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—¿Tu celo llega mañana, Baekhyun? —increpó Lucía desdeñosa, con la ceja arqueada en actitud petulante.

—Sí, Señora.

—¿Y ya tienes un alfa con quien pasar esos días?

—No, voy a pasarlo solo.

La mujer miró burlona a Baekhyun, analizando sus atributos físicos, sus ojos pasaron por su rostro, considerándolo poco atractivo, bajó por sus hombros hasta sus caderas y hasta su trasero, miró las piernas ajenas creyéndolas demasiado delgadas. Para ella Baekhyun no era comparable con su propia belleza, y así era comprensible que no consiguiera un hombre que supliese sus necesidades.

—Baekhyun —llamó con tono cauteloso—, como omega, ¿no te llama la atención Chanyeol?

El omega tragó grueso, preocupado por la repentina pregunta que salió de la mujer. Ella seguramente estaba intrigada sobre el alfa que osó rechazarla, y eso demostraba que seguía obsesionada con aquello.

—¿Por qué me pregunta eso?

—Curiosidad —respondió con simpleza.

—En realidad nunca me he fijado en él, no mucho.

Mintió, y la mentira pareció no convencer para nada a la fémina. Por supuesto, se podía desconfiar cuando Chanyeol era uno de los gladiadores más atractivos.

—Por supuesto, no tendrías porqué fijarte en alguien como él siendo tan... simple, supongo que no aspiras a emparejarte con un alfa mínimamente semejante a Chanyeol.

"Para Chanyeol soy el omega más precioso", pensó Baekhyun de modo que las crueles palabras dichas por su señora no le afectaran en lo más mínimo. Cuando terminó de asistir a la mujer, fue hasta la pequeña arena que había en la casa donde a veces los alfas entrenaban para las peleas, y en este caso Chanyeol estaba ahí solo ya que una pelea importante se avecinaba en una semana. En ese pabellón no había guardia custodiando porque era como un callejón sin salida dentro de la propiedad. Baekhyun se acercó cauteloso hasta que estuvo en frente de las rejas de la jaula que era el límite. Vio al alfa entrenar con espada en mano acostumbrándose a espacios pequeños como lo sería su siguiente batalla, mas cuando el aroma de vainilla le llegó a las fosas nasales, paró de golpe y buscó a su pequeño y lindo omega.

—¿Curioso de verme entrenar?

Con un asentimiento, el omega abrió la puerta de la jaula y entró, ansiaba sentirse cerca de su alfa, su cuerpo, estando tan cerca del celo, se sentía muy atraído por su alfa y con la vibrante necesidad de tenerlo piel con piel.

—Pedí mi permiso por celo —informó algo cabizbajo.

—Yo... quiero cuidar de ti mientras estés en celo —le dijo el alfa tomando de las manos al pequeño omega.

—Dijiste que no estarías conmigo entonces.

—Yo dije que no podía responderte como tu pareja, pero sí como tu alfa. Voy a cuidar que nadie te moleste mientras tanto.

Baekhyun esbozó una sonrisa y con dulzura acarició el rostro del alfa.

—Estás celoso, piensas que podría reemplazarte con alguien más.

—No estoy celoso, pero sé que la fuerza de ningún alfa podría ser suficiente para resistirse a ti.

Los brazos del alfa se envolvió alrededor del pequeño cuerpo menudo frente a él. Baekhyun se dejó llevar por la adrenalina del celo, restregándose contra el fornido pecho del alfa casi descaradamente, mientras, a propósito, dejaba su aroma sobre la piel del otro en un acto de posesividad. En respuesta, los labios del alfa se posaron sobre el cuello del bajito, un beso suave, pero que enloqueció a Baekhyun y su sensible piel.

Amor en la arena de Roma (Chanbaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora