Me desperté tendida sobre el incómodo suelo usando mi chaqueta, y otra más que no me pertenecía, como manta. Estaba apoyada sobre mi lado izquierdo. Veía a mi hermana aun sumergida en un sueño profundo, con su chaqueta puesta. Rodé sobre mí misma hasta ver a Seungmin a mi lado derecho sin nada que lo cubriese. Estaba realmente cerca, tan solo nos separaban un par de centímetros. Sin yo esperarlo, me tomó por la cintura y redujo esos centímetros a cero. Seguía medio dormido, pensé que quizás estaba creyendo que seguía en su casa y que yo era un peluche.
-Anoche estabas temblando incluso con el aire puesto. –me explicó con los ojos aun cerrados.
Me equivoqué. Él estaba totalmente consciente y seguía tratando de abrigarme.
-Gracias.
Es cierto que el aire acondicionado estaba en marcha, pero nuestros queridos compañeros de aventura no nos habían dejado sitio cerca de él. Si a eso le sumamos el hecho de que no estaba acostumbrada al frio invernal de Corea, ya tenía la excusa perfecta para quedarme junto a Seungmin y con su chaqueta con olor a colonia cara.
-Mañana lo pondremos más fuerte, ¿de acuerdo?
-No hace falta –asomé mi brazo izquierdo por debajo de las chaquetas para abrazarlo – Así también estoy bien.
Sonrió. En ese momento, además de adormilado, se veía realmente tierno. Tanto, que me dejé llevar por mis ganas de acariciar su cabello.
-¿Esto es sangre?
La voz de Hyunjin hizo que Seungmin abriera al fin los ojos y se levantara. Había una mancha roja en el suelo, no demasiado grande. Todos nos despertamos y formamos un círculo alrededor de la misteriosa mancha. Mi hermana se acercó a I.N. pensando que podría ser suya la sangre.
-Un segundo, ¿dónde están Nayeon y Dahyun? –preguntó Momo.
Justo entonces entraron rápidamente las reinas de Roma por la puerta. Jihyo abrió los ojos como platos y les gritó:
-¿Se puede saber qué diablos estabais haciendo fuera? ¿Y si os hubierais topado con una de esas cosas qué?
-Nos hemos topado con una de esas cosas –contestó Dahyun.
Ambas se miraron preocupadas.
-¿Qué ocurre chicas? –preguntó Momo.
Nayeon respiró hondo y dijo:
-Ocurre que esa cosa era nuestro CEO J. Y. Park.
-¿Lo habéis matado? –preguntó Chan preocupado mirando los cuchillos que sostenían.
-No. Lo vimos salir de su oficina, corrió hacia nosotras, Nayeon lo empujó y huimos.
Escuchamos un golpe en la puerta.
-Ahí está –dije.
-Voy a asegurarme de que no entre –comunicó el conductor.
Chan y el trabajador Kim fueron a ayudarlo.
-Pero chicas, eso fue peligroso. ¿A dónde ibais que tuvisteis que pasar por enfrente de su oficina? –preguntó Momo.
-Al baño... -contestaron a la vez.
Entonces encontré una explicación para la mancha de sangre.
-¿Estáis menstruando?
Cuando terminé de realizar mi pregunta se dieron cuenta de que habían manchado el suelo. Se ruborizaron completamente y enseguida trataron de limpiarlo.
-Lo siento –dijo Nayeon.
-Tranquila, noona. Es algo normal. No hay de qué avergonzarse, ¿verdad chicos? –dijo Seungmin.
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BIENVENIDOS AL FINAL DE MI MUNDO | Imagina Kim Seungmin y Stray Kids
Fiksi PenggemarEn un mundo donde el famoso COVID-19 -corona virus para los amigos- resulta provocar un auténtico apocalipsis zombi aparecen Clío y Pía. Una pareja de hermanas, formada por una futura militar y una recién graduada en medicina, que se verán envueltas...