«Caso Icheon» (AU)

III

BIP-BIP

Un sonido resonaba por toda la habitación, un sonido que provenía del móvil de DongHae avisando una llamada entrante.

Tomó el móvil en sus manos y sin mirar quién llamaba contestó soñoliento.

-DongHae-Gritaron del otro lado-¿Por qué no has llegado? Recuerda que hoy tienes que instruir a los nuevos pasantes.

Heechul era muy exigente con el horario, por eso mismo siempre era el que le recordaba muchas de sus obligaciones.

El castaño se levantó de la cama y paso su mano por su rostro tratando de despertar.

-¿Qué hora es?-Le preguntó a su colega.

-Las siete con quince, tienes que estar aquí a las ocho-Le había dicho un poco ansioso su compañero-Los pasantes llegarán a lasa ocho y media y tienes que...

-Heechul, tranquilízate, ya suenas a Siwon, estaré ahí-Le aseguró-Solo tengo que cambiarme y ya iré-Dijo sin esperar respuesta pues colgó inmediatamente.

Tratando de deshacerse de la pereza que sentía, se levantó de la cama y se duchó rápidamente y se alistó.

Hizo un batido que ya tenía preparado desde la noche anterior y lo sirvió en un contenedor para tomar sus llaves e ir camino a la estación.

Mientras manejaba pensaba sobre su falta de pruebas para iniciar el caso Icheon de nueva cuenta.

Pero no se rendiría, volvería a ese lugar y encontraría algo porque simplemente él no se da por vencido.

La noche anterior había revisado sus notas y las comparó con las opiniones que le habían dado sus compañeros de doctorado junto con el caso completo que le había mandado Siwon.

Al llegar a la estación los gritos desesperados de su compañero no se hicieron esperar.

-Sabía que tenía que llamarte-Le dijo Heechul mientras le entregaba unas carpetas.

-¿Tan pocos este año?-Le preguntó al contar cinco.

-Sí, al parecer llegó un rumor sobre que el jefe de esta estación es demasiado amigable-Dijo Heechul con cierto sarcasmo en su voz

DongHae lo miró de reojo y solo asintió.

-Cuando lleguen los quiero en mi oficina.

La personalidad de DongHae era bien conocida por muchos estudiantes ya que era conocido por su dedicación y por seguir asistiendo a la universidad.

No era odiado por nadie, pero si le temían un poco, normal para él pues si veía que un estudiante o pasante estaba de holgazán no se quedaría de brazos cruzados.

Los nuevos pasantes llegaron y se presentaron en la oficina de DongHae.

Los recibió como si fueran ya parte del equipo y les dio una bienvenida con palabras de aliento y delegó en cuál departamento estaría cada uno, así mismo que se rotarían cada mes para que supieran sobre cada área.

Al terminar un pequeño curso de inducción que les tenía preparado desde hace semanas, se escabulló entre los demás y salió de la estación.

De todas formas no queda muy lejos. Pensó.

La escena a la que quería llegar solo estaba a unas cuantas cuadras de la estación, lo suficientemente cerca cómo para una caminata matutina de clima frío.

Cuando llegó a donde inician los escombros de las casas sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo.

Sin duda ese lugar lo ponía nervioso e iba a descubrir el porqué.