XIV

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Eran las diez de la mañana y DongHae apenas había podido dormir pues no sintió que descansara, tuvo que tomar una de las pastillas para dormir que poco usaba con frecuencia, pero no su mente no podía dejar de trabajar por todo lo que había pasado el día anterior y anterior a ese. Desde hace semanas, para ser sincero.

La llegada de HyukJae y su proyecto de tesis no hacían una combinación favorable para su psique.

Esa mañana si bien había intentado desayunar algo, se sentía sin apetito por lo que tuvo que guardar el sándwich que se había preparado en una bolsa para comerlo después.

Aquel día no tenía que ir a la universidad y Heechul se ofreció para que tampoco fuera a la estación.

Sí bien aún no les decía lo que pasaba a sus amigos, tampoco les mentía totalmente. Digamos que era parcialmente selectivo sobre la información que compartía.

Pero al ellos enterarse de que DongHae había hecho una cita con Lee Sora, tomaron la decisión de que sería mejor si no asistía ese día a trabajar para que se enfocara en sus asuntos personales y ellos lo apoyarían en lo que respecta su trabajo, tenían la experiencia y capacidad más que suficiente para hacerlo.

Mientras manejaba hacia el consultorio de la hermana de HyukJae, no podía decidirse en la manera de como abordar el tema con ella. Inicialmente había pensado en decirle lo mismo que le dijo a Kim Sejeong, pero no sabía si funcionaría de la misma manera con Lee Sora.

En el caso de la esposa de HyukJae, había leído su expediente y, aunque no decía mucho de su personalidad, sí se plasmaba lo suficiente para saber un poco sobre ella y poder elaborar un plan de acercamiento. Pero con Sora era diferente, no tenía nada de información sobre ella.

Más lo que le había dicho su amigo el día anterior y no fue realmente relevante, el haberle mencionado que era una persona perspicaz y con un don para lo sobrenatural no era algo que sintiera fuera de gran importancia o que pudiera usar a su favor.

DongHae divisó un edificio con una fachada adornada de espejos, los cuales reflejaban los demás comercios a su alrededor, haciéndolo notorio e inconfundible con ningún otro.

Afortunadamente tenían estacionamiento, así que no iba a complicarse buscando uno. Ingresó con su nombre y motivo de visita, le orientaron por un intercomunicador el piso asignado para el consultorio que visitiraría.

Finalmente encontrando el lugar, estacionó su automóvil y bajó de él.

Pensó que iba a ser complicado encontrar el consultorio de Lee Sora, pero para su fortuna era de los primeros que se encontraba al ingresar al edificio; y gracias a que la tarjeta que le había dado anteriormente Kim Sejeong tenía impreso el consultorio, había sido sencillo dar con él.

Entró y se dirigió directamente a la chica que suponía era la recepcionista, ella le pidió amablemente sus datos y confirmó su cita, la cual iniciaría en veinte minutos aproximadamente.

Al ver que tenía tiempo de sobra, se sentó en un pequeño sillón que había en la sala de espera de aquel lugar, era acogedor, nada que ver con los consultorios de otros terapeutas a los que había ido anteriormente cuando ha requerido de uno. Lo cual era casi una vez al mes.

Pero ninguno lo había convencido para llevar un seguimiento, siempre que lo necesitaba, tenía que buscar y agendar cita con una persona diferente.

«Caso Icheon» (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora