Te amo tal y como eres

¿Cómo volvemos? capítulo 20

Narrado por Alexis

–¿Mama?– pregunto sin poder creerlo, esta me miro extrañada

—¿Si?– dice

–¿Cómo es que?....mori— susurro

–¿Qué dices?— dice confusa, pero ignoro eso –No te volveré a dejar que de desveles, ahora arriba que tienes que irte a la universidad– dejo un beso en mi frente –Iré a preparar el desayuno– me sonrió

Salió de la habitación dejándome solo, no tenía palabras, no podía creer lo que estaba pasando, aún quería creer que era un sueño, me levanto y voy al baño.

Me miró en el espejo y me sorprendió, todo en mi cambio, mis ojos eran lo único igual, todo en mi estaba distinto, mi cuerpo era un poco más musculoso, mi cabello más largo, ni siquiera usaba lentes, ¿que rayos?.

–¡¿Ale por qué tardas tanto?!– grito mi madre.

–¡Ya voy!– grito.

Bajo a donde escucho su voz, todo la casa está distinta, y lo confirmo al salir y ver un cuadro de una fotografía nuestra, donde solo estamos mi madre y yo, hay otra donde estamos todos, y a todos me refiero a mis tíos y primo.

Cuando llegó a la cocina veo a mi madre servir dos platos y dos vasos con un jugo, me siento en la silla en la isla.

–¿Hoy sales temprano no?— no lo sé quería decir —¿Estas bien?— asiento

–Si....mamá..¿dónde esta papá?– esta se tenso

–Hijo seguro que estás bien, estás actuando muy raro, sabes que olvídalo, y sobre tu papá sabes que lo dejamos hace años– miro mi plato –Hoy iré con tu tía, quiere que que ayude en la nieveria– dice.

–Estas bien—  le digo

–¿No quieres ir ayudarnos– hago una mueca al recordar lo que había dicho los señores

–Tengo que ir a hacer un proyecto— esta asiente desilusionada, aún que a mi también me gustaría pasar más tiempo contigo, pienso –Mama, sabes que te amo mucho verdad– esta sonríe

–Claro que si mi cachorro, yo también te amo– sonríe –Ahora cuéntame, ¿cuándo irás a buscar a tu mate?...

–Yo ya la encontré– esta se sorprende y suelta un grito, me abraza

–¡¿Por qué no me lo habías dicho?!— dice molesta –¡pero dime!, ¡¿cuándo paso?!, ¡¿cómo es?¡, ¡¿es una loba?!, ¡¿la conozco?!, ¡contesta!– me atacó con preguntas.

—Tranquila, no la conoces, pero se que si lo haces te encantarán— sonrio –Creo que tengo que ir a cambiarme o llegare tarde— le digo

–¿Quieres que te lleve?–  niego

—No gracias, caminare quiero hacer un poco de ejercicio— esta me miro mal

–Hijo, siempre haces ejercicio– dice negando —Los jóvenes de ahora— dice

Me despido de ella, voy a mi habitación, voy al armario y veo todo, tomo cualquier cosa, y me lo pongo rápido, tomo mi mochila y salgo de mi habitación, baja veo a mi madre hablando por teléfono.

Me acerco a ella y la abrazo, esta se sorprende pero me corresponde, me mira raro, pero no dice nada, solo escucho que dice espera un momento.

–¿Hijo estas bien?— asiento aún sin separarme de ella.

—Solo quiero despedirme, te quiero mucho— esta hizo que me separara un poco de ella .

–Seguro que estás bien– dice y asiento –hijo parece que ya no te voy a volver a ver...