HIDDEN [Bienvenido al Mundo de los Olvidados] ©

5. Incorrecto. ¡Él viene a enseñarte!

ALEL

Todos conocían sus juegos. Sangrientos y llenos de sadismo. Una vez que te cruzabas en su camino la probabilidad de conservar tu vida era completamente nula.

Entonces, ¿por qué no estoy muerta?

Hidden era la representación de la destrucción, la maldad y la injusticia. Asesinaba por placer y torturaba por deleite.

¿Alguna vez te enfrentaste a un monstruo? No aquel que vive dentro de tus pesadillas, si no, uno verdadero. Uno que parece de carne y hueso, y tiene la figura de una persona común y corriente, pero en realidad, no lo es. Al menos, yo dudo que cuente con sentimientos o consciencia.

¿Cuándo fue la última vez en que pensaste en lo que significa tener miedo?

De pronto, aquello que creías intangible e inexistente se vuelve parte fundamental en tu vida y con solo pensarlo puedes sentir como esta se escapa de tus manos mientras la desesperación y la ansiedad arrancan los órganos, células o partículas que hay dentro de ti solo para apoderarse de lo que representas hasta taladrar la poca cordura que existía en tu mente. Un miedo que te carcome sin intención de abandonarte.

Antes vivía pensando que mi mayor temor siempre serían las ratas. La idea de quedarme encerrada en un cuento con decenas de ellas era un martirio, ahora veo que estaba equivocada.

Creía fielmente que el miedo podía ser representado por la apariencia de un pequeño animal. Ahora comprendo que el miedo va más allá de un roedor, de la suciedad de su piel o el tamaño de sus dientes, simplemente, supera cualquier imagen o figura.

¿Cómo te enfrentas a lo que desconoces?

Una vez leí que el miedo es esa sensación desagradable provocada por una percepción de peligro imaginario, pero él no es imaginario. Es auténtico y perverso. Él es real. Es mi más grande miedo. El terror encarnado en un solo ser

Se trata del mismo demonio.

—Descansa pequeña. — me atormentó ese susurro distorsionado.

¿Descansar? ¿Hablaba en serio? ¿Cómo podía decir tal cosa?

Es un maldito. Sabía que jamás podría hacerlo. No cuando la misma sangre que derramaron sus manos también cae sobre las mías y la locura enardece, nubla mis sentidos. Él mejor que nadie sabe que nunca podría descansar sí sigue en mi vida. No importa cuánto lo intente, aquellos gritos que imploraban mientras los destrozaba con el filo de sus garras resuenan dentro de mi cabeza.

Supongo que siempre olvidamos que fue el bueno Dios que nos abandonó en este infierno, que si bien, no te quema puede destruirte paulatina y dolorosamente, enloquecerte por no saber si el día de mañana podrías o no morir en sus manos, dónde sus perturbadores juegos degollan cualquier clase de razonamiento.

«Si un ave oyes cantar, significa que has tenido la suerte de un nuevo amanecer.» Uno donde al abrir los ojos puedes encontrarte con la monotonía y cotidianidad, en pocas palabras, la vida normal de un olvidado. Ya saben, despertar, asearse para ir a clases o al trabajo, comer o hacer cualquier cosa que se supone que haces todos los días y dormir. Desde que caminas hasta que mueres.