El sonido del despertador se escuchó en aquella habitación, aquél sonido irritante invadía sus oídos, aún con los ojos cerrados Tanit frunció su entrecejo, moviéndose ligeramente entre las sábanas.
—Tanit levántate debemos prepararnos para las clases —susurró Claire a centímetros de ella, con su mano desactivo el infernal sonido.
—lo se... prefiero mil veces que bastet me levanté con su peso —se incorporo en la cama— que esa endemoniada alarma —gruño con molestia.
—al menos lo hace con cariño tu gata, yo tuve que escuchar el sonido irritante por casi toda mi vida —rie con gracia al ver la expresión de su amiga.
Ambas jóvenes se alistaron con rapidez, al llegar la cocina estaban los padres de Claire, desayunando, recibiendolas con una sonrisa.
— ¿como estuvo su pijamada? —preguntó Ophelia Núñez, mientras le daba la papiya a Enrique.
—estuvo bien... Gracias por permitirnos hacerlo —tomaron asiento.
— espero que en sus próximas actividades tengan buenas calificaciones —las apuntó con el tenedor Javier Núñez— está fue su recompensa por sus calificaciones, no nos decepcionen.
—papá —musitó avergonzada la hija mayor, las risas no tardaron en llegar.
La primera clase de ese día era nada más y menos que el profesor Strickler, la vista de Tanit se dirigió a los puestos vacíos del salón, Jim y Toby no estaban nuevamente, con disimulo miro de reojo a su amiga, ella también se había dando cuenta, mirando el puesto de Jim.
—"que estarán haciendo esos dos ahora" —reposo su rostro en la palma de su mano, mirando de forma distraída al profesor.
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Debajo de la ciudad de Arcadia los gritos y la euforia de una batalla, se escuchaba en todo el lugar.
—Tu no puedes ser el caza trolls, eres un muchacho! yo soy hijo de Kanjigar! —exclamo buscando al joven de armadura.
— y yo soy Jim hijo de Barbara! —dijo con dificultad— y el amuleto me eligió a mi! —se señaló a si mismo, recostado contra la pared una de las hachas que se balanceaban, golpeó al gran troll mandándolo a volar, saliendo así victorioso.
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Ese día las clases fueron bastante regulares, con su bolso y los recipientes en sus manos se encontraba ya en su casa, su madre por esa noche no estaría, le tocaba estar en el restaurante. Al estar en la cocina, acomodó la manga de su ropa, acomodo los platos y ollas, si su mamá se llegaba a enterar que utilizo su don, la mataría.
—y no puedo contar contigo para guardar el secreto —señaló al gato que se encontraba en la silla de la cocina vigilando la.
Así fue su tarde, lo único que debía hacer acomodar su hogar y terminar de desempacar unos libros, tomo uno de ellos era uno bastante curioso, llamado El Túnel.
—La miré con odio, pero ella mantuvo serenamente mi mirada y, por un décimo de segundo, sus ojos se hicieron blandos y parecieron decirme: "Compadéceme de todo eso."* —leía con fascinación.
Aquel libro era bastante bueno, desde que se colocó a leerlo no lo había soltado, más un ruido fuera de la casa se escuchó, bastet que se encontraba tranquila de un momento a otro, su piel se había erizado y su maullar era amenazante. Dejo el libro aún lado para así averiguar qué era lo que estaba sucediendo, su vista se posó en el cielo todo estaba oscuro, ¿ Cuanto tiempo duró leyendo aquella novela?. Eso no importaba ahora, lo ruidos eran más fuertes venían de la casa James, con sigilo acercó a la casa, asomándose por la ventana, de ella vio una criatura grande de ojos verdes y piel de color fucsia, estaba atacando a Jim, más el se defendía bastante bien como si hubiera luchado con anterioridad.
La carta que le envío a Claire ¡eso era! ¡Los trolls! Y que alguien le de un premio.
James contó la verdad entonces, el ruido dentro de la casa, hizo que volteara su mirada ya no se encontraban, estaban en el piso de arriba, con nerviosismo unió sus manos a su alrededor las pequeñas piedras se elevaron, un fuerte sonido se escuchó, dos grandes cuerpos se encontraban luchando fuera de la casa, con rapidez se escondió atrás de uno de los árboles en silencio, vio como aquel sujeto grande de cuernos golpeaba a la criatura fucsia, mandándola a volar. James salió de su casa con una armadura plateada, que brillo y se volvió un amuleto pequeño, el gran troll lo tomo entre su mano.
—tómalo no hagas que se vea raro —desvio la mirada, en silencio Jim lo tomo.
Ambos ingresaron a la casa del chico, Tanit no daba crédito revolvió su cabello, asimilando todo, descrubió todo en un día, debían de darle un gran premio, un suspiro salio de sus labios, todo había terminado por ahora, volvió a su casa, acariciando a bastet, no dirá nada hasta que el momento indicado o le tengan la confianza suficiente.
— esto puede cambiar muchas cosas —miro un breve momento las luces, estás se apagaron de forma automática, acostada en su cama acaricio a su felina amiga— ¿será para bien o para mal?
Esas eran las interrogantes que estaban en su cabeza.
La que está completo en color negro y con * ≤----- es un pequeño fragmento de la novela el túnel de Ernesto Sabato, una la cual me encanta, para el que tenga curiosidad de leerla.
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𝐋𝐨𝐯𝐞𝐥𝐲 𝐫𝐚𝐫𝐢𝐭𝐲 ❥𝐓𝐫𝐨𝐥𝐥𝐡𝐮𝐧𝐭𝐞𝐫𝐬
Rastgele"𝙽𝚘 𝚑𝚊𝚢 𝚏𝚞𝚎𝚐𝚘 𝚌𝚘𝚖𝚘 𝚕𝚊 𝚙𝚊𝚜𝚒𝚘́𝚗, 𝚗𝚘 𝚑𝚊𝚢 𝚝𝚒𝚋𝚞𝚛𝚘́𝚗 𝚌𝚘𝚖𝚘 𝚎𝚕 𝚘𝚍𝚒𝚘, 𝚗𝚘 𝚑𝚊𝚢 𝚕𝚊𝚣𝚘 𝚌𝚘𝚖𝚘 𝚕𝚊 𝚕𝚘𝚌𝚞𝚛𝚊, 𝚗𝚘 𝚑𝚊𝚢 𝚝𝚘𝚛𝚛𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚌𝚘𝚖𝚘 𝚕𝚊 𝚌𝚘𝚍𝚒𝚌𝚒𝚊. 𝙴𝚕 𝚟𝚎𝚛𝚍𝚊𝚍𝚎𝚛𝚘 𝚊𝚖𝚘𝚛 𝚗�...