Capítulo VI: Consuelo

793 109 46
                                    

Quería pensar que aquello que había visto era mentira, el pecho le dolía, ver a Kakyoin de aquella manera dolía como pequeños puñales clavando profundo en su corazón.

¿El estaba saliendo con ese chico?
No.
Conocía a ese chico, el era pareja de una de las chicas del club de cocina, lo sabía porque les había visto un par de veces besándose o tomándose de la mano cuando el iba de camino a su casa.
Entonces, ¿porque? Porque si tenía a esa chica estaba besando al pelirrojo, tenía que existir una explicación, además Nori mostraba una expresión terrible cuando los vio, no parecía estar disfrutando en lo absoluto.

Al término de clases no logró encontrar a Kakyoin en ningún sitio, seguro había regresado a su casa, ni siquiera lo había esperado para ir a estudiar, así que tras unos minutos en los que obligó a un chico de arte a decirle donde vivía el pelirrojo marchó a su casa.

Al llegar frente a una casa que lucia bastante más pequeña que la suya, tocó el timbre, el pequeño tiempo en el que espero se le hizo eterno, hasta que de repente la puerta se abrió dejando ver a una pequeña mujer, rápidamente la identifico como la madre del pelirrojo ya que ambos compartían aquel color en el cabello, la única diferencia eran los ojos, los de la mujer mostraban un brillante tono azul.

_Buenas tardes, soy un amigo de Kakyoin, vine a realizar un trabajo para una clase- dije tratando de sonar normal aunque se escucho algo ensayado.

_¿Amigo? Vaya que sorpresa, Noriaki jamás invita a nadie a casa- la mujer sonreía ampliamente mientras se hacía a un lado - adelante pasa, el está en su habitación, es la primera subiendo las escaleras, puedes ir a buscarlo mientras yo les preparo algo para tomar.

Asentí y me dirijo al segundo piso, al estar frente a su puerta me quedo inmóvil un segundo ¿que se supone que tengo que decir? Trago saliva y toco la puerta, no recibo señales del otro lado, vuelvo a tocar la puerta, ahora de manera más insistente.

_Madre, no quiero que me molestes aho... - la puerta se abrió mostrando a un sorprendido Kakyoin - ¿Jotaro? ¿Que haces tu aquí?.

_Vine por nuestras clases, dijiste que serían todos los días, además no entendí algunas cosas de la clase de hoy.

_Jotaro no creo que hoy sea...

Sin dejar terminar al pelirrojo empuje mi cuerpo al interior de su cuarto, forzando ligeramente mi entrada.

_Te vi- dije intentando tener tacto, por el rostro de Nori me di cuenta que no lo había logrado.

_¿Y? ¿Vienes a burlarte de mi o a ofenderme? No tengo tiempo para eso, estoy bastante ocupado, así que si solo vienes a eso te pido que te vayas ahora mismo de mi casa- la voz de Kakyoin sonaba cortante, como cuchillos.

_¿Vas a dejarme hablar? - suspiré un poco molesto.

Intérprete el silencio del otro como afirmación.

_No se porque estabas haciendo aquello, no parecía que lo disfrutarás mucho, así que te daré un consejo, incluso si estás enamorado de ese sujeto, sería mejor que te alejaras de él, no te conviene, el idiota tiene novia, así que evita que te rompan el corazón.

Esperaba cualquier cosa, menos que una escandalosa risa saliera de labios del menor, aquello me tomo por sorpresa.

_¿Estas preocupado por mi? - murmuró mientras trataba de contener la risa- perdón, no esperaba esto.

_Se que no somos nada cercanos, y que tenemos mucho tiempo sin tener una platica real, pero claro que me preocupo, además has estado actuando raro.

_ oh, me hubiera gustado que me dieras ese consejo antes - la risa de Kakyoin desapareció, dejando una mueca de tristeza en su rostro.

_¿El té hizo algo? - pregunté intentando ser paciente.

_Algo hay de eso, pero puedo encargarme solo de eso.

_Nadie debería lidiar solo con cosas que le duelen.

El se sorprendió, pero nos vimos interrumpidos por el sonido de alguien tocando la puerta, Nori me hizo un gesto para sentarme, yo asentí y el fue a abrir la puerta.

_Nori, les traje limonada para que el estudio sea más fácil de sobrellevar - dijo entregándole una jarra y dos vasos- ¿Porque no me dijiste que vendría un amigo? Hubiera preparado bocadillos.

_No se preocupe señora, pase a comer antes de venir aquí - mentí

_Bueno, entonces los dejo, cualquier cosa estoy allá abajo- dijo con una sonrisa.

-Gracias madre- dijo Kakyoin cerrando la puerta.

Se giro a mí mirándome mientras dejaba la jarra y los vasos en la pequeña mesa, se acercó con calma y se sentó a un lado mío.

_¿De verdad quieres saber? - preguntó con calma.

_¿Prometes no juzgarme? - preguntó con miedo.

Mi respuesta fue omitida cuando una bola de pelos salto a mi regazo, un gato de color blanco, completamente esponjado, me sorprendió que tenía pequeñas matas de color verde en su pelaje, era un color verde que jamás había visto, pero hacía juego con dos ojos verdes que lo miraban fijamente.

_El es Hierophant, mi gato, es la única compañía que tengo realmente- dijo el pelirrojo mientras acercaba una mano para acariciar a la bola de pelos en mis piernas, este ronroneo ante aquel gesto- parece que le agradas, normalmente rechaza el contacto con cualquier persona que no sea yo, ni siquiera interactua con mis padres.

Con calma acaricie a la pequeña criatura, por alguna razón sentía que el gato tenía similitudes con Kakyoin, así que aunque el era más de perros, decidió que aquel ser le agradaba.

_¿Tu tienes mascota?- preguntó el pelirrojo.

_Si, tengo un perro, mi padre me lo regalo a los 10 años.

_¿Como se llama? - preguntó interesado el pelirrojo.

_Star Platinum, quizá suena raro pero toma en cuenta que se lo puse de niño, adema tiene sentido, es muy grande y su pelaje es de color plateado- dije.

Igual que Kakyoin aquella mascota era lo más cercano que tenía a un amigo, sin embargo a diferencia del pelirrojo, su soledad se debía a elección propia, no toleraba mucho a las personas, le parecían escandalosas e hipócritas, así que prefería no relacionarse mucho con nadie.

_Es un bonito nombre, me gustaría conocerlo algún día, los animales siempre me han parecido bastante mejores que las personas- dijo dando otra caricia al pequeño gato.

_Bien, pero antes de todo ¿Me contaras que esta sucediendo?

Suspiro y empezó a narrar todas las cosas sucedidas, con cada nueva cosa que rebelaba la furia iba creciendo cada vez más, cerrando los puños con fuerza, necesite todo mi autocontrol para no estallar e ir a buscar a ese malnacido para reventarlo a golpes, ¿Como se había atrevido a usar una forma tan baja de manipulación con tal de conseguir sus sucios deseos? Tenia ganas de hacer que ese estúpido clamara por perdón de rodillas.

Sin embargo la furia desapareció cuando vio como las lagrimas empezaban a resbalar por las mejillas de Nori, sabía que el pelirrojo era fuerte, que odiaba que lo vieran de una manera tan vulnerable, aun así tenia ganas de abrazarlo, de hacerlo sentir que todo iba a estar bien.

Sin  esperar más decidió estirar uno de sus brazos, envolviendo a Kakyoin en un pequeño abrazo, quería servirle de consuelo pero tenia nula practica en ello, aun así se sintió mas tranquilo cuando el menor deposito su cabeza en su pecho, dejándose envolver por el.

_Lo arreglaremos.

Estaba decidido a no permitir que nadie volviera a lastimar a Nori, era una promesa.

Romantic Love Donde viven las historias. Descúbrelo ahora