IDIOTA #3 (Spideypool)

IDIOTA (III Temporada) 8

IDIOTA (III Temporada)
CAPÍTULO 8

Pronto todas sus prendas estaban en el suelo.

Si Wade se sentía demasiado ansioso y desesperado en este instante, Peter no podría decir con palabras lo que sentía en su cuerpo.

Su espalda curvada, acompañada de un gemido suave cada que los dedos de Wade tocaban su miembro sin vergüenza.

Era un maldito martirio esperar y mantenerse al margen con sus juegos.

Una sonrisa brilló.
Wade mordió ese suave lóbulo, sin dejar de frotar su pulgar contra la dureza de Peter.

—Te ves muy lindo sonrojado.

El menor negó, notando el calor invadiéndolo aún más y sintiéndose extraño, excitado y tembloroso.

Podía afirmar que cada sensación era nueva, tan nueva y buena que el gemir se estaba volviendo su único alivio.
Nunca había pasado de una caricia con alguien, ni siquiera de un maldito húmedo beso, a excepción de Wade.

En estos momentos, su cerebro no podía pensar ni en cómo reaccionar.

Wade relamió sus labios, observando esos ojos dilatados bajo suyo.

Estaba en su límite, jadeando por lo bajo solo al escuchar los sonidos que Peter emitía en cada toque.
Parecía una quinceañera hormonal.

—Bebé... —su otra mano viajo a ese redondo trasero, buscando espacio para sacar el placer por completo —Te dolerá —susurró besando sus labios para calmarlo —pero seré lo más delicado que pueda.

Convenció a su cuerpo de aquella frase al mismo tiempo.

El menor solo lo miró fijamente por un instante y asintió, acercándose y juntando sus bocas más que desesperado por lo que venía.

Las piernas de Peter se separaron aún más para el siguiente acto y Wade estaba ahora entre ellas más que cómodo.

La vista para él fue perfecta.
Su pene rozaba esas redondas mejillas, chocando contra ellas con ansiedad y deseo explícito.

—Mierda —maldijo recordando que debía preparar al muchacho.

Contrólate, idiota, esto no es solo follar.

Sus caderas estaban intentando oír tal mandato, parando de mecerse poco a poco.

Peter gimió por ello y Wade sabía que ambos estaban tan jodidamente enloquecidos por el suceso, que querían llegar al siguiente paso rápidamente.

Wade se inclinó, observando de cerca ese redondo trasero y un miembro erecto rozando su quijada.

Un grito sonó, derritiéndose en el silencio con prisa, al igual que el cuerpo de quién lo lanzó.

Peter no podía respirar, observando cómo un grande y fuerte mercenario chupaba su miembro sin quitarle la vista de encima.

—Jesús, W-wade... —el tartamudeo llegó cuando sintió los largos dedos del nombrado separando sus rosadas mejillas.

Su pelvis se movió ansiosa, sedienta, probando el sexo por primera vez en su vida y disfrutándolo como nunca.

Esto era irreal, llenar la boca de Wade sonaba irreal y se sentía fantástico.

La sensación fue tan abrumadora, que muy poco le importo el que un dedo medio rozará su entrada con disimulo, incluso debía afirmar que el movimiento le hizo estremecer y gemir aún más alto.

Wade chupó duro cuando ese lindo agujero se cerró ante su toque, no necesitaba más tiempo y, sacando antes ese miembro de su boca, bajó la cabeza, casi escondiéndose en ese lindo trasero, y lamió.