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-DongHae-Le llamó Yunho a su alumno y colega-Pasa para revisar los avances de tu proyecto.

DongHae le mostró los pequeños descubrimientos que había hecho, pero su maestro no se veía sorprendido en lo absoluto.

-¿Estás seguro de seguir con este tema para tu tesis?-Le preguntó seriamente.

Pocas veces había visto a Yunho en su posición de docente, pues como eran tan buenos amigos siempre se había sentido muy cómodo con él en todas las interacciones que tenían.

-Estoy seguro de que quiero seguir con este caso, Yunho-Le dijo seguro de sí mismo-Sé que puede parecer que tengo poco, pero créeme, nunca me he equivocado en mis corazonadas. Sólo confía en mí, ¿puedes?-Le pidió.

Yunho suspiró todo el aire retenido en sus pulmones.

-Algún día esa soberbia tuya te va a cobrar muy caro, pero bueno...-Se detuvo un momento pensando-Espero que esto vaya avanzando porque si no me veré en la necesidad de que cambies de concepto.

DongHae asintió en respuesta y salió del aula.

Al salir se toó con sus otros dos compañeros e hicieron un intercambio de palabras rápidas ya que Yunho se encontraba esperándolos para revisar sus proyectos, también.

Esa tarde iba a patrullar, tenía ganas de un poco de adrenalina, que como jefe del departamento se veía carente de poder apreciar por estar entre tanto papeleo administrativo.

-Ya te he dicho que es ridículo que el jefe vaya a patrullar-Le decía Heechul mientras lo seguía a la patrulla.

-Te he dicho que no me interesa, hay que saber hacer de todo, Hee-Dijo mientras subía al auto.

Heechul rodeó el vehículo y subió de copiloto.

-Siempre reniegas de esto, pero todo el tiempo terminas viniendo conmigo-Dijo en tono de burla el castaño.

-¿Qué esperas qué haga? Eres capaz de hacer cualquier cosa por hacerte el héroe, DongHae-Le contestó el mayor-Y no podemos darnos el lujo de perder al jefe del departamento.

DongHae rió ante el comentario que había hecho su amigo.

-Lo que no quieres es quedar tú a cargo, sabes que si me voy tú serías quién tomaría mi lugar.

-Me importa tu salud y tu vida... y no quedar encargado yo.

Ambos hombres rieron.

Estaban muy tranquilos patrullando por las manzanas del distrito inmersos en la charla que habían caído sobre cuál es la mejor comida congelada que existe.

-A la unidad cerca de la manzana número once, se reporta a un chico con cabello negro, delgado y tez blanca que está teniendo una riña en la tienda de conveniencia Saturno-Se escuchó de repente en la radio.

Heechul contestaba que irían en camino, mientras que DongHae ya estaba manejando directo a la tienda.

A lo lejos divisaron a un joven con sudadera roja que estaba forcejeando dentro del establecimiento con un señor mayor, que parecía ser el dueño.

DongHae bajó rápidamente y se acercó sin titubeos, entró en la tienda y tomó al chico de los brazos, aplicó una llave y el joven dejó de forcejear.

Pero justo cuando creía que lo tenía bien sujetado, vio como otra persona se acercaba a él con un palo directo para golpearlo.

Heechul llegó al lugar en el momento justo para evitar que lastimaran a su compañero.

Sin que la persona lo esperara, Heechul tomó el palo por detrás de su cabeza y se lo arrebató.

Entre los dos sometieron a los jóvenes que habían entrado a robar a la tienda e intentaron agredirlos físicamente.

Eran un chico de unos trece años y una chica de diecisiete años, eran un par de hermanos que habían escapado de casa desde hace un mes y ya no tenían dinero para comprar comida, así que habían optado por entrar a las tiendas que tuvieran por dueños a adultos mayores por ser vulnerables, pero aparte de robar alimentos, también les quitaban el dinero en efectivo que tuvieran en la caja.

Esa tarde volvieron a la estación para contactar a los familiares de los chicos y proceder cómo se debía dependiendo de sus edades.

Después de todo el espectáculo que los padres de los menores dieron y habiendo siguiendo las normas del distrito, los chicos pasaron a otras manos y DongHae volvió con Heechul que se encontraba a fuera esperándolo en la patrulla.

-¿Ya te divertiste lo suficiente?-Le preguntó el mayor mientras terminaba de fumar un cigarrillo.

-Tengo hambre, ¿compramos un poco de comida callejera?-Le ofreció haciendo sonriéndole.

Heechul soltó una carcajada y aceptó la oferta, los dos amaban esa comida.

La noche cayó sobre ellos y la hora de su salida estaba a punto de darse, así que decidieron volver a la estación para ordenar lo último del día.

Ya se habían despejado y divertido lo suficiente.

-Nos vemos mañana, todos descansen-Se había despedido de cada uno de los empleados y pasantes del lugar antes de dirigirse a su coche para ir a casa.

Subió y miró la hora en la pantalla de su coche.

21:04 hrs.

-Es muy tarde para ir-Pensó en voz alta mientras encendía el motor.

Comenzó a conducir.

-Ni siquiera traigo las notas conmigo-Se dijo peleando consigo mismo.

Sabía que no tenía excusa para ir a aquel lugar si no iba a ir a investigar, pero no sabía qué era lo que le había hecho girar un par de cuadras adelante para ir hacia el lugar del incendio.

-Sólo echaré un vistazo porque es mi deber cerciorarme de que todo esté en orden-Se trataba de convencer el hombre mientras estacionaba su coche y bajaba.

Caminó unas cuantas casas y se acercó a los escombros de aquella casa tan grande que había llamado su atención.

Aquella casa que tenía un gran ventanal destruido y deteriorado.

Y justo sentando viendo hacia la nada estaba ese hombre de nuevo.

No hizo mayor ruido, sólo se quedó ahí de pie admirándolo.

La luz de la luna era tenue, si apenas iluminaba un poco la oscuridad de la noche y ese pequeño destello no hacía justicia para resaltar las facciones del hombre que tenía en frente.

-Lee HyukJae-Le llamó sin más.

El pelinegro volteó con suavidad hacia él, parecía que no se había asustado de verlo.

-Agente Lee-Le saludó-¿No es muy tarde para investigar?

DongHae se acercó, HyukJae se hizo a un lado para darle más espacio para que se sentara con él.

-Suerte que este ventanal es suficientemente grande para los dos-Le dijo con broma HyukJae a su inesperado acompañante.

DongHae rió ante el comentario, si hubiera otra persona más cabría entre los dos sin problema alguno.

-¿Qué es lo que estás haciendo aquí tan tarde?-Preguntó el castaño.

-Salí por un poco de aire fresco, me gusta este lugar para pensar-Confesó.

DongHae miró con dirección hacia la luna, sin duda que era una gran vista.

-¿Qué haces tú aquí?-Le regresó la pregunta.

-No lo sé, supongo que lo mismo que tú.

Ambos se miraron y rieron.

-No eres nada original, DongHae-Se burló HyukJae-¿Estabas siguiéndome?-Bromeó moviendo sus cejas de arriba a bajo.

DongHae soltó una carcajada.

-Será más bien que me estabas esperando a que viniera aquí-Le regresó la broma.

Entre risas y una plática los dos olvidaron el porqué de aquel lugar, el motivo por el que de verdad se encontraban ahí.

Pero no podían negarlo, tal vez ese comenzaría a ser su lugar como un común acuerdo sin hablar.

«Caso Icheon» (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora