Amor en la arena de Roma (Chanbaek)

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Viendo a Chanyeol entrenar en el campo, la mente de Baekhyun repasaba sus propias acciones creyendo que a veces podría ser muy duro con el alfa, podría considerarse un omega difícil de conquistar. Y quizás le gustaba ver cuánto se esforzaba su pareja por cortejarlo, era simplemente encantador. Aunque bien podría considerarse un desafío al alfa. Eso era peligroso, porque en frente de más alfas, Baekhyun podría ser castigado por su pareja por desobediencia o insubordinación. Una de las razones para ser tan duro con Chanyeol era esa, no quería ser amaestrado como un perro para ser servil. Él tenía voz propia y sus acciones nadie podía controlarlas, esperaba que su alfa lo entendiera.

—Te gusta —afirmó Kibum al verlo tan ensimismado con la vista pegada en el cuerpo del alfa.

Probablemente, aunque por ahora no se atrevería a admitirlo.

—Jonghyun me dijo que Chanyeol realmente está interesado en ti.

El omega se ruborizó.

—¿Has pensado en enlazarte a él?

—Sí, sin embargo, quiero esperar para conocerlo mejor. No quiero que sea algo apresurado.

El rubio omega asintió, comprendiendo el punto dado que él mismo pasó por algo similar con Jonghyun. Cuando el alfa llegó, hace pocos meses, la atracción fue inmediata por efecto de su naturaleza, pero en realidad, Jonghyun se encargó de conquistarlo con rapidez. Y no se arrepentía de la relación secreta que llevaban, claro que ser marcado por el alfa era ciertamente complicado pues sus amos podrían descubrirlo, lo cual traería severas consecuencias para la pareja pues tenían prohibido involucrarse demás con los esclavos. A los humanos no les interesaba lo que la naturaleza les decía a los lobos, no pretendían comprender a las parejas destinadas ni lo contemplaban como algo normal.

—¿Cómo se encuentra Jonghyun? ¿ha habido alguna mejoría?

—Su cuerpo se ha recuperado bastante bien, de su herida no queda más que una ligera cicatriz que desaparecerá con los días. Lamentablemente, no así está su espíritu.

—¿Qué quieres decir?

—Él siente una gran aversión hacia las peleas, es, quizás, más pacífico de lo que debería. Tampoco contempla la idea de tener que asesinar a alguien aún si fuese en defensa propia. Sin embargo... tengo miedo que por eso... caiga en la arena.

—Quisiera que Chanyeol fuese más así. Cuando lo veo entrenar siento que le gusta demasiado ser un gladiador a pesar de aún no haber entrado en el coliseo.

—Posiblemente tendrá que ver con el hecho de que en la Toscana vivía de ello. Quiero decir, no es que le guste pelear, pero...

Era realmente difícil decir que un hombre, un alfa, acostumbrado a vivir de la pelea diaria no estuviese cómodo con la práctica. Para Baekhyun era sólo un poco molesto aquello, no le gustaba ver a los lobos como esclavos, ni de los humanos ni de sus instintos primitivos. Eran animales, así de simple y sencillo, pero dejar de actuar como una criatura irracional era lo que les diferenciaba de los lobos comunes.

—¿Pasarás con Jonghyun tu celo? —le preguntó Baekhyun en tono cauteloso, creyendo que era mejor cambiar el tema de conversación.

—Por supuesto, es mi pareja, al fin y al cabo -contestó algo sonrojado el omega rubio.

—¿En la celda, no es muy...?

—No puedo sacarlo de la celda —casi se carcajeó el muchacho—, aunque quizás con tu ayuda lograra hacer que los guardias del techo no notaran si lo llevo a mi recámara.

Baekhyun pensó que, de todas formas, el ala de sirvientes de la casa quedaba pocos pasillos del ala de esclavos, y muy posiblemente los guardias en el balcón superior del techo no notarían una fortuita salida del alfa. No podía negarse, después de todo Kibum era su amigo y a quien más favores le debía.