final capítulo 31

947 84 5
                                    

(Años atrás)

Narrado por Alexis

Corría por todo el lugar, mientras era perseguido, reia al esquivarlos, me subí al sofá riendo, mientras que mi madre me veía preocupada de que me hiciera algún daño, vi a mi padre acercarse, cuando estaba por atrapar me, salté por suerte mi padre me atrapó.

Mi madre soltó un suspiro de tranquilidad al ver que no había pasado nada malo, esta me miro mal, yo solo sonríe mientras abrazaba más a mi padre.

–Amor no te preocupes, el esta bien– dijo mientras la abrazaba y besaba su frente

–Lo sé, pero tengo miedo de que algo le pase, sabes que nos costó mucho– este sonrió.

–No te preocupes, amor el es nuestra bendición, y ahora no dejaré que nada les pase– dijo sonriendo.

(Años después)

–Alex– levante la vista sin soltar mi peluche –Pequeño, ¿tienes hambre?– niego

–¿C-cuando vendrá mamá?– esta me miro triste —o vendrá papa–

–Alex, ella ahora está en el cielo, junto a nuestra luna, ella está cuidándote desde allá– bajo la mirada.

–¿Ya no la voy a ver?– pregunte teniendo que así sea

–No, ella no volverá, pero siempre estará contigo aunque no la veas– dijo y solté un sollozo –Yo cuidaré de ti, no dejaré que nadie te lastime, tu mamá me hizo prometer que te cuidaría y lo voy a cumplir– dijo abrazandome mientras seguía llorando

(Actualidad)

Mirar a mis hijos y mi esposa, era algo gratificante, no podría sentirme más feliz de lo que ya era, aún que extrañaba a mi madre y aún que quisiera negarlo, también a mi padre, aún con los años que han pasado no entiendo porque lo hizo.

Por más que quiera entenderlo no puedo, en solo pensar en hacerle algo que lastime a mi esposa o hijos, me asusta, yo solo quiero que ellos sean feliz, que nada malo les pase.

Miro la lápida, sonrió al ver todas las flores que tiene, desde una pequeña flor, hasta una hermosa rosa roja, todas resaltaban a su manera, hacían ver la lápida colorida y hermosa.

Hoy Cora me sugirió venir con los niños para que mi madre los conociera, cuando le contamos a los niños, ellos aceptaron, y en todo el caminó preguntaron cómo era ella.

–¿Papá?– miro a los niños –¿La abuela nos cuidara aunque no la hayamos conocido?– sonríe con ternura.

–Lo hara, ella siempre nos cuidara, porque aún que no los conozca ella los ama, y siempre lo hara– digo mientras beso su frente

–Así como mis padres los aman ella hace lo mismo– dijo Cora mientras me abrazaba, beso su frente

–¿Y el abuelo?– me tense, Cora acaricio mi espalda mientras me relajaba.

–No lo sé– dije en un susurro mirando la lápida –Cuando mi madre murió no supe más de el– dije

–¿El nos quiere?– me quede callo sin saber que decir.

–Lo hace, pero por ahora no podemos hablarles mucho de el, pero cuando sean más grandes lo haremos – dijo Cora, le agradecí besando su mejilla.

–¡Pero yo ya soy grande!– dijo Santiago

–Aja si grande– Ady fue esta vez la que hablo

–Cállate que soy mucho más grande que tu— ruedo mis ojos al ver que van a pelear de nuevo

–¡Obvio porque eres el mayor idiota!— Cora le dio un golpe en la cabeza

–Groserías no– esta hace un lindo puchero mientras me mira, Cora y Santiago bufan, saben que siempre que la regañan va conmigo.

–Ady– dije y esta me abrazo sin quitar ese puchero –No puedes decir groserías, porque una hermosa niña no puede decirlo....

–¡Pero no es justo, Santiago dice groserías!— lo miro

–¡Cállate tonta!– esta vez fui yo el que le dio un golpe

–Tampoco puedes decir groserías, no por ser hombre puedes hacerlo, ninguno de los dos puede hacerlo— estos bufaron

–¡Mama!– ahora fue el quien hizo un puchero, y fue con su madre quien al igual que yo lo abrazo

–No quiero volver a escuchar que dicen una grosería – les dijo –¿Entendieron?— dijo

–Si– dijeron juntos

–Ahora despidanse que tenemos que ir con Leopold— Ady y yo bufamos, mientras que a Santiago le brillaron los ojos

–Adiós abuela– dijeron al unión

Mire una última vez la lápida antes de irme, los niños se adelantaron, mientras que Ady molestaba a Santiago, yo abracé por la cintura a mi hermosa mate.

–Ya no podía pedir más ahora tengo todo– le susurro y esta sonríe

–¿Seguro?–frunci mi ceño –Porqué otro pequeño no estaría de más ¿no?— dijo mientras acariciaba su vientre plano.

–¿Enserio?– asiento, le sonreí mientras la cargaba y daba vueltas mientras le daba besos por todo el rostro –Gracias– dije al detenerme, pero seguí besando sus labios –Te amo y siempre lo are–dije

–También te amo hasta el fin de la eternidad– sonreímos y volvimos a besarnos

Hasta el fin de la eternidad...

¡¡¡¡¡¡¡Fin!!!!!!!








































*Aún nos falta el extra, espero que lo hayan disfrutado, ¡Gracias por todo el apoyo! Hasta la próxima*

Te amo tal y como eres Donde viven las historias. Descúbrelo ahora