NARRA KAGOME
Abro mis ojos y lo primero que veo, es una deslumbrante sonrisa a escasos centímetros de mi rostro. Me asusto e intento retroceder lo más que puedo hasta que mi cabeza pega en la sólida pared.
— ¡Hey! Calma, calma. Todo está bien.
Me dice mientras acaricia sutilmente uno de mis brazos. Me quejo de dolor cuando la aguja que lleva el suero a mi cuerpo se sale de la vena en mi mano. Palidesco en cuanto veo el hilo de sangre descender hasta caer en la sábana blanca.
— No te preocupes, suele pasar. Te haz movido bruscamente.
— ¿Quién es usted?
Le pregunto porque realmente me siento incómoda por la forma tan cariñosa con la que me habla. Él vuelve a sonreír y unos perfectos hoyuelos se marcan en sus mejillas coloradas.
— Soy Bankotsu. El médico que ha estado al pendiente de tu recuperación.
— Ah.
Es todo lo que logro decir. Sus manos parecen sedas acariciando mi piel mientras me introduce nuevamente la aguja en mi vena. Me siento tan avergonzada que un chico tan joven y apuesto sea quien esté al pendiente de mi cuando yo lo único que quería era morirme.
— ¿Te sientes bien?
Interrumpe mis pensamientos con su pregunta. Asiento aunque realmente me duele mucho la cabeza y mi estómago me lo siento pegado completamente a mi espalda. Tengo mucha hambre.
— El señor Taisho está afuera, esperando verte.
No puedo ignorar el casi imperceptible deje de molestia en sus palabras ¿Porqué? ¿Porqué de un momento a otro cambió su ánimo. Ya no sonríe, su rostro está serio y ni siquiera me mira ¿Y a mí qué me importa?
— Dígale que pase, por favor.
Le pido y él asiente moviendo su cabeza. Al parecer todo el mundo está loco. Qué extraño chico. Sale de la habitación y a los segundos entra él... El causante de mis pesadillas.
— Hola.
— Hola.
— ¿Cómo te sientes?
— Bien.
— ¿Segura?
— Muy segura.
Se rascó la nuca. Se notaba nervioso o quizá era producto de mi imaginación.
Sesshomaru jamás dejaba aflorar sus emociones.
El silencio se hizo. Se sentó en la cama, cerca de mi pies. Verlo sin saber qué decir era toda una novedad para mi, puesto que en su boca siempre habían palabras concretas y directas.
— ¿Cuándo me iré de acá?
Pregunté rompiendo el hielo que nos enfriaba los huesos poco a poco.
— Bankotsu dijo que aún hay que esperar 24 horas más.
Me pareció escuchar pronunciar el nombre de el médico con los dientes apretados. Vaya ¿Qué te sucede Sesshomaru Taisho.
Y nuevamente nos quedamos callados.
Él ve hacia la ventana y yo hacia la puerta.
No hay tema de conversación cuando la realidad es otra. Tenemos mucho de qué hablar.
Los segundos, los minutos pasan y tanto silencio me está crispando todo el cuerpo.
Me remuevo un poco para sentirme más cómoda y él se levanta de la cama. Se pasa una mano por el cabello mientras se mueve de un lado para otro. Sé lo que viene a continuación.
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Sexo, Sudor y Lágrimas (Versión Sesshome) TERMINADA
Fiksi PenggemarTaisho Sesshomaru... Un reconocido empresario, quien recientemente ha perdido a su joven esposa en un accidente aéreo, toma la decisión de viajar a Kioto y sumergirse por completo en los negocios, sin embargo, él no se imagina lo que el destino le t...