Capítulo XI: Esperanza

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El viaje hacia Florida estaba siendo un auténtico calvario, odiaba el trayecto en avión, con toda esa gente ruidosa y el clima algo acalorado dentro de él.

Cuando el avión por fin aterrizó en el cálido piso de aquel sitio, solté un suspiro de alivio, y tome la pequeña mochila que había viajado conmigo y baje.

El cielo azul y la suave brisa me recibió, mi padre ya estaba esperándome a las afueras del aeropuerto, su sonrisa cansada y algo de desvelo en sus ojos me indicaba que estaba pasando momentos de arduo trabajo.

_Hace mucho que no te veo Jotaro, eres enorme.

Dijo con una sonrisa mientras colocaba su mano en mi hombro, su cabello negro era algo largo y pese a tener una altura considerable, ya era 10cm aproximadamente más alto que el.

_Crecí mucho en 5 años.

Pesé a cómo se podía escuchar eso, no lo decía con resentimiento, más bien solo marcaba lo evidente, si bien aquel hombre era mi padre, los sentimientos que tenía por el estaban bastante diluidos.

Al ser un músico exitoso pasaba muy poco tiempo con nosotros, pero fue hace 5 años que aquella situación empeoró gracias a sus giras por todo el mundo, no me sorprendía en absoluto que su matrimonio con mi madre también se diluyera.

_¿Como esta tu madre?

_Bien, ya sabes, ella siempre está bien.

Aquel comentario si había ido con cierto odio dirigido hacia el, si bien sabía lo mucho que mi padre amaba a mi madre, también sabía lo mucho que la había lastimado cuando propuso el divorcio como una opción.

_Entiendo.

Dijo y como única respuesta tomó una de mis maletas, y comenzamos a caminar hacia un pequeño auto negro.

De este auto salió una joven, se veía más o menos de mi edad, de cabellos castaños y ojos miel, me vio y pasada la sorpresa, dio una pequeña sonrisa.

_Ella es Marina, una becaria que está ayudándonos ahora como manager.

Dijo mi padre mientras señalaba a la chica.

_Marina, el es Jotaro, mi hijo.

Aquella chica extendió su mano y yo la estreche de manera rápida.

_Mucho gusto Jotaro, señor Kujo, no me había dicho que su hijo era tan atractivo.

Conocía aquel tono de voz a la perfección, estaba intentando coquetear, solté un bufido mientras mi papá reía animadamente.

Incluso con esa chica delante, mi mente solo podía pensar en aquellos ojos violeta y cabellos rojizos de Noriaki.

Durante todo el vuelo, su rostro no salía de mi mente, era asombroso como me había acostumbrado a su presencia y ahora que no estaba conmigo le extrañaba más de lo que había pensado.

Al ver la poca respuesta por mi parte, aquella chica sonrió incomoda y tras abrir la puerta, todos entramos al auto, y este arrancó.

Ver el paisaje pasando por la ventana, me resultaba hermoso, cuando acabe la carrera me mudaré a Florida junto con Kakyoin, pensar en aquello me hacía bastante ilusión.

_¿Como van las cosas en tu vida?.

Preguntó mi padre mientras mi miraba con una sonrisa.

_Bien.

Conteste viendo hacia su dirección para después regresar mi vista a la ventana.

_Tu madre mencionó que tenías una noticia que darme.

Preguntó aún manteniendo su mirada fija en mi, mi madre jamás puede quedarse callada.

_Tengo pareja.

Dije sin despegar mis ojos de la ventana, no era que aquello me avergonzara, sin embargo si me causaba cierta incomodidad respecto a hablar esas cosas, con aquella curiosa chica, que por su postura, no se perdía ni una palabra de nuestra conversación.

_Si, algo asi me dijo tu madre. ¿Como se llama la afortunada?

Preguntó mientras encendía un cigarrillo, pasándome uno a mi también, sonreí ligeramente y lo acepte, encendiendolo antes de contestar.

_El se llama Noriaki.

_¿El?

Mi padre me miró con cara sorprendida mientras expulsaba el humo de su boca.

_Si, es compañero de la escuela.

Murmuré dando otra calada al cigarro.

_Vaya, bueno, supongo que si ese chico te hace feliz, entonces está bien.

Mi padre sonrió colocando su mano sobre mi espalda.

Mentiría si dijera que no me agradaba aquellos pequeños gestos de él, pues pese a todo era mi padre, incluso aunque ahora la situación no estuviera muy bien, los recuerdos de nosotros llendo a jugar al parque aun se removian en mi mente.

_El es maravilloso.

Murmuré encogiendome de hombros, lo que generó una risa por parte del hombre a mi lado.

_Debe ser muy inteligente para saber como amansarte.

Sin poder evitarlo reí ligeramente ante la broma de mi padre.

Después de algunos minutos por fin llegamos al hotel donde se estaba hospedando mi padre, era un hotel lujoso, por dentro, la habitación de el era lo suficiente grande para los dos.

_Jotaro, si quieres puedo invitarte a conocer la ciudad.

Aquella chica al parecer no se rendía pese a escuchar que yo ya tenía pareja, suspire dispuesto a negar aquella propuesta cuando mi padre me interrumpió.

_Es una buena idea, tengo un ensayo en 20 minutos, así que sería buena idea que fueras con ella mientras estoy ocupado.

Sin esperar otra respuesta por mi parte, la chica tomó mi brazo y empezo a jalarme hacia la puerta.

_Dame un puto respiro.

Aún así la chica no se inmutó, y una vez fuera de la habitación su sonrisa se hizo más grande mientras caminaba hacia el elevador.

Al ver que no tenía otra alternativa, decidí seguirla, después de todo solo sería un par de tiempo.

Las semanas empezaron a pasar, después de no haber podido comunicarme con Kakyoin, ahora hablaba con el cada viernes y nos la pasábamos charlando por mensaje.

Aún así necesitaba estar cerca de él y aún faltaba mucho para que las vacaciones pasarán, por lo que un día después de acompañar a mi padre en una grabación, nos encontrábamos en la habitación compartiendo una cerveza.

_Padre, quería pedirte un favor.

Mi padre dio un trago a su cerveza antes de mirarme y darme un gesto para que siguiera.

_¿Puedo traer a Kakyoin conmigo?

Mi padre dio una ligera risa.

_Bien dicen que el amor los afecta más cuando son jóvenes. Pero si, con gusto, de hecho estaba pensando en eso, tu mamá vendrá porque discutiremos acuerdos de divorcio y le sugerí que trajera a tu novio con ella.

Abrí mis ojos sorprendido, no pude evitar dar un pequeño abrazo a mi padre. Antes de salir de ahí en dirección a mi cuarto, tenía que llamar a Kakyoin de inmediato.

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