En su regreso a la casa Di Genova, Chanyeol fue llevado a su celda por los guardias junto con una mujer para que curase sus heridas pues algunas se veían realmente mal, y como de ahora en adelante el alfa representaba una valiosa fuente de riqueza se debía priorizar su salud. El Señor de la casa, por otro lado, estaba con un humor estupendo, con una sonrisa arrogante por su reciente victoria frente al propio Emperador.
—¡Hasta el Emperador de Roma perdió frente a mi gladiador!
—¿Y no crees que es peligroso? —cuestionó su mujer.
—¿Por qué lo sería?
—El Emperador quiso comprar a Chanyeol y te negaste, debo decirte que él no parecía satisfecho con tu negativa.
—¿Y qué importa? ¡Yo gané, y hasta podría hacerle arrodillarse ante mi!
La mujer, intuitiva y quisquillosa, rodó los ojos ante la ceguera de su esposo producida por su arrogancia. Al parecer nadie podía arrebatarle la gigantesca sonrisa victoriosa que desde el final de la batalla tenía plasmada en su rostro. Empero, su alegría podría costarle si no cuidaba su lengua.
—Podría tomar represalias —indicó como si no fuese lo más obvio.
—Y lo haría enfrentarse a Chanyeol otra vez.
Para Lucía, la petulancia de su esposo era insensata cuando se trataba de un encuentro con el Emperador, y seguramente le costaría caro si llegaba a un conflicto mayor, aunque a su esposo parecía no importarle, no ahora que se creía invencible sólo por tener a Chanyeol.
—Tal vez deberías vendérselo.
—¿Qué dices? ¡Jamás! Ese alfa me hará ganar mucho dinero, y aspiro en convertirlo en el líder de la arena.
Pero la ambición podía ser peligrosa si no se la controla.
—El Emperador estaría dispuesto a pagar un muy buen precio por él.
—Y aún así ese precio sería una miseria comparado con lo que ganaré con él.
...
—¿Podemos hablar? —le preguntó Baekhyun.
Chanyeol asintió con la cabeza, entonces el omega tomó asiento junto a él dentro de la celda, en su cama. Los ojos chispeantes de Baekhyun lucían nerviosos, y el jugueteo de sus dedos demostraba su estado.
—¿Qué te tiene tan nervioso, mi amor?
—Yo quería hablar contigo sobre nosotros..., y sobre tu hijo.
Por supuesto, eso ya lo intuía el alfa, después de todo era un tema tan importante como delicado. De cierto modo, Chanyeol estaba preocupado por la reacción que podría tener Baekhyun con su hijo.
—Sé que tu hijo es muy importante para ti, pero necesito saber si yo..., si tú y yo...
—¿Qué te hace pensar que, por mi hijo, dejaré de amarte?
Baekhyun se sonrojó ante la sonrisa dulce que su pareja le brindó, y sus pensamientos temerosos salieron volando simplemente, sus propias inseguridades encontraron consuelo en los brazos del alfa, y quizás eso era suficiente para suplir la curiosa situación.
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Amor en la arena de Roma (Chanbaek)
FanfictionLa adrenalina recorría su piel, la espada en su mano ardía tanto como él mismo al enfrentarse al robusto y agresivo hombre cerdeño. Iba a ganar, claro, su título como el mejor gladiador de la arena de Roma no era en vano, además, Park Chanyeol nunca...