Romantic Love

Capítulo X: Larga Distancia

Jotaro se había marchado una semana después de la cena, la despedida en el aeropuerto había sido brutalmente dolorosa, aun recordaba el sabor de. Sus labios contra los míos y su mano sujetando mi cintura.

<<Flashback>>

Nuestras manos se encontraban entrelazadas mientras estábamos en el auto de su abuelo, me habían permitido acompañarlo al aeropuerto para despedirlo ya que pasaríamos algo de tiempo sin poder vernos.

_Voy a llamarte al menos una vez por semana.

Dijo Jotaro mientras me miraba, aquellos ojos verdes se veían tristes.

_Y podemos mensajear todos los días, también podemos realizar videollamadas.

Comente con tono tranquilizador, tampoco era como que yo me sintiera mejor por no poder ver al moreno por tanto tiempo, pero aún así sabía que aquello solo era temporal y que pronto volverían a estar juntos, así que intentaba darle ánimos al mayor.

Al llegar al aeropuerto y antes de que Jotaro abordará su correspondiente vuelo, sentí como sus manos se posaban en mi cintura, acercándome más a su cuerpo.

_No te olvidarás de mi... ¿Verdad?

_No exageres Jotaro, solo es durante las vacaciones.

Dije riendo un poco ante las palabras del azabache, el sonrió ligeramente y se apoderó de mis labios, saboreando mis labios con su lengua para después hacer que nuestros labios bailarán.

Después de aquel dulce beso y un último abrazo, vi la figura del moreno alejándose, con el se llevo un trocito de mi corazón que esperaba regresar cuando el Moreno volviera a mi.

<<Fin del Flashback >>

Ahora realmente no sabia como me sentía, era como si sintiera que mi estómago se revolviera cada que pensaba en que Jotaro no se había puesto en contacto conmigo desde su viaje.

Mi mente intentaba calmarme diciendo que lo más probable era que estuviese ocupado, que quizá no tendría señal o alguna de esas opciones, después de todo solo había pasado una semana desde que se había ido.

Aún así a veces la ansiedad y la preocupación hacia que no pudiera dormir por las noches, extrañaba sus labios, extrañaba el ver sus ojos, el escuchar su voz.

No quería ser el tipo de pareja obsesivo, así que decidí tampoco marcarle yo, después de todo, si estaba ocupado con algo, tampoco quería molestarle.

Era completamente estúpido y ridículo que no pudiera separarme del teléfono, sin importar a donde fuera necesitaba tener mi teléfono conmigo ¿Que pasaría si el llamaba y yo no lograba contestar su llamada?.

Trataba de mantener mi mente ocupada, conversando con mis papás o saliendo a dar la vuelta por las calles de Japón, me había sentido tentado en ir a ver a la señora Holly y preguntarle por Jotaro, pero sentía que me vería como un loco.

Recordaba aquellos momentos donde comíamos juntos, sus ojos verdes, aquellas caricias que me brindaba mientras estábamos sentados en el pasto del parque, las veces que dormíamos juntos.

Me sentía algo patético por pensar en el casi las 24 horas del día, quizá el solo estaba divirtiéndose con su padre.

El teléfono vibró y rápidamente lo tome entre mis manos. La voz de Jotaro al otro lado del teléfono hizo que mi corazón volviera a latir.

_Perdón, había querido hablarte antes pero mi viejo no dejó de fastidiar y me mantuvo ocupado.

_Oh no te preocupes, yo también e estado ocupado.