inyección con algo de líquido transparente de su bolsillo, el cual inyecta al suero. —Así que haga lo que le digo y cómase todo, quizás así pueda irse antes. —Anima con una sonrisa. —Su novio ha llamado hace poco, preguntó por su salud y...

—¿Su novio? —La corta Nial con su ceño fruncido, provocando que un chillón rojo se apodere de las mejillas de la enfermera parlanchín. —¿Desde cuándo tienes novio Leah? No me digas que estás saliendo con el inepto de Hunter ahora.

Tomo una bocanada de aire profunda, para luego llevar un trozo enorme de galleta a mi boca, continúo comiendo bajo la mirada de ambos, la enfermera termina de hacer lo suyo con algo de incomodidad, me deja agua y los medicamentos que debo tomarme para luego apresurarse en salir.

—Leah. —Me llama Nial. —En serio espero que no estés saliendo con él, no es una mala persona, es mi amigo pero ni él ni Logan te convienen como hombre, eres mi hermana y aunque no lo creas me preocupo por ti, por tu estabilidad emocional y...

Obsesión Irresistible || Terminada©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora