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—¡De ninguna manera!
—Pero Minju, tómalo como una oportunidad para hablar con el.
De camino al comedor, Jisu tuvo que contarle sobre la invitación de Yeonjun y que no podía decirle que no ahora. Cuando Minju se enteró, entró en pánico y empezó a poner mil excusas con tal de no ir.
—¿Y si digo una estupidez? No quiero arruinarlo cuando ni siquiera somos amigos.
—Yo estaré para ayudarte, vamos —juntó sus manos y formó un puchero tratando de convencerla. Minju la miró dudosa.
¿Tenía miedo? Por supuesto. ¿Se lo veía venir? Por supuesto que no. Ya estaba al tanto de la cercanía entre el pelirosa y su mejor amiga, le alegraba que conociera a más personas y todo eso, pero ella no quería involucrarse.
—Mejor almuerzo sola —soltó dándose la vuelta lista para devolverse a su sala.
Jisu bufó harta y la tomó del brazo, arrastrándola consigo a la cafetería. La pelinegra intentaba zafarse pero era imposible, tenía mucha menos fuerza que su mejor amiga.
Ay Dios, si es que existes, por favor ayúdame.
Cuando Yeonjun las vio entrar, alzó una mano. Enseguida Jisu lo divisó y arrastró a su amiga a la mesa donde estaba el grupo de cinco chicos. Sus amigos, quienes estaban comiendo mientras hablaban, centraron su atención en el pelirosa cuando este habló.
—Olvidé decirles, invité a Jisu y a su mejor amiga a almorzar con nosotros.
—¿Choi Jisu? ¿La chica de la que no has parado de hablar en estas dos semanas? —Yeonjun miró mal a Taehyun, pero este lo ignoró.
—Creo que no conozco a su amiga —comentó Soobin intentando hacer memoria sin éxito alguno.
Cuando ambas chicas llegaron, el pelirosa se puso de pie y tomó dos sillas que estaban en otra mesa. Puso una a su lado y la otra al lado de Beomgyu.
Minju quiso ir a sentarse junto a Yeonjun, pero su amiga fue más rápida y se sentó en ese lugar, dejándole la única opción de sentarse junto a su amor platónico. Le lanzó una mala mirada recibiendo un guiño de parte de la castaña. Lanzó un suspiro pesado tomando asiento en la silla.
—Mi nombre es Choi Jisu, un gusto —sonrió mirando a cada uno —No hace falta que se presenten, ya los conozco —los demás chicos asintieron extrañados.
Cinco pares de ojos miraban atentamente a Minju, esperando que se presentase o que dijera algo. La chica al darse cuenta de que era el centro de atención bajó la mirada a sus manos y se sonrojó levemente. Aclaró su garganta antes de empezar a hablar, rogando por no tartamudear al hacerlo.
—Hwang Minju —les dio una sonrisa nerviosa.
Los chicos le sonrieron de vuelta y ahora sí siguieron comiendo. Ambas chicas encajaron más rápido de lo que Yeonjun pensó, por lo que el ambiente era bastante cómodo para todos.
