Capítulo 18||

1.6K 142 50
                                    


Logan William


La increíble y molestosa voz chillona de Mia no deja de parlotear a mi lado junto con Ava, Hunter esta a su lado, Maya y Nial unos asientos más allá, y Leah, no tengo una puta idea de donde esta y tampoco es que me interese.

Pasajeros con destino a New york, por favor abordar el avión 0028.— Escucho decir la voz robótica de una de las recepcionistas. —Pasajeros con destinos a New york, por favor abordar el avión 0028. —Repite.

Nos ponemos de pie, los ojos de Nial se pasean por el lugar preocupados, hasta que dan con el rostro de Leah, quien viene comiendo y con comida chatarra en mano.

—Eres increíble. —Le espeta él rodando sus ojos. Ella tan solo lo mira, lo ignora y continúa caminando, le entrega la comida chatarra a las recepcionistas y se dirige al avión, unos pasos más adelante de nosotros.

Loca.

Una vez que abordamos el avión, espero a que Leah se siente en el asiento junto a la ventana, Mia le sigue y yo me siento luego, normalmente suelo sentarme junto a Ava y es por que ella así me lo pide, pero hoy, no tengo el más mínimo humor como para lidiar y soportar verla con sus ñoñerias junto a Hunter.

Mia rueda sus ojos en cuanto me siento, la ignoro, como de costumbre y pongo mis ojos sobre Leah, quien ya me está observando igual, con suma confusión planteada en su rostro.

—¿Qué? —Inquiero arqueando mi ceja.

—Nada. —Responde encogiéndose de hombros para luego fijar su vista en la ventana. Sin poder evitarlo mis ojos van hasta sus pechos, pechos los cuales sobresalen en su abrigo cuello v, y de inmediato una punzada llena de energía llega hasta mi miembro, joder, con tan solo verlos, los recuerdos de la noche anterior vuelven a mi cabeza.

Ella sobre mí saltando una y otra vez, mis manos presionando sus caderas, sus pechos dentro de mi boca.

Mierda, siento como mi miembro empieza a crecer bajo la tela jeans de mi pantalón. Odio admitirlo pero, las cosas con Leah se han salido realmente de control, ese día, en el que amanecí en su cama, con su cuerpo envuelto, sudado y pegado al mío, me odie, me odie por ser tan hormonal, me odie por haberme atrevido a tocarla, me odie aunque tenía que hacerlo, juré no volver a involucrarme con ella jamás, pues a pesar de todo este embrollo siempre la he considerado únicamente como una hermana y todo eso poco a poco lo he ido destruyendo porque así debe ser, por mi estúpido juego y por mis estúpidas y malditas perras ganas de follarla, las cuales últimamente no me dan un respiro.

Me remuevo incómodo al ver que la mirada de Mia se posa sobre mi notable erección, lleva sus ojos hacía los míos y me observa con travesía y nuevamente la ignoro.

En el tiempo que estuve follando con ella, pactamos que no habría compromisos, sentimientos ni celos de por medio, pactos los cuales a ella no le quedaron para nada claros. Sus celos absurdos comenzaron a salir a relucir con el tiempo, con cada chica que se me acercaba, hablaba e incluso miraba y es por ello que prefiero evitar totalmente cualquier tipo de contacto más allá que de amigos con ella, en aquel entonces también me empezó a gustar Ava, lo que tenía con Mia no significaba más que obligación, necesidad, entretenimiento y sexo para mí, con Ava las cosas siempre fueron algo diferente, algo más allá que obligación, algo más allá que un simple deseo.

El tono vibrante de entrada de mensajes llega hasta mis oídos, uno en particular, uno el cual tengo personalizado, llevo mi mano hasta mi bolsillo derecho y saco mi celular.

Ava: Bebe, estoy en el baño y estoy muy cachonda, ven aquí ¿Si?.

Lo leo y releo, y no me tomo ni siquiera un minuto para pensarlo, pues es obvio que la respuesta será la misma de todas formas.

Me pongo de pie, ignorando los cuatro ojos que se posan sobre mí y me encamino al fondo del avión donde se encuentran los baños, Hunter está con los ojos cerrados, sus auriculares colocados y la cabeza apoyada en el asiento, no veo a Maya ni a Nial, ya que están sentados en los asientos de más adelante.

Entro al baño femenino sin disimular, importándome una mierda si me ven o no, mis ojos se encuentran con los de Ava en seguida, coloco el seguro y me acerco hacía ella, está sentada sobre la repisa del lavamanos, con sus piernas abiertas, su mano bajo su falda y sus dedos en la raja de su intimidad. La punzada de energía llega con más fuerza a mi miembro, en cuanto ella me ve saca los dedos de su carne y los lleva hacía sus labios, los saborea, sonríe y eso basta para hacerme perder el control.

Me abalanzo sobre sus labios y los devoro con fervor, ganas y deseo, su lengua acaricia la mía con el mismo desespero y con las mismas ganas, llevo mis dedos hasta abajo de su falda y continuo con lo que ella estaba haciendo sin dejar de besarle.

—Te necesito adentro ya. —Jadea separándose de mis labios.

Saco un preservativo de mi jeans, me quito el cinturón, bajo mi pantalón junto con mi bóxer y luego de colocarme el preservativo llevo mi miembro deseoso de su piel a su entrada, embistiendo sin rodeos su carne de una sola estocada, gime, chilla y su voz deseosa y excitada, me encienden más, embisto su interior una y otra vez, una y otra vez con fuerza y rudeza sin detenerme.

—Más... —Grita besando mi cuello, me detengo para presionar su cuerpo con más fuerza contra mí y arremeto con más potencia contra su interior. —Me encanta como me follas. —Jadea deseosa cerca de mi oreja.

Beso sus labios y me río, me encanta que saque su lenguaje sucio cada que follamos.

Nunca me ha molestado tener el papel de amante, pues toda mi vida ha sido mi papel favorito, cero complicaciones, cero reclamos, cero presiones, con Ava aunque odie admitirlo es putamente molesto, no soporto verla en brazos de Hunter a pesar de que debo, se perfectamente que él no tiene el mismo interés en ella que yo. Cada vez deseaba más y más a Ava, pero a pesar de ello sabía que las cosas entre nosotros dos era imposible, debía respetar su relación, debía respetar lo de ella con Hunter pero todo aquello se fue a la mierda cuando ella me confesó que le gustaba, bien dicen que, los sentimientos mutuos deben ser correspondidos, ¿O no?

Además se que las cosas con Hunter no se van a joder por ello, me gusta demasiado Ava y alejarme de ella no es algo que estoy dispuesto hacer, no cuando se que también siente igual.

Su cuerpo se arquea y deja salir un gemido, el cual me enloquece, llega al orgasmo y la embisto en su interior unas cinco veces más y me salgo de ella luego de correrme en el preservativo.

—Me encantas, Logan. —Dice acercándose a mi boca una vez más. Vuelvo a sumergirme en el dulce de sus labios en un beso más corto que los anteriores pero igual de lujurioso.

—Debemos volver. —Le digo besando su frente.

—Cinco minutos más. —Escupe en un susurro recostando su cabeza en mi pecho. Sonrío, acaricio su cabello y la dejo ahí por más de cinco minutos en silencio. —Una vez que lleguemos, ¿Puedo ir a tu departamento? —Pregunta con sutileza acariciando mi rostro con su mano izquierda.

—Sí. —Me limito a responder. Mi departamento es el lugar donde mejor la hemos pasado, donde no sentimos presión, ni miradas acosadoras de nuestros amigos, quienes no tienen una puta idea de nada.

—Logan... —Vuelve a susurrar, la miro. —No quiero verte cerca de Leah, es mi amiga pero se que le gusta tirarse a más de uno sin compromisos. Ver como te beso ayer fue una tortura para mí, no quiero compartirte con ella, he aceptado que te diviertas con las chicas que quieras, al fin y al cabo a quien amo es a Hunter, pero con Leah no, no quiero que estés con ella.

Ava nunca ha sido una chica de celos, he salido y me he follado a muchas chicas en su presencia y nunca le dio la mínima importancia, por eso me llegaron a sorprender sus reacciones de celos cada que me veía cerca de Leah, sin duda alguna vamos bien, nuestro plan va por buen camino.

Dice que ama a Hunter pero es bastante claro e evidente que no es así, por lo que ni siquiera le doy importancia.

—Claro... —Respondo abrazando su cuerpo contra mí, obviamente eso es algo que no estoy dispuesto a hacer.

Obsesión Irresistible || Terminada©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora